LA DESPEDIDA

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Cuando me preguntan porque quiero morir, les respondo que no puedo enfrentarme a nada,a las voces, a los pensamientos, a las acciones, a mi mente,a los humanos, a la vida…
Es algo difícil de entender pero no puedo seguir luchando, cuesta y es doloroso, el dolor mental gana al físico. Lo siento mucho mamá, intenté ganar.
Ya me duele la cabeza de oír tantas voces y los brazos de tantos cortes. No puedo más, parece ser que nadie lo entiende la vida no sirve la pena, daros cuenta ¿para qué vivir? para sufrir, para eso no vivo…
Busco métodos de matarme en internet aparece de todo, sigo las pautas que me indican pero aún así me descubren y no puedo realizar mi tarea, mi final, un final feliz, sin dolor.
Sigo esperando el momento en el que mi madre vaya a despertarme y no haya más que mi cuerpo descansando de esta tortura sobre mi cama, un simple cuerpo de huesos rotos por fin reconstruido. Me imagino en mi propio funeral observando a la gente, a unas cuantas personas escupiendo en mi tumba. Mi día a día es una voz cada vez que veo algo que sirve para cortarme, como un cuchillo, una tijera, una tapa de botella, deseando ahogarme, cortarme las muñecas, clavarme un chillo en el cuello, ahocarme con una soga o unas simples cortinas.
las voces me dicen: hazlo, ¿porque no lo haces? ¡te digo que lo hagas!, yo lo hago, sigo sus órdenes que me llevan a la muerte, algo muy deseado por mi parte.
Mi sueño es que me dejen morir, en paz, simplemente que me dejen atarme, sentirme libre de toda tortura, molestia, voz, pensimento, de toda la vida. Adiós mamá,intenté ser fuerte, adiós Meme, te pensaré todos mis días, adiós mundo, siempre recordaré la mala vida que me hiciste pasar, que ni mi propia familia me quería, me hacían daño, me gritaban, me hacían llorar…
¿Acaso me lo merecía? Pues seguramente, seguramente lo merecía, no había hecho nada malo pero estoy segura de que me lo merecía.
Adiós mundo, dejo esto como mi carta de despedida.
Ya que escribo lo que no me atrevo a decir… No sé si por vergüenza o por inseguridad, pero dejo esto por aquí hasta que llegue mi deseado día. 

CARTAS A LA NADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora