Después del éxtasis

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Sabía que aquello no era real, ni mucho menos efímero.
Sabía que se estaba secando la rosa bajo el sol abrasador,
como el desierto quema en el día,
como el hielo congela en la noche,
y como se cuentan los secretos a voces.

Sabía que la rosa se secaba bajo el sol abrasador,
y que las olas del mar chocaban y chocaban,
como si me quisieran avisar de que la rosa se estaba marchitando.
Salí de mi pesadilla entre llantos y jadeos.
Y mientras rezaba por la rosa, me percaté de las lágrimas que caían por mis pétalos.

PALABRAS PARA DARLE LA VUELTA A TODO (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora