Suspiros.

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La lluvia caía con fuerza en el parabrisas del auto, mientras yo no podía dejar de pensar que era un mal presagio, cualquiera pensaría que el universo conspira en mi contra, de todos los años en los que papá podría ser transferido en el trabajo, ¿por que tuvo que ser justo ahora?, aunque no puedo culparlo por aceptar, pero, realmente no me gusta salir de mi zona de confort, voy a extrañar nuestra antigua casa, el antiguo vecindario donde, todos me conocían y saludaban al pasar, me sentía como si fuera mi pequeña parte del mundo, pero ahora estoy en camino a mi nueva casa, eso me hace sentir insegura, por que no se si podre adaptarme fácilmente a un nuevo entorno, mi padre me nota insegura e intenta distraerme contando historias sobre el trabajo pero estoy demasiado desanimada para prestarle atención...

 — ¿Caroline? cariño, esa es nuestra nueva casa —Mi padre toco mi hombro y me saco de mis pensamientos—. Ya hemos llegado.

Mire por la ventana del auto y ahí estaba, mi nuevo hogar, si es que puedo llamarlo así, era una casa bastante linda de color blanco con unas tejas de color verde, su pequeño jardín descuidado hacia que se viera algo melancólica, pero supongo que eso depende de quien la mirara.

— Entonces...¿Qué te parece? —Mi padre bajo del auto y camino hacia a mi para abrir mi puerta del auto como un caballero de película— Adelante señorita.

— Papá, no necesitas abrir mi puerta cada que voy a bajar del auto.

— Vamos, cariño síguele el juego a tu viejo padre — Estiro su brazo hacia mi con un gesto pidiendo mi mano.

— Esta bien, aceptare su compañía caballero —Tome la mano de mi padre como si yo fuera una princesa— La verdad siempre me a gustado cuando mi padre hace este tipo de bromas, pero a veces me da algo de pena pues a mi edad jugar a las princesas no es algo que la gente no juzgue.

— Muy bien entonces por aquí, señorita — Tomo mi mano y atravesamos juntos el jardín para llegar a la puerta principal— Pase usted mi "lady" —Dijo mientras abría la puerta para mi.

— Muchas gracias caballero —Entre a la casa, y la verdad, no pude evitar sentir un poco de tristeza al ver todo vacío, se sentía como un borrón y cuenta nueva, muchos piensan que eso es algo positivo pero para mi no es tan fácil, cambiar mi vida tan de repente.

— Caroline, ¿ocurre algo cariño? Se que es algo mas pequeña que nuestra antigua casa pero seguro que con algo de decoración será un lindo lugar para los dos.

— Si papa no te preocupes, solo...es que estaba pensando cual iba a ser mi habitación...

— Oh, claro te va a encantar, sígueme. —Seguí a mi padre por las escaleras hasta el segundo piso y caminamos al final del pasillo. Entramos en una habitación amplia con un ventanal que se dirigía al jardín y  puerta en una esquina, supuse que seria un baño.

— Esta es, es la única habitación con baño propio así que pensé que seria mejor para ti tener tu propio espacio, ya sabes que soy algo desordenado.

— No te preocupes papá, me encanta. Creo que una vez estén todas mis cosas fuera de las cajas se vera muy bien.

— Me alegra que te guste, tal vez luego de desempacar podamos ir a dar una vuelta por el vecindario...

Mientras hablábamos el timbre sonó, era la gente de la mudanza que traía todos los muebles grandes, papa bajo enseguida a abrirles y me dijo que fuera sola a dar el paseo para irme acostumbrando al vecindario.

Camine un rato por la calle hasta llegar a un pequeño parque con un lindo quiosco al centro, camine hacia el y me senté en una de las bancas que había ahí. Tome mi celular y mirar mis notificaciones para pasar un rato, no puede evitar suspirar al ver fotos de mi antigua casa, en eso escuche a alguien caminar hacia donde estaba, gire la mirada y vi a un chico, era alto y tenia un pelo castaño oscuro algo largo con un copete que cubría uno de sus ojos, se sentó delante de mi en el quiosco me miro y aparto la mirado, luego saco su celular y solo se quedo ahí mirándolo, supuse que era alguien del vecindario y no le di mas importancia. Paso el rato y mi padre me mando un mensaje para que volviera a casa ya que la mudanza había terminado de acomodar los muebles así que apresure en ir a ver que tal se veía con los muebles instalado, cuando llegue papa me estaba esperando en el pórtico sentado mientras se tomaba un refresco.

— Hola hija, ¿Qué tal el vecindario? Yo daré una vuelta mañana, por ahora solo voy a descansar, por cierto ya pedí la cena así que no te preocupes por cocinar.

— Esta bien papá, el vecindario es lindo y aquí cerca hay un parque con un quiosco, estuve ahí sentada un rato, voy a entrar a ver que tal quedo mi habitación.

— Claro cariño, si quiere que te ayude a reacomodar algo avisame.

— Claro, no te preocupes —Entre a la casa y subí las escaleras yendo directamente hacia mi cuarto.

 Al entrar la verdad me quede sorprendida por que haya quedado tan bien, pero no podia evitar sentirme triste al ver mis cosas en otro lugar...comencé a desempacar algunas cajas pequeñas que  había traído conmigo en al auto y comencé a guardar las cosas en su lugar, no puedo evitar suspirar al ver mi cuadernos viejos, pero al menos por ahora parece que este cambio de ambiente no esta tan mal, espero todo vaya bien.




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⏰ Última actualización: Mar 06, 2023 ⏰

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