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Te encontrabas exhausta después del entrenamiento diario, pues desde que viste a Itadori morir frente a tus ojos entrenabas más y más fuerte

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Te encontrabas exhausta después del entrenamiento diario, pues desde que viste a Itadori morir frente a tus ojos entrenabas más y más fuerte. Sabías que ibas a tener que ver a muchos compañeros heridos por ser hechicera; sin embargo, no esperabas que fuera tan pronto. Y, por más tonto que sonara, entrenar por horas era la única manera en la que podías sentirte menos triste y culpable por no haber podido salvar a tu amigo.

Aunque nadie te lo decía, era obvio que tenías parte de la culpa. Viste a Megumi y Sukuna pelear hasta, literalmente, la muerte y no fuiste capaz de hacer nada por el miedo que le tenías al rey de las maldiciones. Solo pudiste esconderte entre los arbustos aterrorizada. Todos estos pensamientos invadían una y otra vez tu cabeza durante días y en cualquier lugar.

Seguías a Fushiguro a las máquinas expendedoras por algo de beber. Una vez llegaste ahí, elegiste la bebida de siempre: jugo de pera. Seguías hundida en tu propio mundo cuando de repente sentiste a dos personas llegar, te giraste a verlos para darte cuenta que no se trataba de nadie que conocieras. Había un chico muy alto de al menos 1,90 metros y, sobre todo, musculoso con una amplia cicatriz en el ojo izquierdo y una chica también alta pero no tanto como él. Era realmente atractiva y a juzgar por su uniforme, también era hechicera. No obstante, notaste que ambos los miraban despectivamente, como si se creyeran superiores a ustedes. Eso realmente te incomodó. '¿Quiénes son y a qué venían?' te preguntabas.

—¿Qué haces aquí, Zen'in-senpai? —preguntó Megumi con un tono tranquilo, típico de él.

—¿Sí son familia? —le preguntaste al chico y volteabas a mirarlo esperando una respuesta—. Sí se parecen... ¿son hermanas? —murmuraste lo suficientemente alto para que este te oyera.

—Gemelas.

—Vamos, Fushiguro, así es como llamas a Maki, ¿no? Llámame Mai —le dijo mientras le guiñaba el ojo. 'Realmente es atractiva y tiene una voz muy seductora, si tan solo tuviera otra personalidad' pensaste para ti.

—¿Estos son los que remplazarán a Okkotsu y a los de tercero? —dijo el otro chico sacándote de tus propias suposiciones. Parecía realmente enojado sin razón alguna.

—Vinimos junto con el director porque nos tenían preocupados. Su compañero murió, ¿no? ¿Fue muy duro? ¿O acaso les dio lo mismo? —dijo Mai. No podías descifrar si se estaba burlando o en realidad le preocupaba tu bienestar y el de tu amigo—. No es fácil decir algunas cosas, así que lo haré por ustedes. Puede que "recipiente" suene de lo más noble, no es más que un monstruo mitad Maldición —en verdad empezaban a molestarte sus palabras sobre tu amigo y más cuando la viste sonreír para agregar—. Seguro tener cerca de un ser tan inhuman...

—¿Quién crees que eres para hablar así de él? —la interrumpiste. Estabas casi segura que si decías una palabra más empezarían a salir lágrimas de tus ojos. Fushiguro notó esto e inmediatamente le dedicó una mirada fulminante a la chica que tenían al frente suyo.

dangerous woman | mai zen'inDonde viven las historias. Descúbrelo ahora