XIV

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Quería verlo,
pero no fumar.
Odiaba cuando lo hacía,
no soportaba la idea,
que se estuviera matando,
porque lo último que quería es que muriera,
o sí pero a besos míos.
Y se lo tiraba,
y se enfadaba.
Y cogía otro,
y yo suspiraba,
y le besaba,
y se apartaba.

Un día se apartó tanto,
que me hizo matarme,
como hacía él.
Así empecé,
o terminé.

Poesía para élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora