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Sonaron las campanas, y el estudiante recogió sus cuadernos guardandolos en su bolso para después dirigirse a la salida de la academia, tomando su paraguas que había dejado allí.

Los últimos días fueron soleados y llegó la lluvia sin previo aviso, de ahí las quejas de los estudiantes. Sin embargo, gracias a la suerte de Makoto, atinó al llevar un abrigo y paraguas.
Aunque si no fuese por las advertencias de su madre, estaría en la misma situación que los demás.

—¡Adiós, Naegi! —Se despidió alegre Sayaka, dejando un momento su mano sobre el hombro de éste.

Luego la vio alejarse rápidamente junto a su novia; Mukuro. Al parecer a ellas tampoco se les cruzó por la mente que vendría la lluvia, por lo que lo único que tenían para cubrirse eran sus bolsos sobre su cabeza.
Makoto río, y aunque no lo vieran hizo un gesto de despedida con su mano derecha; esas dos hacían muy linda pareja que hasta les daba envidia. Verlas correr de la mano bajo la lluvia era cómo presenciar una escena de una película romántica.

Suspiró y de su bolso sacó su teléfono, revisando si le había llegado algún mensaje de parte de sus amigos.

Kirigiri (>0<;)

"Celestia me pidió que la ayudará con algo después de clases, asi que luego nos juntamos."

—Pero Kirigiri.. —Se quejó el castaño, pero por otro lado se sentía feliz por su ella quién podría pasar más tiempo con Celes.

"Oki, cuídense de la lluvia (╥﹏╥)" Escribió.

Habían acordado que junto a Togami irían a casa de ella para completar un trabajo práctico que la profesora de artes les había dado durante clases y que no alcanzaron a terminar, pero dado a lo ocurrido, aquello no sucedería.

Esperó a que el rubio bajara las escaleras mientras jugaba con los dedos de sus manos.
Sinceramente, él no quería ir junto a Byakuya a su casa y no por detestarle, sino por lo incómodo que sería; pues hace unos días ellos habían discutido por culpa de las distintas opiniones que tenían sobre resolver un problema de matemáticas.
E irónicamente, el profesor explicó en la clase siguiente que las dos estaban correctas.

¿Se tendría que disculpar? ¿O esperar a que él lo hiciera?
Sabía que existía un 99.9% de posibilidades de que Togami no tocaría el tema, pero él tampoco quería parecer alguien orgulloso y sería una tontería perder a la persona que más quería sólo por una simple tarea.

De repente sintió una presencia detrás de él por lo que volteó rápidamente, encontrándose con su amigo Fujisaki quien traía un libro sobre sus brazos.

—Se te había quedado esto en el aula de ciencias.. —Dijo el más bajo, entregando el objeto.

—¡Muchas gracias, Fujisaki! —Agradeció, recibiéndolo.

El de cabello más claro sonrió un poco, al parecer creyó que su compañero se molestaría por quién sabe que cosa y aquel agradecimiento le tranquilizó un poco.

—De nada. —Dijo, riendo un poco debido a su nerviosismo.— ¿Qué haces aquí? Hace poco dijeron que en un rato más empeoraría la lluvia..

—Lo sé, pero estaba esperando a Togami; no me puedo ir sin él, jeje.

—Oh, lo siento si soné muy entrom-

&quot;rosa cromatica&quot; ; naegami.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora