LA REALIDAD DE LA FICCIÓN (PAUROL-LUIMELIA)

¿Puedo besarte?

Angy decidió que las normas de esta botella tenían que ser distintas, así que si que si no se quería besar a la persona que te indicase la botella, te podrían hacer una pregunta, y si no respondías, tendrías que beber.

-Osea, que acabas de mezclar el yo nunca, con la botella, con verdad o atrevimiento, simplemente amo tu mente Angela.- Dijo Lucía descojonándose.

-Venga,va, giro yo.-Dijo Paula yendo hacía la botella.

-Ueee, rubia ven para aquí anda.-Dijo Lucía poniéndole morritos.

-Oye, ¿ Y si no quiero besarte qué. eh chula?-Paula le levantó la ceja.

-¿No quieres besarme?.-Lucía se levantó, gateó hasta la rubia y le cogió del cuello, pasó sus manos por la espalda de su compañera, rozó con su lengua la de la otra, y la besó como si le fuese la vida en ello, todo esto con un claro objetivo, que al separarse, Carol estuviese mirando fijamente y descifrar sus reacciones, para confirmar sus sospechas.

-Joder.-Soltó Paula en cuanto la boca de Lucía se separó de la suya, había sido un besazo, pero también se quedó sorprendida por el atrevimiento de su amiga, aunque cuando volvió a su sitio y miró su cara, entendió todo. Carol estaba mordiéndose el labio nerviosa, intentando no hacer contacto con ninguna, y Lucía sonreía victoriosa, guiñándole un ojo a Paula. 

Carol mentiría si dijese que no había deseado ser ella la del beso, estando en cualquiera de la partes, su cuerpo reaccionó viendo ese beso, y aunque no quería verlo, sabía el por qué, ya había aceptado hace tiempo que le gustaba besar a Paula, y ahora, al excitarse viendo a dos mujeres besarse, había confirmado lo que dudaba hace unas semanas, y es que quizás sus preferencias sexuales habían cambiado un poco desde que entró en el papel de Amelia, se sentía atraída por algunas mujeres, y eso no era nada malo, pero no pudo evitar tener vergüenza de mirar a alguna de las dos a los ojos, por si era descubierta, aunque el intento haya sido en vano, porque claramente las dos amigas se habían percatado.

-Venga, giro yo-Dijo Angy.-UUUH, Lusiaa de la fuente, ven aquí guapa.

-Oyee, que yo si tengo novio.-Dijo riéndose.

-Bueno, pero que por un beso con una amiga tampoco pasa nada.-Dijo Paula empujándola a besarse con Angy.

-Ueeee, alaaa.-Gritaron todos a la vez cuando empezaron a besarse las dos compañeras.

Mientras Lucía y Angy se estaban besando, la rubia hizo contacto visual con Carol, y se observaron intentando descifrarse. Paula quería averiguar si viendo el beso de ella y su compañera, le había pasado lo que le había pasado y Carol por su parte, intentó averiguar  porque con el lio de lenguas de sus otras dos compañeras, no estaba sintiendo lo mismo que hace unos instantes. La valenciana la miró de arriba abajo, y no pudo evitar morderse el labio, y la catalana, por acto reflejo, repitió el movimiento.

Siguieron jugando un rato más, y los chicos tuvieron que besarse todo entre todos, con los gritos de sus compañeras de coro, orgullosas de romper su masculinidad frágil aunque fuese por un momento, pero el alcohol les fue ganando y los presentes iban desapareciendo poco a poco.

Paula fue a buscar pijamas para las dos Lucias, y Angy, que se quedaban a dormir, y Carol estaba pensando si iba demasiado borracha para coger el coche, y en cuanto se intentó levantar, supo que no sería la mejor opción.

-Epaa, Carola, así no me vas a ningún lado, te quedas si o si que no queremos ningún accidente.

-La verdad es que todavía voy un poco mareada, pero es que no quiero molestar, si casi no tienes espacio ni para ellas, me voy andando, no pasa nada.-Dijo levantándose a duras penas y recogiendo sus cosas.

-Eeeh, no no no.-Dijo Lucía M entrando por el comedor con el pijama.-Tú, Carolina, te vas a quedar aquí, quieras o no quieras, y nos vamos a fumar la pipa de la paz.-Dijo sacando un porro de detrás de su espalda.

-Bff, sois pesadas eh, me voy a quedar pero porque no tengo nada de ganas de caminar una hora.- Se sentó en el sofá y apoyó su mano en la cabeza, la resaca del día siguiente iba a ser interesante.

-Va, te traigo algo para dormir, las Lucías dormís en el sofá cama, Angy, ahora te preparo el sofá, y Carola, no sé si ronco, pero tendrás que dormir conmigo.-Dijo subiendo los hombros.

-Más te vale no roncar.

-¿Pero la hippies no roncáis o qué?-Dijo tirándole un cojñin y riéndose.

-Idiota, que yo no soy hippie.-Dijo devolviéndole el cojinazo.

Lucía, Angy, y la otra Lucia, se miraban entre ellas, intentando aguantar la risa, entendedoras de lo que estaba sucediendo, un tonteo en toda regla, Lu ahora había confirmado que no eran solo sospechas suyas, sino que se veía de lejos como se hablaban y como se miraban.

Cuando todas estaban en pijama en el comedor, encendieron el cigarrito de la paz, mientras charlaban tranquilamente, pero el cansancio les fue ganando poco a poco.

-Ten Carol, acábatelo, yo me voy a dormir que no veas la envida que me están dando estas. -Dijo mirando a Angy y Lucia que ya dormían plácidamente. Y se acurrucó dándole las buenas noches a las dos últimas supervivientes.

-¿Me acompañas a la terraza a fumar? ¿O tienes sueño?

-Mmmm, tengo sueño, pero creo que un rato aguanto.

Ya en la terraza se sentaron en una hamaca que Paula tenía enganchada a dos arboles, una frente a la otra, y tapadas con una manta de margaritas.

-¿Te gustan mucho estas flores, no?-Dijo Carol señalando la manta.

-No son solo flores, son margaritas.-Le señaló con el dedo con cara de cabreo fingida.

-Jjaja, perdone usted, las margaritas.

-Así sí.

-Oye Pau, ¿ Puedo preguntarte algo?

-Claro, dime.

-¿Tú como te diste cuenta de que te gustaban las mujeres?

-Joder con la preguntita.

-Perdón si te he incomodado, es que tengo curiosidad, se que eres bisexual, pero también se que lo sabes hace poco, y eso...

-Pues a ver, me empecé a sentir atraída por chicas que veía en discotecas, o incluso amigas mías, y aunque por miedo no sobrepasaba los límites, me imaginaba teniendo acercamientos con mujeres, y me parecía igual de posible hacer eso con una chica que con un chico, y luego ya sabes lo que vino... Engañé a mi novio con una chica, y no estoy nada orgullosa de ello...

-Creo que yo también me siento atraída por algunas chicas.- Soltó Carol, con un poco de miedo en su cuerpo, por escuchar esas palabras salir de su boca.

Paula tuvo unos segundos de shock, no se esperaba para nada esa respuesta por parte de su amiga, creía que la pregunta había sido simple curiosidad por lo desconocido.

-¿Por qué crees eso?- Dijo la rubia tragando saliva y mirándola directamente a los ojos.

-Porque me gusta besar a Luisita, y me gusta ver las escenas de dos mujeres besándose, porque me he gustado ver como te besabas con Lucía.-Dijo esto último con cierta vergüenza.

-No sé que decir Carol, solo tú puedes saber eso.

-¿Puedo besarte?-No sé si fue el alcohol, el sueño, o la noche de confesiones, pero la morena creyó que la mejor manera de averiguarlo sería besar a una chica fuera de su papel, en la vida real, y no vio mejor opción que su rubia.