Capítulo 3

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Fayna

Me levanto de la cómoda cama con el pelo revuelto ,sin saber que voy a hacer ahora, teniendo en cuenta que no tengo una reserva para dos meses en este hotel y no tengo a donde ir.

Lo primero que se me pasa por la cabeza es encontrar un supermercado o tienda de algún tipo y comprar una tienda de campaña y un saco de dormir,lo cuál es una locura ya que no me conozco este sitio y no quiero acampar y encontrarme un oso de repente.La otra idea es dar una vuelta y bajar más al centro de la ciudad y intentar encontrar un hostal o piso de alquiler bastante barato, porque la verdad es que no es que lleve demasiado dinero que digamos. Tengo lo bastante como para comprar la tienda y supongo que para alquilar algo barato también, aunque a este paso todo me parece de locos. Bueno, la vida sería aburrida sin aventura, o al menos eso dicen.

Cojo mi mochila y decido que también voy a comprar otro tipo de bolsa porque definitivamente no voy a ir por ahí a acampar con una maleta más grande que el balcón. Bajo por esas escaleras de pino que subí ayer y salgo por la puerta despidiéndome de la recepcionista con un gesto rápido.

Empiezo a arrastrar la maleta por el camino de piedra que sale del hotel.Me centro en ir hacia la ciudad, supongo que por allí habrá algún supermercado o algo,eso es internacional pienso, pero bueno, yo ya no sé que pensar a estas alturas.

Unos minutos después...

Me topo de frente con lo que parece ser una especie de supermercado o tienda de souvenirs. Entro y le pregunto a la dependienta si vende tiendas de campaña y le cuento mi problema con el hotel y con la maleta. Por suerte, me ofrece una tienda de campaña a buen precio y medianamente amplia. También compro un saco de dormir bastante grueso (no vaya a ser que me dé una hipotermia por la noche), una mochila nueva para poner la ropa de la maleta y por supuesto algo de comida. Al parecer la señora es más amable que el taxista y me recomienda una parte del bosque donde hay un claro cerca del lago para poder acampar. Le doy las gracias y salgo de allí deseosa de ver el bosque y aquel lago del que me habló la mujer.

La verdad es que me encantan los bosques y en general todo lo que tiene que ver con la naturaleza. Me parece fascinante observar como el ciclo de la vida sigue su curso y nosotros somos simplemente humanos que no se preocupan de nada de eso. Amo apreciar las cosas pequeñas, todo tiene su belleza, solo hay que saber mirar ,a veces me siento mal al pensar que la gente no se detiene a observar y se pierde lo maravilloso del mundo.

Llego a lo que según aquella señora es el lago, sus aguas son puramente cristalinas y protagonizadas de escarcha que las envuelve. La verdad es que la mujer no mentía en cuánto a las vistas, son preciosas, se ve la ciudad a lo lejos y las montañas justo a la derecha.

Me pongo manos a la obra y empiezo a montar la tienda o al menos lo intento, nunca he sido buena para las manualidades o para cosas de este tipo, y mi torpeza no colabora mucho. Cuando termino de montar la tienda, me doy cuenta que he acabado llena de rasguños y cortes a causa de mi poca destreza con la tienda.

Extiendo el saco de dormir y lo dejo todo preparado para poder tumbarme después.

Aprovecho la luz del Sol para investigar un poco el lugar. Me muevo entre los árboles y oigo los sonidos del bosque susurrando y haciéndome sonreír. La verdad es que no soy una persona miedosa, al menos para los animales o los sitios oscuros, nunca les he tenido miedo, al contrario, me encantan. Tras dar un largo paseo por las copas de los árboles, empiezo a recoger algo de leña para al menos poder hacer fuego y así tener algo de calor por la noche. Presiento que me costará hacerlo, pero bueno, hay que intentarlo al menos.

Vuelvo al improvisado campamento y dejo la leña sobre una especie de hoguera que he hecho bastante rápido. Me acuerdo de que tenía un mechero en la chaqueta que cogí por si acaso. A veces esos "por si acaso" nos salvan la vida de alguna forma. Empiezo a intentar hacer fuego hasta que al sexto intento por fin se prende una débil llama que hace que no me sienta tan inútil.

Me quedo mirando atontada la fogata y después de salir de mi viaje por la luna abro la mochila y saco mi viejo cuaderno en el cual escribo todo lo que me pasa, mis miedos, mis esperanzas, anécdotas... También escribo poesía así que me pongo a escribir algunas versos que tenía en mente.

Poco a poco,se va apagando la luz del día y me quedo mirando el atardecer a la vez que pienso en el fuego y su belleza , sin saber que será de mi mañana, ni si seré lo bastante fuerte como para olvidar todas las pesadillas que me persiguen y me atormentan cada día de mi existencia.

Este capítulo va dedicado a mi Majo, a la cuál quiero muchísimo,es un gran apoyo para mí en todos los sentidos y eres una de las personas más maravillosas que he conocido,te quiero❤️. También se lo dedico a Dany,que te amo y lo sabes, siempre estaré ahí para ti. Dany, te amo mi amor💕

Agradeceros a todxs lxs que estáis leyendo la historia,espero que os guste muchísimo ,un beso a todxs y voten si quieren más partes, comenten qué les pareció el capítulo.✨

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⏰ Última actualización: May 11, 2021 ⏰

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¿Quién dijo por fin si puede ser jamás? EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora