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El silencio incómodo del comedor sólo ocasionaba más tensión entre ellos; Gemma buscaba algún tipo de tema interesante que pueda sacar para poder platicarlo con su único hijo, pero para ser honestos, casi no lo conocía, era como estar conviviendo con un completo extraño, no mantenía mucha comunicación con él debido a su trabajo, lo ocupada que estaba y el hecho de que mandarle un simple no resolvería la distancia enorme que ambos tenían la desanimaban en intentar acercarse, de cualquier forma, terminaba siendo rechazada por él.

Llevó un pedazo de carne a su boca y miró a Logan, su hijo, que comia frente a ella con acciones lentas, picando la comida de vez en cuando con el tenedor y manteniendo su mirada en otro sitio que no fuera en ella, se dio cuenta que habían permanecido en silencio por más de una hora y habían estado comiendo bastante lento así que tenía que hacer, necesitaba romper la tensión lo máximo posible.

- Hm. - aclaró su garganta llamando la atención del joven frente a ella que la miró de reojo - Lo siento Logan... Digo, Jason, normalmente como sola, no estoy acostumbrada a comer acompañada. - se limpio los labios y forzó una sonrisa para verse amigable - cuéntame... Amm, ¿Qué tal la escuela?

- Esta bien. - respondió secamente, llevado un pedazo de carne a su boca; Gemma volvió a aclarar su garganta y se acomodo en su asiento, claramente incomoda.

- Me alegro muchísimo, supongo que ya estás terminando la secundaria.

- Voy en segundo de preparatoria. - le recordó con indiferencia y Gemma no pudo evitar sonrojarse por la vergüenza.

- Oh ¿Enserio? Creces muy rápido... Eres igual a mi hermano, de un momento a otro el ya había crecido bastante. - habló con cierta vergüenza en su tono y está vez el contrario la observó, frunciendo sus cejas con desagrado.

- No me compares con ese intento de hombre.

- Logan. - reprendió con sorpresa - No hables así de tu tío, se que tú y tu padre tienen su forma de ver a las personas con gustos diferentes pero te pido que cuando estés conmigo mantengas el respeto, supongo que eso te enseño ese hombre también ¿no?

- Jason. - corrigió ignorando el regaño que había recibido de su madre hace unos momentos - Mi nombre es Jason, no Logan.

- Cielos. - Gemma bajo la mirada para ocultar su frustración, acariciando el puente de su nariz para relajarse - ¿Me disculpas un momento? Iré por algo de agua.

Se levantó de su asiento y camino hacia la cocina, fingiendo que no había visto su vaso lleno de agua a un lado de su plato, Logan la siguió con la mirada con facciones serias e indiferentes y poco después continuó con su comida, masticando con algo de enfado retenido. Mientras que la mujer castaña tan sólo iba a la cocina para fumarse un cigarrillo, no importaba cuanto lo intentará, estaba segura que jamás tendría una buena relación con su primer y único hijo, todo por culpa de no haber permanecido presente.

Sus años de ausencia en la vida de Logan habían sido más significativos de lo que se había imaginado, después de que ese hombre se quedara con la custodia de su hijo no supo que más hacer, creyó que había perdido y ver como su hijo se formaba en un habiente desagradable la hizo rendirse y alejarse; se arrepiente de su decisión cobrarde.

Estaba por encender su cigarrillo cuando el celular fijo de la casa comenzó a sonar, tomándola por sorpresa, dejó su cigarrillo aún apagado en alguna parte de la cocina y camino hacia la sala con apuro para poder tomar el teléfono, una vez atendió casi se desmaya con lo que escucho.

- ¿¡Mi hermano que!?

El grito inesperado sobresalto un poco a Logan quien se levantó indeciso e inseguro pero cuando se dio cuenta ya estaba en la sala donde su madre escuchaba con inquietud lo que su cuñado le decía a través del teléfono, habían detenido a su hermano por sospecha de secuestro pero eso era simplemente ridículo, su hermano sería incapaz de hacer algo como eso, literalmente, incapaz de matar a una mosca siquiera.

𝙾𝚗𝚎 𝙳𝚒𝚛𝚎𝚌𝚝𝚒𝚘𝚗 ¿𝚢 𝚘𝚝𝚛𝚊? // L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora