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Esa era una noche tranquila y silenciosa pero también fría y lluviosa, en una pequeña sala-comedor dentro de un departamento, se encontraba un niño no mayor de 5 años, veía a su héroe favorito en la televisión con sus grandes ojos verdes, eran tan brillantes que parecían reflejar perfectamente su deseo de ser como él.
Ese niño no era nada más ni nada menos que Izuku Midoriya, este se encontraba esperando a su madre, Inko-san o como todos la conocían, la señora Midoriya.
Aunque el dirigía su completa atención a la pantalla frente a el, había algo que rondaba por su mente, ¿Porque mamá tarda tanto en volver de la tienda?
El menor al poco tiempo le dejo de tomar importancia, pero cuando pasaron las horas, este se empezó a preocupar, pues sabía que esto ya no era normal, sabía perfectamente que máximo su mamá se tardaba media hora, pero ¿¡2 horas y media!?
El niño con cada minuto que pasaba se angustiaba más y más por las infinitas posibilidades de que algo malo le haya pasado a su madre.
Sin pensarlo 2 veces, este agarró su abrigó, sus zapatillas con diseño de All Might y salio corriendo del departamento al que llamaba hogar dirigiéndose a la tienda de comestibles.
Ya estaba por voltear la esquina para llegar a las escaleras cuando chocó con alguien mayor a el, que hizo que cayera de espaldas levemente.
El pequeño se sobó un poco la parte baja y levanto la mirada hacia la persona con la que había chocado.
- ¡O-okaasan!- dijo el de hebras verdes dirigiéndose a la persona con la que tropezó, soltando lágrimas de alivio.
- ¿Izuku?, ¿Que haces aquí afuera con todo este frío?, ¿No deberías estar viendo el vídeo de All Might?- hablo la mayor con una leve preocupación en su voz.
-¡Okaasan e-estaba por salir a buscarte!¡Dijiste que irías a la t-tienda de comestibles y que regresarías en 20 minutos! ¡Pero pa-pasaron las horas y Okaasan n-no llegaba! ¡Me preocupe de que le pasará algo a Okaasan y quería ver si estabas bien!- a este punto el niño ya era un mar de lagrimas, de sus naturalmente radiantes ojos verdes desprendía el líquido salado además que desde hace un rato no había dejado de temblar, pero no sé sabía si era por el frío de esa noche o por la ansiedad que estaba sintiendo.
- Izuku, no llores, Okaasan ya está aquí, ¿por qué creías que me pasaria algo? Sabes que Okaasan iba a volver pronto- Está vez la voz de la mayor sonaba más aliviada y hasta se podría decir tranquilizante.
- E-es que K-kacchan dice que los betas no son queridos por las personas porque son algo antinatural...- Poco a poco Izuku dejo de llorar y su cuerpo dejo de temblar.
- Mi pequeño Izuku...sabes que no deberías de creer todas las cosas que dice Katsuki-chan solo porque sea un dominante- La progenitora empezó a sobar la espalda del más pequeño y a darle leves cariños.
