Misterios

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Si la madrugada hace hilos

de aurora

entre las hojas de margaritas

caídas,

como el fuego quejumbroso.

Como tú y yo

que salimos en pie

de un verano en ruinas

y fundamos farolas de papel,

en un otoño de luna.

Cómo me invades de vida

si la música

dura segundos intactos

de escalada,

de subida

y bajada de mares profundos.

Como un pentagrama solar

cayendo a cuestas

por el aroma de un edificio.

Así me haces sentir

impactando contra cada acera

sin derrumbar mis esquinas.

Sin nada,

sólo versos y estaciones

que duren cuatrocientos años.

Poemas de mariposas

y flores silvestres

que una vez até a mis manos

para hacer melodías florales,

porque era prácticamente

imposible llevarme la nocturnidad

diurna de un bosque

atada a la cintura.

Y ahora siento que llevo

encadenados al pecho,

sinuosos con curvas

tus delirios más profundos,

tus miedos que empezaron

en tu infancia.

Tus misterios,

y tu amor por las cosas

sensibles, especialmente

los poemas de mi cuerpo

y mi mente más vulnerables.

CarmenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora