¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
―No has comido en todo el receso, (N).― Escuché a Haruko decir con preocupación ―Además de que pareces estar muerta.― Hablo después de unos segundos en silencio
Ante sus palabras me levanté de la escalera donde estaba acostada, había corrido mucho desde la florería a la escuela para que me dijeran que no podía pasar a la clase, odio mi vida.
―Lo siento.― Me disculpe, tome un poco de agua, mi garganta dolía mucbo
―Esta bien, no te disculpes, creo que hubiera estado igual que tú si me hubieran dicho que no podía entrar a la clase después de haber corrido casi un maratón.― Reí ante sus últimas palabras, tome mi almuerzo para comenzar a comer
―Oye... ¿Reconoces a Mafuyu?.― Pregunte, ella solo me vio un poco para después mirar hacia arriba como tratando de recordar
―Ah, ¿El que estaba siempre con Yoshida, Kashima?.― Asentí ante sus palabras ―Oh, entonces si lo reconozco, ¿Por qué?.― Pregunta
―Vivo cerca de el, pero ya no lo veo con Yoshida ni Kashima...― Conocía a Mafuyu desde pequeña al igual que Yoshida y Kashima, Haruko fue quien me los presento después de un tiempo de convertirnos en amigas
―Mmh, según yo tuvieron una pelea, o eso fue lo que escuché antes de mudarme.― Respondió
―¿Una pelea?.― Pregunté sus mismas palabras
―Si, ¿Qué acaso no recuerdas que ellos dos eran pareja?.― Mire hacia arriba tratando de recordar
Cuando recordé lo único que salió de mi boca fue un "Ah".
―Dios, tú si que eres distraída.― La mire mal ―Aún que creo que a Mafuyu le gustan también las mujeres.― Murmuró audible solo para mi, un profesor pasaba cerca
―Uh, si.― Respondí una vez el profesor se fue
Haruko se tapo la boca tratando de no reír, sin embargo no funcionó para nada ya que termino riéndose, la mire extrañada.
―¿A ti que te pasa?.― Pregunté mirándola con rareza
―Nada, nada, es solo que me acordé de algo.― Respondió aún riéndose
―¿De que te te acabas de acordar?.― Ella solo siguió riéndose ―Eres rara.― La mire con la cabeza ladeada mientras ella seguía riendo
Una vez terminaron las clases llegué al departamento cansada, lanze la mochila a el suelo y sepa dónde quedó.
―¡Me quiero morir!.― Exclamé una vez estuve boca abajo, el grito que hice fue retenido por la almohada que tenía en la cara
Me volví a levantar, tenía tarea que hacer pero me da una pereza, mire hacia el estuche del violín, lo tome y saque el instrumento, hace mucho que no lo toco, con determinación me acomode para poder tocarlo, recuerdo algunas canciones en violín que aprendí hace mucho.