Sabes que quiero más
No sé vivir solo con cinco sentidos
Este mar cada vez guarda más barcos hundidos
Por la boca vive el pez; Ariadna
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I.
Si pudiera materializar su indignación hasta hacerla palpable Shen Qingqiu hubiese ahogado a Shang Qinghua con ella. Después de su desagradable encuentro con Bing-ge (era más fácil para él llamarlo en su mente por el nombre dado por los fanáticos para no confundirlo con su versión) y tras tranquilizar a su lloroso discípulo de que se encontraba en perfecto estado (y de unas cuantas cosas más en las que prefería no pensar, gracias) había ido directo a buscar al bastardo creador de ese mocoso ennegrecido. Y ahora estaban allí, en su casa del pico An Ding, sentados frente a frente y separados por una escuálida mesa. Shen Qingqiu aspiró profundamente e intentó por todos los medios reprimir el impulso de estrangular al no tan respetable autor de PIDW hasta la muerte.
Estuvo a una mirada indiferente más de fallar miserablemente.
—Vamos, hermano pepino, después de todo lo que ha pasado no deberías esperar que realmente esté sorprendido —explicó Shang Qinghua. Nunca lo diría en voz alta pero siempre que Shen Qingqiu le miraba de esa manera, con sus profundos ojos oscuros luciendo agraviados y sin parpadear, sentía que estaba de nuevo ante el Shen Qingqiu original.
—Primero me arrancó un brazo y una pierna durante el protocolo de castigo de mi sistema. Luego, cuando estuvimos frente a frente y después de lo que te he contado me besó, me manoseó, ¡trató de...! —la voz se le quebró en la última parte como una rama dócil bajo el pie de una niña menuda—. ¡Me dijo que fuera con él! ¡A mí! ¡Al maestro que le torturó durante toda su maldita adolescencia! ¿¡Qué diablos está mal en su cabeza!? —Shen Qingqiu croó y Avión tamborileó un par de veces sobre la mesa antes de detener sus dedos y mirar seriamente al maestro del pico Qing Jing.
—¿Muchas cosas? —touché—. Aiya, no me mires así. Te ves como una joven señorita despechada a la que su primer amor ha intentado desflorar sin proponerle matrimonio primero.
La mirada que Shen Qingqiu le dirigió a su compañero transmigrador fue feroz y Shang Qinghua tuvo la decencia de estremecerse y encogerse sobre sí mismo al mismo tiempo. El pequeño hámster cobarde. ¡Por lo que al inmortal más alto le respectaba ahora mismo tanto Bing-ge como su creador podían irse a la mierda en la zanja más profunda!
—¡Estoy hablando en serio! —Shen Qingqiu bufó, sus ojos se entornaron en una mueca desdeñosa mientras ocultaba la mitad de su rostro detrás de un abanico que Shang Qinghua no había visto antes—. Ese cachorro no es consciente del lobo con el que nos topamos pero yo sí y aunque ya le dije que se deshiciera de los restos de Xin Mo aún estoy preocupado de que esa cosa regrese.
—¿Esa cosa? Hermano pepino, ¿no crees que estás siendo algo cruel con tu protagonista favorito? —Shang Qinghua tuvo el descaro de preguntar, el muy bastardo. Shen Qingqiu cerró tan rápido y con tanta fuerza su recientemente desplegado abanico que varias grietas se formaron en la base.
—Seré lo cruel que quiera con ese mocoso de doble cara. Te recuerdo que intentó meterse bajo mi túnica. Maldita sea, ¿por qué no estás sorprendido? Cuando nuestra versión de Luo Binghe se dobló estabas más incrédulo que yo —masculló Shen Qingqiu con frialdad. No era que odiase a Bing-ge. Como bien había señalado el hermano Avión, el muchacho había sido uno de sus protagonistas favoritos. ¡Pero era muy distinto leer sobre un loto blanco ennegreciéndose que tenerlo frente a ti! ¡Sobre todo cuando ese loto negro te quería muerto! Shen Qingqiu ya había tonteado lo suficiente con la muerte como para estar satisfecho por esa vida y las siguientes, ¡gracias!

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The tale of the broken immortal proud
Fanfiction"Si Shen Qingqiu pudiera materializar su indignación hasta hacerla palpable hubiese ahogado a Shang Qinghua con ella. O, Shen Qingqiu se ve en la obligación de lidiar con las consecuencias de que el autor de pacotilla hubiera escrito y posteado un m...