Lo haremos juntos pequeña

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La noción del tiempo se fue tan rápido en mi que no me di cuenta de que el Azabache y yo ya estábamos desnudos, el estaba parado enfrente de mi admirando mi cuerpo como dios me trajo al mundo admirando cada detalle en mi y recordar aquel momento p...

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La noción del tiempo se fue tan rápido en mi que no me di cuenta de que el Azabache y yo ya estábamos desnudos, el estaba parado enfrente de mi admirando mi cuerpo como dios me trajo al mundo admirando cada detalle en mi y recordar aquel momento para grabarlo en su mente, estaba toda expuesta para el con las piernas un poco cruzadas y mis brazos tapando mis pechos por pena, estaba sonrojada y me ponía nerviosa en la forma que me miraba el Fushiguro mayor, tenia su mirada perdida en mi cuerpo admirándolo como una pieza de arte que con tan solo tocarla ya estaba a punto de romperse, también lo observe y vi su buen cuerpo todo trabajado enfrente de mi, era algo tan hermoso que tan solo ver que ese hombre fue mío alguna vez, las mujeres tendrían envidia si siguiera con el en una relacion, por desgracia asi no fue como pasaron las cosas, el peli negro se acerco a mi para quitar los mechones de cabello castaño que caían sobre mi cara para asi poder besarme con suma delicadeza, recorría sus manos en todo mi cuerpo mientras yo jadeaba en su boca y puse mis brazos atrás de su cuerpo apegándolo mas a mi para que no se separara ni un segundo, de un momento a otro siento que sus manos recorren mi cintura hasta llegar a mi clítoris este estimula lentamente mientras sigo jadeando, cada vez que su ritmo va mas rápido en pocos minutos sus 2 dedos ya estaban dentro de mi vagina, metía y sacaba era un vaivén rudo pero excitante que hacia que arquera la espalda.

"To-ji" dije entre gemidos en su boca mientras que el hombre estaba en lo suyo para asi pasar de mis labios hasta mis pechos, su boca jugo con mis pezones lamiéndolos y mordisqueándolos despacio.

"Estas muy mojada pequeña, necesito oírte gemir para mi zorrita" dejando mi pezón dirigiéndose a mi oreja con un tono ronco debido a la lujuria que apoderaba en el.

Mis gemidos se hicieron mas fuertes y sensuales para aquel azabache, este saco sus dos dedos para llevarlos a mi boca para asi acceder y chuparlos saboreando mis jugos sexuales, saco sus dedos de mi boca para después besarme y acariciar mi cintura para después dejar besos en mi cuello, pechos y en todo mi abdomen para bajar hasta mi monte de venus pulido, su respiración choco con mi entrada haciéndome estremecer y apretar las sabanas por aquel placer. Su lengua toco mi vagina y comenzó un jugueteo ahí abajo mientras yo me mordía mi mano para no gemir tan alto y despertar a megumi, su habitación estaba lejos pero por si las dudas no queria que supiera como su padre se bajo hasta el botón del diablo , ¡Dios!.

Lamio hasta introducir su lengua en mi vagina para sentirle y retorcerme como un gusano en sal para asi poner mi mano en su cabeza y sus hebras azabaches para que se profundizara mas los movimientos y contraer mi vagina para doblar mis piernas un poco, el hombre se dio cuenta de esto, el gruño y separo con tal brusquedad mis piernas y colocando cada una de sus manos en mis muslos para que no cerrara mis piernas, no podía mas, me iba a venir en cualquier momento, "no me hagas esto fushiguro y solo con tu jodida lengua" dije en susurro.

El azabache se separo y se llevo su dedo pulgar a sus labios para quitar los restos de mis fluidos para después soltar una risa que hizo que erizara mi piel, se levanto para caminar al cajón de la mesita de noche y sacar un paquete de condones "Durex" para asi abrirlo con los dientes como si no tuviera preocupación en romperse, eso no le importo y se lo coloco para después posicionarse entre mis piernas y llevarlas a sus hombros, metió un poco su glande en mi interior que hizo que sollozara desesperadamente para que el entrara de una vez, y como fue, el hombre metió con brusquedad su miembro dentro de mi vagina lubricada, solté un quejido de dolor y a la vez placer, este me miro con un semblante de preocupación que se acerco a mi cara para besarme y que olvidara el dolor, mi respiración era agitada por el inesperado momento cuando introdujo su masculinidad hacia mi feminidad.

La niñera de Megumi Fushiguro||Toji FushiguroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora