3 | 아빠, 아파요!

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Jeno se despierta en la madrugada con pesadumbre y el cuerpo apenas cooperando con sus propósitos de levantarse. Cuando es un poco más consciente, percibe al teléfono sonar imparable y cuando lo mira, la llamada desaparece, mostrándole la hora y unas tres notificaciones de llamadas. No trae puestos los lentes, pero cuando los alcanza, puede distinguir el nombre de Jaemin y el numero dos con seis de la mañana.

Normalmente tenía el sueño ligero, debido a que se le quedó la costumbre de estar al pendiente de cualquier ruidito que hiciera Jisung por la madrugada. Sin embargo, con los eventos recientes, su cuerpo se siente más agotado debido al estrés que le provocaba el tener a Jaemin y al bebé lejos. Eso aunado a las constantes pesadillas y los pensamientos que, posteriormente, le impedían dormir en paz.

Cuando por fin se siente despabilado, el teléfono se enciende de nuevo anunciando la llamada entrante de su ex. Jeno no duda en responder.

— ¿Jaemin? ¿Qué sucede? ¿Pasa algo con Jisung?

Al otro lado puede escuchar los quejiditos de su niño, por lo que sin pensarlo —y sin apartar el teléfono de la oreja—, se apresura a vestirse para ir de salida.

Se siente un poco mal y quiero llevarlo a urgencias... está llorando mucho. Lamento molestarte a esta hora...

—No es molestia —jadea, no era fácil buscar las llaves y abrocharse los jeans mientras atendía el teléfono al mismo tiempo. Ni siquiera se le ocurrió encender la luz—. Pásame la dirección y voy por ustedes.

En ese momento, ni siquiera pensaba en el hecho de que Jaehyun debería estar con ellos, solo le importaba salir cuanto antes y no ocasionar un accidente de tráfico para llegar lo antes posible donde Jisung y Jaemin.

Cuando cayó en cuenta, estaba a medio camino y jurando partirle la cara al tipo si se encontraba con que estaba durmiendo o se hubiese negado a llevarlos por cualquier motivo.

Luego de quince minutos de haberle dado carrera a semáforos en naranja, Jeno aparca cerca de un edificio de lujo. Tenía varios pisos y mucha vigilancia, por lo que no le queda de otra más que esperarse otros tres minutos para que el guardia le permitiera confirmar su identidad. Ya no sabía si eso era algo bueno por la seguridad, o malo porque lo estaban retrasando para ver a su hijo que la estaba pasando mal.

Cuando finalmente llega al piso de Jaehyun, no tiene que esperar mucho para que Jaemin le abriera la puerta. Lucía preocupado y estaba cabizbajo, como si alguna pena no le dejara vivir. Jeno quiere tomarlo en brazos como antes y consolarlo con palabras de afecto, decirle que no era su culpa, que los niños se enfermaban de vez en cuando, pero eso ya no le correspondía a él hacerlo.

—Lamento haberte hecho venir, es solo que Jaehyun se tuvo que ir a trabajar y se llevó el único auto... no quería llevarlo en taxi.

—No importa, llámame cuando sea necesario.

Con un gesto de mano, Jeno le invita a que le guie hasta la habitación de Jisung, una muy oscura y de color azul naval que nada tenía que ver con los tonos cremas de su recámara en la otra casa. El pequeño está envuelto en sus sábanas, con la expresión afligida y las mejillas rojas por haber llorado, pero la expresión le cambia tan pronto ve a su papá en el umbral.

— ¡Papá! —le llama con voz ronca apenas con fuerzas, parecía luchar entre querer llorar otra vez y ponerse contento por su presencia.

—Jisung, ¿qué tienes mi amor?

Sin pensarlo dos veces, Jeno se acercó a él y se sentó a su lado en la cama, acarició sus cabellos y el pequeño se acomodó en su abrazo.

—Papi te extraño mucho, me dolía la pancita, pero ahora que estás aquí ya no me duele.

Fatherly | nominDonde viven las historias. Descúbrelo ahora