XIV

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Óyeme ¿Quién te dijo que no puedes salir?

veo una pequeña puerta, sígueme, 

¡Haz lo que te ordeno! Escucha mi voz,

no te alejes de mi, ¡Corre! no te dejaré,

te lo suplico, ven a mí, por favor...

Tú, mi alma gemela, no puedo irme sin ti,

moriré de todas formas si me voy, 

no me dejes, despierta ya de ese sueño que te atormenta,

no vayas hacia la luz, ¿Me escuchas? 

¡No, déjala! ¡Te lo suplico! ¡No, amor mío!

me debilito cada vez más ¿Qué hiciste bestia? 

Te lo ruego no termines con mi vi...

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