XV

8 1 0
                                    


Ven acérquese, comencemos despacio,

no quiero nada de usted, salvo pues una canción,

¿Me la concedería? es lento, agarre mi cintura,

¡Oh no se detengas, siga así! ¡Gireme!, 

mire mis ojos, luego mi cuerpo lentamente,

sostengame hasta que se haya excitado y 

déjeme, búsqueme como si me deseara, 

lo rechazaré y me mirará con desconcierto,  

solo así sabré si es bueno no solo bailando. 

PoemasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora