Cuatro

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Le había dado varias vueltas a su cama, aparte de que hacía frío, no podía dormir, hizo un puchero ya cansado de no poder conciliar el sueño, abrazó a su perro de peluche y se tapó completamente, cerró los ojos y cuando el sueño estaba llegando a él, Changbin entró y prendió la luz, rodó los ojos.

-Ups, lo siento -El mayor fue directo a sus cajones de ropa y busco su pijama, se lo puso ahí, enfrente de Seungmin y se fue a su cama.

-Te odio -soltó de repente, le había espantado el sueño.

-Me amas, no engañas a nadie -Changbin estaba en su celular, ni si quiera se inmutó a apagar la luz.

-¿Quieres apagar la puta luz? -le miró.

-¿Estás de mal humor, cachorro? -Seungmin le alzó el dedo de en medio- Okey, ya la apago.

Se levantó a hacerlo, una vez que la luz estuvo apagada, Seungmin suspiro y se dio la vuelta dándole la vuelta espalda, cerró sus ojos y segundos más tarde sintió unos brazos pasar por su cintura.

-Había una vez, un niño con aspecto de cachorro, ese niño era un gran artista que trabajaba duro y le costaba conciliar el sueño, un día llegó un dwekki a su vida y le contó todas las noches una historia diferente para poder dormir, y es así como tú Changbinnie te contará historias todas las noches hasta que puedas dormir -le había susurrado una corta historia que por una extraña razón le había hecho sentir pesadez- Descansa, Minnie~

Esta vez Seungmin no le había llamado pequeño, solamente se había quedado dormido sin más.


Bitzy~

Pequeño~ -ChangMin- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora