capítulo cuatro

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colapso


Hoy creí que ya volvió, que todo iba ya mejor, pero fué un sueño nada más, y yo ya pido una señal

Daniel se encontraba abrazado a mí cintura. Me cortaba un poco el aire pero no había nada mejor que sus bracitos rodeando mi cuerpo. O como la linda sensación que se alojaba en mi pecho cuando aquello pasaba.

-Te extrañé, amor -murmuré acariciando su pelito-.

Ahora lo tenía gris, le quedaba hermoso. Era consciente de el esfuerzo que Daniel ponía sobre su pelo, lo cuidaba como si fuese oro y eso me generaba mucha ternura.

Chiquito lindo.

Cuando él iba a responderme, la imagen desapareció y mis ojos se abrieron, cambiando la imagen de Dani abrazado a mí por la oscuridad de mi cuarto.

Abracé fuerte mi almohada. No quería despertar, al menos no tan pronto.

Dios, dame fuerza, que ya me voy a rendir, dios, dame fuerza, que siento que yo ya perdí, y no, no, no, no

No sé pa dónde voy, sigo varado esperando a que ella diga algo, y no, no, no, no

-Yo ya voy dudando de si algún día, él me amó -dije triste. Hace unos días ese pensamiento surgió en mi cabeza, desde entonces, no pude quitarlo-.

-Ya no pienses tanto, claro que él te amó -respondió Mateo, abrazándome de inmediato-. Solo fue un colapso, al rato volverá a brillar, aunque tal vez ya no para ti -susurró lo último-. Pero bueno, lo importante es que sean feliz, ¿No?

¿Y qué hay de mí?, yo sigo aquí, yo también quiero ser feliz, mira, mi amor, yo sigo aquí, yo sigo estando para ti, hoy sigo estando para ti

Si es así, él sería el único feliz.

HASTA EL FIN DEL MUNDO (wosani) ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora