amante paranormal

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《Minjoon》



No recordaba como fue que empezó, pero tampoco era algo que le interesara en estos momentos, su concentración sólo iba lo siguiente, su parte baja a la intemperie del gélido lugar en el que se convertía su habitación y aunque el frío fuera palpable él no podía sentirse más caliente.
No reparó en retorcer su cadera cuando otra lamida fria fue desde la base de su pene hasta la punta y ahí jugó un poco con la endidura, la mezcla que se creaba daba una sensación exquisita y un gemido suplicante se escapó sin siquiera darse cuenta.
Sus manos se aferraba a sus sábanas hasta tener los nudillos blancos, lo necesitaba, necesitaba que él juego previo terminará.
El no poder ver le hacía aún más sensible al tacto y sus oídos se agudizaban volviendolo aún más loco por los sonidos húmedos de lo que creía era una lengua jugando en medio de su piernas, Namjoon realmente deseaba poder quitarse el antifaz y besar a su amante, desea hundir su lengua en la boca de él, gemir sus mil y un deseos.
Pero esa era la regla, no ver mientras el acto era llevado a cabo y no besos, no sabía la hora pero tal vez rondaba cerca de las tres de la madrugada, siempre era la hora de jugar, de hundirse en el deseo oscuro que su alma albergaba y un pequeño grito salió de sus labios cuando escucho la respiración cerca de su cuello y un par de dedos hurgando su entrada, estaba húmedo, lo sabía, el mismo se había prepara en la ducha horas antes.
Porque si Namjoon es sincero cada noche se duerme con la esperanza de ser tomado en la madrugada hasta desfallecer.
Se le cumple, claro que si, quien podría resistirse al bonito viudo de piel morena, nadie, ni siquiera en el más allá.
Es por eso que ahora el hombre joven ruge en pasión mientras siente su agujero expandirse, sus paredes siendo invadidas por una frialdad, que sin embargo le enciende, le hace quemarse desde adentro, todo lo que puede es sentir y escuchar los jadeos sobre él y manos frías escurrirse en su piel tostada, le tocan como si quisieran en él marcar la presencia, le graban en la memoria lo bien que siente ser jodido a altas horas de la madrugada por algo o alguien del que nisiquiera está seguro saber lo que es y su procedencia, pero lo sospecha, el moreno lo sospecha.
Y su amante no puede estar más a gusto de tener a ese manjar postrado ante él, paralizado por su presencia y aún más por sus acciones, con sus bonitas piernas largas, delgadas y morenas abiertas a sus límites sólo para él, mientras se empuja fuertemente dentro de la cavidad del hombre, hasta sentir la calidez de su ceno, muy dentro cada vez que lo empala tan duramente logra sentir la vida de nuevo, el amor que ha desencadenado en él, en su vida, le pone ver al joven viudo luchar por safar sus manos del agarre invisible, le ve desmoronarse, su bonita boca gimiendo en diferentes tonos y el deseo de hundirse también allí es casi irrefrenable, no se detiene cuando le ve llegar al orgasmo y manchar su pijama superior, su cuerpo doblandose por sus fuertes arremetidas a través de la sensibilidad, el cuerpo del moreno es aún más erótico y deseable cuando llora porque un dulce dolor se escurre desde su vientre al resto de su cuerpo tras haberse corrido, pero lo necesita.
Y finalmente llega, el punto del clímax para el amante y el final del momento favorito para el moreno.
Minutos después la aparente parálisis desaparece y puede mover sus manos con libertad, sus paredes se contraen con el pene retirándose y en cuestión de segundos el silencio se hace presente. Se queda sólo en la oscuridad y la cuidad dormida.
Cuando recupera sus fuerzas retira la tela de los ojos, no hay nada, nadie, sólo él semidesnudo tumbado en su cama, Namjoon se ha acostumbrado y ya no pone esa cara triste, sabe que aunque él no lo hace, su amante puede verlo, de pronto la habitación vuelve a su temperatura normal, siente de nuevo su cuerpo recuperando calor corporal y gotas de sudor no tardan en aparecer, está agitado.
Mira hacia la ventana y sonríe, no puede evitarlo, se ha vuelto adicto a ello, ya cuando la luz salga se encargará de limpiarse y levantar el retrato a lado de sus mesilla, ese donde posa sonriente junto a una bonita mujer.

Namjoon aún tiene vagos recuerdos, tal empezó con los sonidos de la cafetera encendida en la madrugada, o los vaso cayendo detrás de si, no lo sabe, no recuerda ya una vida sólo, ahora lo tiene a él.

La figura que vio dibujada sobre el vaho en la ventana hace mella en su memoria y no puede evitar sonreir,si tal vez ese era él y ese era su nombre, tal vez la fotografía que encontró en los registros antiguos, ese hombre bonito de cabellos rubios y labios exuberantes, era él.
Era su amante.


*la gente inventa cada cosa*.png

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