Apolo Hidalgo y tú

#1

Scarlett

Odiaba enormemente la clase de literatura, con la simple vos de la ansiada narrando me daban unas enormes ganas de acurrucarme a dormir.

- señorita Gissh- la profesora me llamó la atención con su voz pesada- me está prestando atención.

- a-amh- voltie para todos lados y todo el salón tenía los ojos puestos en mi- s-si claro profesora.

- de que estamos hablando señorita- pregunto.

- yo.. lo siento maestra no preste atención- me rendi.

- ósea que mi clase es aburrida?

- no! Sólo que me duele un poco la cabeza.

Mentirosa

- esta bien, vaya a la enfermería.

- oh.. no, no es necesario.

- No se preocupe por la clase señorita, le diré a algún alumno que le pase los apuntes- me dio una sonrisa cálida.

- muchas gracias- le devolví la sonrisa.

Tome mis cosas y las aguarde dentro de mi mochila, colgué del hombro de ella y salí del salón, no sin antes volver a darle las gracias a la profesora.

Los pasillos a esta hora estaban totalmente solos, vacíos, sin ruido o escándalo.. Y era un poco tenebroso a decir verdad. Ya faltaba poco para llegar a la enfermería Así que me detuve separa intentar actuar mi dolor de cabeza.

Sólo no entres y ya..

Cállate y espumate, como no apareces en los exámenes cuando te necesito.

- Scarlett? - la vos varonil me sacó de mis pensamientos.

- que haces ahí? No deberías estar en clases?- El chico parado enfrente de mi pregunto.

Joshua..

- si! lo que pasa es que me duele un poco la cabeza- intente sonreír pero al parecer salió como un mueca.

- quieres que te acompañe a la enfermería?

- oh no, no es necesario- sonreí.

- oh! Vamos, estamos a unos pasos de la enfermería- me dio un codazo en jugeteo- vamos.

- vamos..

Estabamos parados enfrente de la enfermería y toque la puerta un poco nerviosa.

- adelante- la voz cálida de un mujer se escuchó adentro de la habitación.

Entramos y joshua me dio una sonrisa cálida al notar que estaba nerviosa.

- Hola chicos que tal? - pregunto la señora de aspecto joven.

- Hola.. Amm

- Scarlett se siente un poco mal- dijo por mi Yoshi.

- toma asiento aquí en la camilla  porfavor- me senté- que es lo que sientes  cariño-pregunto tocando mi frente.

- sólo es un poco de dolor de cabeza- sonreí nerviosa.

- esta bien deja checo si no tienes  temperatura- me puso un termómetro en la boca y esperemos unos segundos- aver abre- sacó el termómetro de mi boca y anotaba 35.7- no, no tienes temperatura. Te daré una pastilla para la cabeza y ya podrás irte linda.

Se acercó a un cajón y rebusco en la multitud de pastillas asta que sacó la indicada.

- toma, te la tomas ahorita y listo, pronto pase a el malestar- sonrió.