-¿Qué quieres ahora Bernal? - dije con voz cansada.
-Ven, te voy a enseñar una cosa- dijo tocandose el pelo.
-¡Já! Primero; llego tarde. Segundo; ¿Para qué? ya me has humillado bastante en todos estos años así que sí, ¡ME VOY! No vaya a ser que te vean estar con alguien como yo, por que eso es lo único que te importa - dije soltando todo el aire que estaba aguantando-
-Vamos, lo siento Ariadna..yo.. yo..
-Tú nada. Adiós. - dije antes de que él acabara la frase y me puse a andar en la dirección al instituto. Nunca antes había querido llegar a ese sitio más que ahora..
***
-Vamos, saquen los libros de matemáticas, tenemos que corregir los ejercicios que os mandé el viernes- dijo la profesora de Matemáticas (Maria Jesús) mientras se disponía a encender su portátil y a hacer lo de siempre.. jugar al ajedrez..
El camino después del incidente "Bernal" fue intranquilo ya que sabía en todo momento que él se encontraba a pasos de mi..
Cuando llegué pude soltar un suspiro realmente sonoro y avanzar hasta mi clase en la que ya se encontraban Jessica Diaz (La payasa de la clase) y su novio Jacobo López (El mujeriego)
No es que tuviera muchos "amigos" allí, pero sí que tenía una mejor amiga. Ella siempre me ayudaba, siempre estaba a mi lado, siempre me decía todo lo que necesitaba saber y por supuesto era como mi hermana. Vanessa Del Pino . Ella siempre estaba en la parte de atrás de la clase y yo siempre estaba a su lado.
Y ahí estabamos, sacando los libros de matemáticas y rezando para que ésta vez no nos tocara salir a la pizarra.. pero era lógico que nos tocaría en algún momento.
-Ariadna y Vanessa, corrijan el ejercicio 4- dijo sin levantar la vista de su portátil
-¡Ahí van las raritas del colegio señores!- gritó el gilipollas de Rasel
Acto seguido, todos empezaron a reirse
Siguieron diciendo cosas así hasta que uno de sus comentarios me hizo estallar "Anda que buenas se han juntado, la gorda y la gilipollas muda"
-Hey, hey, hey, Chaval, conmigo te metes lo que te dé la puta gana, ya me sé todos los insultos y me la suda, pero con Vanessa os relajais si no quereis ningún problema, ¿Lo habeis entendido o os lo repito panda de retrasados?- dije a centímetros de Rasel.
-Señorita, vaya a dirección y allí se lo cuenta a la directora- dijo la profesora mientras señalaba la puerta.
Fui hasta el despacho con los puños cerrados y apretando los dientes.. ya odiaba bastante todo esto.. tenía que escapar de aquí, quería con todas mis fuerzas dejar Madrid y empezar en otro sitio si no quería volverme loca.
-Y bien, señorita Rivera, ¿Qué ha pasado?- dijo juntando las manos.
No sabía el nombre de esa mujer rubia, de ojos verdes y alta que se encontraba siempre aquí.. la llamabamos "Directora" y ella no se molestaba en decir su nombre
-Lo de siempre directora.. ya lo sabe todo ¿Cómo no quiere que me ponga así si no paran?- dije bajando la cabeza y cerrando los ojos para que no se deslizaran grandes lágrimas por mis mejillas.
-supiró- ¿Qué quiere hacer? Ya le dije que sería bueno que hablara con la psicóloga del centro y usted dijo que no..-
-No quiero parecer una loca, no lo soy, no necesito una psicóloga y ya sabe que de esto mis padres no saben nada-
-Bueno, yo lo he intentado, ya sabe que en el centro queremos siempre que los alumnos estén cómodos y tranquilos. Si tiene otro problema no dude en llamar-
-Gracias- dije sonriendole y deslizandome hasta la puerta
***
-Gracia Ariadna, pero tranquila, me da igual lo que me digan. ¿Cómo estás?- Dijo Vanessa mientras desayunaba.
-No tienes que darmelas, no quiero que por mi culpa te digan nada.. ¡Claro que estoy bien Vanessa! Siempre sonriendo que eso les jode más ¿Recuerdas?- dije aguantando las ganas de gritar y salir del instituto. Menos mal que ya habían terminado las tres primeras horas de infierno y ya estabamos en el recreo.
Dejé a Vanessa con su grupo en los bancos del recreo y me fui al baño a echarme agua en la cara.
Me levanté del banco y señalé el baño con la cabeza, le sonreí para que se quedara tranquila y empecé a andar por el porche con paredes marrones que daban a los servicios. chicos y chicas que se comunicaban solo por el techo, ya que las paredes no acabában pegadas a él y muchas veces los chicos se subían para ver a las chicas.
-Hey- me sacó de mis pensamientos y lo peor era que esa voz yo no la conocía. Venía de detrás de mí y no me dió tiempo a darme la vuelta.
Noté como me sujetaban el brazo con firmeza..
-¿Quién.. quién eres?- dije con miedo incapaz de darme la vuelta.
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Guerrera.
AcakAriadna es una chica diferente, 17 años de lucha y bajones. Ella no es como otras, pero Vanessa, su mejor amiga, le hará ver cosas que ella no quiere ver. Esta es una historia diferente, la protagonista no es perfecta. No es delgada, guapa ni mucho...