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él chico convivió con él ese día, y el siguiente y el siguiente a ese, habían creado una relación bastante buena, jongseong se dio cuenta que sunoo era el tipo de persona que lo seguía a todas partes. después de ir a comer se mantuvo cerca hasta que tuvo que regresar, y asi eventualmente lo buscaba para mantenerlo con el, con la confianza que ya se tenían en una de esas salidas casuales sus amigos conocieron a kim, el chico tierno que quería un subway

había descubierto que no se veían mucho por sus agendas algo ocupadas, en especial las de sunghoon, él chico que tenía prácticas de patinaje seguido, heeseung, el cual se ocupaba trabajando actualmente, e incluso el mismo jongseong que tenía un trabajo de medio tiempo en un restaurante; lo descubrió con el tiempo acompañando a su amigo a trabajar o recogerlo de vez en cuando.

pasaban mucho tiempo juntos y ninguno de los dos esperó volverse tan cercano al otro, bien podría decirse que eran mejores amigos, pero lo que sentía kim era diferente, mariposas, calidez en el corazón, saben a lo que me refiero, así que por un tiempo se sintió culpable de estar muy enamorado de jongseong, había aprovechado las festividades invernales recién pasadas para darle la excusa que saldría de la ciudad, y así fué, pero no quería arruinar las cosas que ya tenía solo por su corazón enamorado.

extrañaba al rubio, no lo iba a negar, pero sentía que así estaba mejor, pero park tampoco era ningún tonto, el sentía a sunoo alejándose lentamente, pensaba que el mismo se había dado cuenta de su corazón cuando está cerca del peli negro, pensaba que todas esas salidas casuales o algunos "acompáñame a casa" o un "pensé en ti cuando vi esto" eran muy obvios, así que temió lo peor, temió estar perdiendo al chico de las mejillas bonitas que si sonreía no venía nada a su alrededor.

lo supieron solucionar, se tomaron sus vueltas pero lo hicieron, durante el inicio de semestre ambos se mantuvieron a raya por miedo, mas que nada sunoo, el mantenia distancia mientras jay trataba de acercarse a hablar.
al llegar la primavera, ninguno de los dos soportó la incomodidad, se extrañaban tanto como el polen a la abejas; así que en un parque se encontraban sunoo estornudando por su alergia al cambio de estación y jay soltando risitas por lo lindo que era kim con la nariz roja.

– sunoo, ya pasaron las fiestas de invierno, no es momento de vestirte de rodolfo –

sunoo bufó maldiciendo a jay por su chiste que no era muy gracioso pero con las mejillas algo rojizas por lo vergonzoso que era. el silencio reinó de nuevo esperando que alguno dijera algo.

–jay–

–sunoo– kim tomó aire mentalizandose para lo que queria decir. –perdon por estarte evitando todo este tiempo, hay todo un lío en mi cabeza y no queria incluirte en el–

jay no sabia que decir, todo este tiempo que se habia sentido mal e insuficiente, ahora se detenían, si bien no fue la mejor de las decisiones de kim, el también se tomó su tiempo para meditar sus sentimientos hacia el peli negro llegando a la conclusión de que le gustaba, y mucho.

–no te preocupes, pero pudiste haberme dicho, soy tu amigo sunoo, para eso estoy–

amigo resonó en especial

–amigo ... si, para eso estamos–

–¿tiene algo de malo?–

–no!, pero pues, ¿no estoy siendo obvio?–

–¿obvio sobre que?–

–ahhg, no lo se, no me hagas decirlo– una sonrisa penosa se escapó mientras hacia su queja, jay sabía hacia donde iba esto, se acercó un poco tomando parte del espacio personal de kim, pasando su mano por el respaldo de la banca blanca donde estaban.

–¿hacerte decir que?– respondió ladino, esperaba esa fuera la intención que estaba en kim, si no estaría completamente jodido.

–tu sabes, ya no somos los mismos, hemos cambiado y te veo algo diferente– dijo el peli negro jugando con sus dedos algo nervioso

–¿diferente?, yo también lo hago últimamente..– mientras mas hablaba mas espacio se robaba, también algo de oxígeno y capacidad de mantener la calma.

– ¿ah si?, hace mucho sueño mucho con tus brazos y tus bonitos labios– su mirada bajó hacia los mismos labios con esa marca recta en el inferior, desesba dejar con la palabrería y empezar a comerlos.

– mira que coincidencia, yo también lo hago, es mas, anoch- – park fue interrumpido por un jaloneo en su corbata llevándolo un poco hacia abajo.

–mierda jay, dejate de tanta palabrería y bésame ya– no fue mas que la unica luz verde que necesitaba para empezar con lo que habia querido desde hace meses, sus labios se tocaron empezando rápido, muy necesitados del otro pero conforme pasaba el tiempo se alentaban aumentando las caricias suaves y las sonrisas.

al terminar ninguno dijo nada, solo empezaron a caminar hacia la casa de kim con las mejillas rojas en un silencio algo ansioso de saber que seguiría después, pero ambos lo suponian y esa es la parte más desesperante, ninguno hacía nada por la situación, solo sus miradas y sus manos atadas por sus dedos.

– jong- – habló sunoo cuando se encontraban en la entrada de su casa, jongseong le calló con un beso suave, ambos con ese sentimiento agradable de los labios ajenos explorando los propios.

–me gustas mucho sunoo, de verdad me gustaría que esto fuera algo mas que una amistad– los ojos felinos de sunoo brillaban mas que nunca, una parte de el que derretía al rubio.

–supongo que después de esto debes de saber que es mutuo, asi que está bien, podemos dar un siguiente paso– simplemente asintió con una sonrisa la cual le fué regresada al instante de manera inconsciente – descansa, Sunoo–

– tu también jong– jay lo vió entrar a su casa, no quería irse hasta estar 100% seguro de que esté estaba dentro; después tomó un bus que lo llevaría a su a unos pasos de su departamento, alguien lo estaba esperando y no podía darse el lujo de llegar tarde.

abrió la puerta con sus llaves y dejó su mochila en el perchero, caminó a la cocina y en la isla de esta estaba quién sabía que lo esperaba cada día

-¡jay!- el menor se paró de su lugar y corrió a abrazar al mayor como si fuera la mejor parte de su día, que igualmente era así.

-hola, ¿ya estás cenando?- le cuestionó revolviendo un poco sus cabellos también rubios dejándolo libre para que siga comiendo.

-si, el tuyo está en el microondas, no había mucho para preparar así que solo calenté el ramen que había ahí- jongseong tomó lugar frente al menor mientras acomodaba los palillos en sus dedos.

-gracias, mañana iremos por las compras si no salgo muy tarde, si no tendrás que ir tú- comentó mientras metía un poco de comida a su boca; el japonés le dió un sonido afirmativo.

hablaban temas triviales mientras comían, también sirvieron algo de jugo que encontraron por ahí. el departamento en si no era suyo, sus padres eran personas acomodadas, ocupadas y estresadas, al ir a la universidad su padre le recordó que ahi estaba ese departamento que estaba a nombre de su hijo y que lo usara para vivir, le pidió a sus padres que simplemente cubrieran sus gastos de luz, agua, y el se haría cargo de la matrícula, comida, gastos extra de la escuela y el cuidado de su primo extranjero.

jongseong se sentía todo un padre por estar criando a riki solo, pero cuidaba bien sus pasos, no quería ser una mala influencia ni una molestia para el joven japonés, cosa que a veces le causaba algo de estrés.

スマイル : SmileDonde viven las historias. Descúbrelo ahora