Worthy adventure ─𝑶𝒏𝒆 𝒑𝒊𝒆𝒄𝒆 𝒘𝒂𝒕𝒄𝒉𝒊𝒏𝒈

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Mientras todos despertaban las tripulaciones más fuertes roger y barbablanca eran las que estaban más tranquilas, mientras que los marinos estaban tensos y siendo retenidos por su almirante que se negaba el armar un caos con los piratas; causarían mucho daño a los civiles que se encuentran aquí. Los civiles eran los más afectados, tenían miedo. Eran sólo unos simples humanos sin conocimiento en pelea y sin saber defenderse que se encontraban en su casa y de un segundo para otro los arrebataron de ahí y los movió a esta isla, junto a muchos piratas entre ellos el rey pirata, y marines que estaban tranquilos a su punto de vista. Los pocos dragones celestiales que se encontraban estaban asqueados, junto al gorosei que eran los más tensos de la sala.

─ Entonces, si vamos a ver el futuro, capitán? ─ el pelirrojo sonrió, hace un rato que había despertado, pensó un poco en eso antes de correr al ver a un pelinegro con katana sentado a un lado de un árbol tratando de esconderse de alguien. Ahora sentado con el pelinegro con ojos de halcón que parecía pensar seriamente las decisiones que tomó en su vida.

─ Eso parece mocoso ─ ladeo un poco los labios, estaba prestando atención a uno de sus tripulantes: un samurái de wano que se encontró con su familia y subordinados, estaba muy serio.

Oden despertó y fue casi la misma reacción que shanks, aunque el fue a ver a su familia. También se encontró con sus subordinados que estaban serios pero un poco desconcertados. Empezó hablar con ellos emocionado pero todavía viendo que estaban desconcertados con lo que había sucedido decidió explicar lo poco que había entendido del vice capitán. Después de recobrar la compostura de los samuráis se pusieron más serios y le explicaron la situación que se encontraba wano, kaido. Sentía como hervía la sangre en sus venas, kaido, hijo de perra. Estaba molesto, se atrevió a lastimar a su familia. Fue a revisar a su familia y les explico también lo que había pasado, o lo poco que sabía ya que no estaba tan presente ese conocimiento con toda la información que pasaba en su lugar de nacimiento. Se distrajo hablando con ellos olvidando un poco el enojo que tenía hacía kaido. Lo pagaría.

La tripulación de barbablanca también despertó desconcertada, después de explicar un poco lo sucedido muchos estuvieron de cuerdo en estar tranquilos y sin crear mucho alboroto, aunque eran los piratas de barbablanca, era poco creíble. La tripulación tranquila y con un marco conflictuado de si creer o no, lo ganaron con un; te imaginas verte en un futuro, ¿Qué tan fuerte serías? No me vas a poder ganar! haahaha!. Y así estuvieron aguantando a un pavo en llamas explicando porque en un futuro él los superaría a todos.

Los habitantes de Ohara se encontraban tensos, había muchos pros y contras el ver el futuro, todo dependería de cual bando tuviera más pros a su favor, ese bando ganaría. Pensaban mucho, tal vez alguien de nosotros en un futuro logro averiguar más del siglo vacío. Eso sería muy bueno, y también malo para el gobierno mundial. Ocupaban desechar todos los pensamientos negativos, tenían que distraerse para que sus dudas no consumieran su mente, y apareció la perfecta distracción para ellos; una pequeña niña de 5 años habló.

─ Profesor Clover, cree... qué en realidad podremos ver el futuro? ─ habló un poco tímida pero con ojos esperanzadores y determinación la pequeña pelinegra.

─ Bueno, hay muchas cosas que no sabemos cómo ni dónde vienen, este mundo está lleno de misterios, Robin. Pero, si algo fue tan poderoso como para traer a tanta gente poderosa en un mismo lugar, no sé que pensar. ─sonrió y le revolvió el cabello a la niña.

Mientras tanto una mujer peliblanca tenía los ojos llorosos, ella, robin. Llevaba una capa y se encontraba escondida entre los árboles que estaban alrededor, igual no podría llamar la atención con presencias tan grades como los piratas que se encontraban en el mismo lugar, cuantas ganas tenía de ir corriendo y abrazar a su pequeña, si es que todavía la consideraba su madre... Pero tenía que quedarse en un lugar donde no estuviera a la vista de la marina ni del gorosei. Creció tanto.