— ¿channie, qué pasa? — preguntó el castañito, observando a su amigo qu tenía el ceño fruncido, los brazos cruzados y un pucherito muy notorio.
— El señor Oso te miraba mucho, ¡es un descarado! — declaró — ¡No debe mirar así a mi esposo! — Felix fue a abrazar al azabache para tranquilizarlo, dejando tres besitos en su mejilla.
— ¡channie, no tienes que estar celoso! — lo miró a los ojos — ¡Tampoco tienes que golpear al Sr. Oso! — reclamó.
— ¡Pero él no tiene por qué mirarte así! — se excusó — ¡Tampoco tienes que besarlo! — hizo otro puchero, mirándolo con ojos de cachorro — ¡Bésame solo a mi! — exigió.
Felix acunó sus mejillas, su tempramendo tenso y enojado, desvaneciéndose al recibir múltiples besitos por toda su carita.
— No te preocupes demás, channie hyung. Yo solo te quiero a tí — confesó, sus acarameladas mejillas siendo espolvoreadas con rojo tenue.
— ¿De verdad? — preguntó con los ojos brilantes — ¿Solo a mi? — el castañito asintió, dejando un piquito en sus rosaditos labios.
— Solo a Channie — besó sus de piquito, también besó su naricita y mejillitas — Ahora, disculpate con el Sr. Oso — ordenó con sus cejitas adorablemente fruncidas. Chan hizo un puchero pero aceptó.
Fue a recoger el peluche, susurrándole un "Lo siento" demasiado falso y tirándolo en un rincón de la habitación, por si algo. ¿Qué tal se atrevía a volver a mirar a su castañito?
No quería que la escena terminara con relleno de peluche por todo el piso.
— Ahora Panqueque embolsará las compras — Dijo Felix, refiriéndose al peluche de perro café claro.
Acomodó al perrito, abrazandolo antes de dejarlo en la cama.
— Tenga Panque- — no terminó su frase puesto que es azabache ya había lanzado por la ventana al perro — ¡Bangchan!
— ¡Te miraba mucho!
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Eu bueno, después de mucho actualice, la verdad que me pasaron tantas cosas en estos dos ultimos años pero en fin, cualquier error hacérmelo saber por favor.
