Capítulo 973
La miró a la cara y notó que todavía estaba terriblemente pálida, así que se sentó a su lado. "Son las 8 p.m. ahora. No llevas mucho tiempo durmiendo. ¿Tienes hambre? Qi Lei le pidió a Yang Sheng que nos trajera algo de cena. Aquí, te daré de comer ". Se dio la vuelta y agarró las cajas de comida.
"No tengo hambre todavía. ¿Cómo está Qi Lei?
“Simplemente se fue no hace mucho”, respondió en voz baja.
Xi Xiaye miró sus brazos fuertemente vendados mientras también podía sentir algo de incomodidad en su frente. Levantó la mano para tocarla ligeramente. Como era de esperar, también estaba vendado. Ella frunció el ceño y lo miró preocupada. "¿Las heridas dejarán cicatrices?"
Recordó el momento en que los fragmentos vinieron directamente hacia ella. Incluso el recuerdo la aterrorizaba. Afortunadamente, había girado la cabeza lo suficientemente rápido y se las arregló para evitar heridas fatales.
"Solo estás pensando en eso ahora. ¿En qué estabas pensando antes? No pensaste en llamarme cuando notaste que algo no estaba bien. ¿Recuerdas lo que me prometiste la última vez? No me mires así. No voy a ser fácil contigo. ¡Tienes que reflexionar sobre tus acciones!"
"No me escuchaste en absoluto. ¿No entiendes qué tipo de persona es Qi Feng? ¿Cuántas veces ya te lo he recordado? ¿De verdad me escuchas?" El tono de Mu Yuchen fue severo. Era la primera vez que le hablaba en un tono tan duro.
Xi Xiaye lo miró asombrado, sin saber qué decir. Ella bajó la cabeza por culpa mientras hablaba en voz baja, "¡Estoy bien!"
"Ya es demasiado tarde si no estás bien. ¿Cuándo dejarás que no me preocupe por ti? ¿Dónde están los guardaespaldas? ¿Por qué no los trajiste contigo? " Ignoró por completo su mirada lastimosa y continuó con su sermón. A Xi Xiaye no le gustaba mucho su rostro severo pero hermoso, pero mantuvo su inocencia.
"¡No sabía que Qi Feng estaría allí!"
"¿No lo viste en el momento en que entraste? Te he dicho que no te pongas en contacto con él. Conoces sus antecedentes. ¡Necesitas aprender tu lección! " Mu Yuchen reprendió cuando se dio cuenta de que ella todavía no se había dado cuenta de lo que había hecho mal.
"Ya había entrado. No podría simplemente darme la vuelta e irme, ¿verdad? No voy a explicar si va a asumir que estoy equivocado de todos modos. Puede continuar su conferencia. ¡Estoy escuchando!"
Xi Xiaye ya se sentía mal por lo sucedido. Ella volvió la cabeza enojada y no quería hablar con él. Sabía que discutir no podía resolver el problema y lo empeoraría, por lo que generalmente optaba por permanecer callada durante una discusión.
Mu Yuchen notó que su expresión había cambiado, por lo que detuvo su sermón y solo la miró en silencio. Algún tiempo después, respiró hondo y suavizó su tono, "Está bien, no era mi intención criticarte. Solo espero que puedas tener más cuidado en el futuro para que yo pueda estar tranquilo ".
Aún negándose a mirarlo, su voz sonó un poco amarga cuando respondió: "¿Tienes que ser tan feroz incluso si no lo dijiste en serio? Te dije que no lo hice a propósito ".
"No estoy siendo feroz. Todavía no me he recuperado del frío. Es mi nariz que moquea ". Él se rindió porque ella estaba molesta. Él frotó suavemente su hombro, incitándola a que se diera la vuelta.
Xi Xiaye lo ignoró y le dio una palmada en el hombro, pero continuó poniendo su mano sobre ella. El juego del gato y el ratón se prolongó durante unos ciclos antes de que ella se volviera y lo mirara. “Aleja tu pata de mí. ¡Es pesada!"
