Había algo que no le cuadraba. Estaba teniendo un sueño que no podía describir porque aún seguía dormido, y le estaba enfadando que su cuerpo fuera despertándose poco a poco porque lo estaba disfrutando. Pero, si estaba soñando, ¿por qué la humedad en su mejilla se sentía tan real? Poco a poco fue abriendo los ojos para encontrarse una gran mata de pelo cubriéndole la vista. Ahora la humedad la sentía en los labios y nariz. Entonces fue cuando se despertó de golpe.
-¡Héctor! -se quejó mientras se limpiaba. Tenía babas de su perro por toda la cara. Héctor dobló la cabeza. -¿Cómo te has colado aquí? -y lo cogió para acariciarle detrás de las orejas. Se incorporó en la cama y agarró el móvil para mirar la hora.
-Mierda.
De la rapidez con la que salió de la cama, se tropezó con las sábanas y cayó al suelo, y Héctor no paraba de ladrar porque lo había soltado bruscamente. Se levantó corriendo y pisó algo que le hizo daño en la planta del pie, abriendo la boca con dolor. Se fue desnudando de camino a la ducha y tardó 10 minutos en estar listo. Luego, le dio una caricia al perro antes de cerrar la puerta y correr escaleras abajo sin esperar siquiera al ascensor. Como siempre, Kerem iba tarde.
No quería dar mala impresión a su nuevo equipo, por eso estaba más preocupado que de costumbre, así que aceleró el coche un poco más de lo normal. Habló con Gunfer durante el viaje y le dijo que ya estaba allí, aunque era la primera en llegar. No tardaría mucho, sin embargo, porque la productora estaba cerca de su apartamento, pero aún así seguía nervioso. Estaba empezando a pensar que no era por llegar tarde.
Cuando llegó aún no estaba ni su compañera de trabajo ni su equipo, así que les hicieron pasar a la sala de reuniones mientras les ofrecían bebidas. Después de unos minutos, llegaron dos mujeres acompañadas de Hande, quienes se pusieron cerca de la puerta a hablar con otras personas que iban a asistir a la reunión. Asena llamó a todos dentro de la sala y procedió a hacer las presentaciones formalmente y a explicar los puntos que tenían que tratar en la reunión. Fue entonces cuando notó que lo estaba mirando. Él la miró de vuelta pero ella apartó la mirada rápidamente, lo que le pareció curioso. Llevaba unos pantalones negros anchos que parecían bastante cómodos y un top negro que dejaba su barriga descubierta, y le hizo gracia lo poco que encajaba con su mánager, la cual iba bastante más arreglada, como el resto de los presentes. Después no le hizo tanta gracia verla de perfil con una expresión amable y un poco emocionada, y darse cuenta que era todavía más guapa que en las reuniones online o en la tele.
Estaba bastante seguro que Hande no lo sabía, pero la admiraba en secreto. Había visto un par de series suyas y le gustaba lo bien que actuaba, por lo que había desarrollado una especie de atracción idealizada hacia sus personajes. Y le emocionaba que fueran a trabajar juntos. Estaba ensimismado en sus pensamientos hasta que tuvo que apartar la mirada cuando oyó su nombre, y se dio cuenta que había estado mirándola demasiado rato. Asena los presentó y Kerem le extendió la mano. Tenía una sonrisa preciosa en la cara.
Cuando terminó la reunión, fue directamente al gimnasio a hacer su sesión diaria de entrenamiento. Esta vez la había cambiado. Ahora en vez de masa muscular, iba a tonificar y darle más fibra. Era estricto con el ejercico y la comida, pero no de una manera extrema.
A última hora de la tarde, cuando venía de pasear a Héctor, le llegó una llamada que estaba esperando.
-Pensaba que no querías que quedásemos más -respondió al teléfono con tono orgulloso.
-Y no quiero. Solo te llamo para decirte que me dejé una pulsera anoche, por si me la puedes acercar -contestó la chica al otro lado de la línea.
-¿Y por qué no vienes tu a recogerla?
-Te gustan mucho los jueguecitos, ¿verdad Kerem?
-Como si a ti no te gustara seguirlos -seguía teniendo ese tono orgulloso, aunque sabía que ella estaba sonriendo al otro lado.
ESTÁS LEYENDO
Nazar
Fanfiction-Hanker- El Nazar es un amuleto turco creado en el año 1500 a. C. con la creencia de que podía proteger a las personas de un mal de ojo. Es un salvaguardas y símbolo de la buena suerte. En Turquía lo puedes ver en todos sitios, como en el ala de un...