Narra ____
Me desperté por una sensación de movimiento debajo mía.
Abro los ojos para encontrarme con un cielo azul totalmente despejado.
Siento el cuerpo adolorido como si hubiera estado durmiendo todo el día.
'quiero levantarme' pensé, pero una sensación de inestabilidad me lo impedía.
Me quedé tumbada un rato más observando ese cielo azul y escuchando el sonido del mar?
Realmente estaba en el mar?
Porque me doy cuenta ahora?
De repente el calor inundó mi cuerpo.
Quise levantarme y comprobar en donde estaba pero otra vez la sensación de inestabilidad me invadió.
Levante el brazo derecho comprobando que ese movimiento no afectaba en absoluto a lo que sea en lo que este tumbada. Probé levantando esta vez la pierna izquierda, nada. El objeto de debajo mía no se movió más que por el movimiento de las pequeñas olas.
Decidí levantarme, al hacerlo me quede ahí, sentada observando a mi alrededor.
Nada.
No había nada más que agua.
El calor seguía aumentando.
Pensé en tirarme al agua, así que me levante y mire hacia ella.
El agua era oscura, muy oscura. Que tan profunda sería?
Me agaché y meti me dedo en el agua.
Nada más tocarla me empezó a arder el dedo de lo fría que estaba.
El miedo me invadió el cuerpo.
Me voy a quedar aquí para siempre?
Como llegue aquí?
Empeze a mirar desesperadamente a todos lados pero el paisaje era siempre el mismo. Intenté impulsar la tabla en la que estaba pero no se movió, salté, tampoco se movió.
Y si... Esto es solo un sueño?
Me reí.
Claro cómo no lo había pensado? Esto no puede ser más que un sueño.
Mire hacia arriba.
Entonces como esto es un sueño... Si muero debería poder despertar.
Entonces dejo mi peso caer hacia esa agua helada.
Nada más caer los oídos empezaron a pitarme impidiendo que no escuchara nada más que ese pitido, y inmediatamente el dolor me lleno el cuerpo, quise gritar, pero repentinamente todo paró.
Ya no escuchaba ese molesto pitido.
Tampoco sentía aquel dolor que me hacía querer arrancarme la piel.
Todo era agradable.
Empeze a sentir como mis pulmones se llenaban de agua y como me hundía cada vez más perdiendo de vista la tabla en la que me había despertado.
Entoces cerré los ojos.
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