Bacio ┇ GTA RolPlay

🌹┇Of course I'll do it [Raulo/Carlinas]

Resumen: Esperaba alguna imagen ridícula del abogado con su ropa pero fue una sorpresa al notar que no era así; le quedaba... muy bien.

Advertencias: Lenguaje fuerte, post sexo, relación ambigua. 

Raul está sobre la cama de Carlo, es un desastre y está muy cansado, las sesiones con él siempre lo dejan agotado pero su vida no le da muchos tiempos muertos, por ende tiene que ir a atender un caso, su teléfono no ha parado de sonar desde hace cinco minutos. Pero si contesta en medio de una sesión con Carlo este muerde más fuerte.

Es realmente un niño caprichoso.

Se levanta de la cama tratando de no hacer ruido, verlo tan tranquilo durmiendo le da un pequeño vuelco en el corazón que prefiere omitir de su mente atareada. Hasta que se fija en su ropa, sobre el suelo.

El pantalón esta algo sucio y no era tanto problema pero el resto, su camisa, y su saco estaban pisoteados y llenos de los fluido de ambos. ¿Pero que mierda hizo con su traje más caro ese Traficante de mierda?

— ¡Carlo, la puta madre que cojones! — le grita perdiendo todo rastro de ternura al verlo tan tranquilo.

Eso solo despierta a un niño encabronado como la mierda, quien poco y nada le gusta que le griten. Raúl lo sabe, se lo ha dicho mil veces, pero siempre termina tratándolo como un niño.

—Joder Salinas que coño quieres.

Carlo abre los ojos cuando ve al otro solo con los pantalones, las marcas en toda su espalda y la camisa manchada en sus manos. Sonríe, esta hecho un desastre y es su causa, está orgulloso.

—¿Qué?

—Cómo que qué, no me jodas, es que eres un animal ¿Sabes que tengo trabajo no? ¡Tengo reuniones importantes con gente importante, la puta que te parió! —Salinas se levanta de la cama y lanza la camisa contra el rostro de Carlo, perdiendo el miedo a él por momentos.

Sólo por momentos.

—Que llorón eres — se queja Carlo y la imagen de su pecho cubierto de chupetones y mordidas lo tiene en el cielo, va a estar así por días. —Usa algo mío y ya vete joder, quiero dormir.

Se da la vuelta, puede escuchar perfectamente las quejas de Salinas y como busca entre su ropa.

—Me largo y no me llames a menos que sea trabajo.

Salinas se pone hasta uno de los chalecos que reconoce por el olor de Carlo sobre este, está ligeramente avergonzado y ruega por que el otro no voltee a verlo. Cuarenta años tiene, no puede avergonzarse por tonterías así joder.

Carlo voltea de reojo, esperaba alguna imagen ridícula del abogado con su ropa pero fue una sorpresa al notar que no era así; le quedaba... muy bien.

Algo dentro suyo se movió y hubiera preferido que fuese su pene, no su corazón.

—Te queda de la mierda —le dice a modo de cumplido y se cubre con las mantas para que no vea que se avergonzó cual adolecente con su crush. Bastante patético, suficiente tiene con sentir excitación con él como para que ahora le pase esto.

Salinas se mira en el espejo, realmente no cree que le quede mal. Aún así, le duele un poco que Carlo piense así de él.

—Pues a la siguiente no ensucies mi ropa pendejo, me largo.

El abogado sale de casa y busca su choche, por suerte con todo el ajetreo de anoche no alcanzó Carlo a quemarlo, el Gambino por su parte solo puede pensar en que, la siguiente que venga -que será pronto- por supuesto que lo hará, va a asegurarse de ver a Raúl Salinas con su ropa de nuevo.

Nadie le dice a un Gambino que hacer.