Cap. 4

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  • Dedicado a Arancha Eseverri Barrau
                                    

Ella rió y miro las llaves.

-¡Ah, esto! ¡Sí! – rio sacando un poco la lengua.

- Perdona, ¿Qué querías?

- ¿Tienes un poco de cebolla y limón? – Se encogió – Es que…no nos queda nada – se disculpo

- Pasa, mirare a ver.

Naya entró y saludo a Hammer.

-¿Siempre te paseas así de tranquila? – le dijo este último.

-No tengo nada que temer – le dijo invitándole a acercarse – Vamos, prueba a atacarme.

-¿Estás segura?

-Vamos, sin miedo, no muerdo – sonrió maliciosa clavando sus penetrantes ojos en él mientras Hades los observaba.

Hammer se aproximo e hizo amago de atacarla por detrás como haría cualquier asaltante. Naya con una rapidez y una efectividad implacable lo redujo en un abrir y cerrar de ojos, Hammer creyendo que había sido pura suerte volvió a probar, no podía ganarle una chica tan menuda… debía ser suerte. Insistió y todas las veces Naya consiguió zafarse de él con perfectos movimientos y expertas llaves, era más fuerte de lo que parecía. Hades no podía creerse lo que veía.

-Vaya, te defiendes bien, eres una caja de sorpresas – le dijo este aún tocándose el hombro que le molestaba.

-Bueno, cuando vives entre fieras no te queda otra, o comes o te comen… o como suele decirse hay depredadores y presas si tienes que elegir… - se encogió de hombros apoyándose en el respaldo del sofá. 

-¿Y tus padres? – le pregunto Hades cerrando la nevera mientras jugaba con el limón que volaba de una mano a la otra.

-Los mataron.

Ambos se miraron.

-Oye… ¿Por qué no te quedas a comer con nosotros? Seguro que tienes hambre.

-Un hambre feroz… ya sé que tengo unos horarios un poco descompensados pero…

-Bueno nosotros también – sonrió

-Chicos ¡os dejo! Me voy a casa, necesito dormir un poco – dijo Hammer poniéndose su chaqueta de cuero negro.

-¿Seguro? ¿No quieres quedarte? Aré de comer…

-Mejor no – rió – Vigila lo que pone en la sartén no sea que luego sea algo tóxico – le dijo a Naya saliendo del piso antes de que el limón se estrellase en su cabeza – Fallaste – entreabrió la puerta divertido y se despidió abandonando el edificio.

-No le creas, no soy tan mal cocinero.

Ella sonrió y lo ayudo a preparar la comida mientras intentaba apartar sus pensamientos sobre Hades. Aún así en su cabeza resonaban las voces de las chicas…esta BUENISIMOOO por supuesto que sí, era más que eso, su aura, el aroma que desprendía gritando estoy disponible y me atraes, la deseaba y ella lo sabía. Sacudió de nuevo la cabeza y cortó una verdura mientras seguía escuchando la voz de las demás Nena, no sé cómo puedes resistirte, esta por ti, se ve a la legua ¿sino como iba a pasar de moi? No seas reprimida…se te ve en la mirada que lo deseas tanto como nosotras. Para ellas era fácil decir algo así, ellas no tenían que preocuparse de nada, pero ella tenía un secreto que mantener, y no era cosa fácil encontrar una pareja adecuada para ella. Si supieran la verdad… suspiró y se aparto con el dorso de la mano un mechón a la vez que se rascaba la nariz. Estaba alterada, nerviosa… su impertinente cuerpo se empecinaba en recordarle sus necesidades más íntimas.

Ahora que pienso… seguía la voz de la dulce y fashion víctim de Kelly desde que te conozco no te he visto con nadie, ni siquiera un rollito ¿Qué pasa contigo? Eres una tía increíble, mejor que la Jolie ¿desde cuándo no echas un polvo decente? ¿Por qué has echado un polvo verdad? ¡Por supuesto que he tenido mis historias! Le había contestado ofendida ante la duda. ¿Entonces? ¿No te gustan los hombres? ¡Pues claro! Le había vuelto a reprochar, lo que pasa es que no he encontrado al tipo adecuado. Mi niña… hay miles de ejemplares perfectos para divertirse ahí fuera y aquí arriba ¡hay uno que esta de muerte! Daría mis huesitos por catarlo. No me interesa Kelly, olvídalo. ¡Y ahora crees que nos chupamos el dedo! Se ofendieron las dos. Naya apretó los muslos intentando mitigar el cosquilleo que subía de su entrepierna y limpio el cuchillo cuando acabo de cortar las verduras.

El CazadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora