Seto Kaiba no estaba celoso. No, por supuesto que no estaba celoso, en primer lugar ¿Por qué debería estarlo? No es como si le importara un comino esa persona, a pesar de ello, su mirada seguía fija en el camarero que atendía la mesa número dos en Burger World.
En primer lugar, Seto Kaiba reconocía que la situación era de lo más estúpida, no había una razón lógica en el universo para que las cosas hubiesen terminado así, de entre todas las variables que pudieron conducir a tan surrealista desenlace, ninguna realmente podría crear tal resultado puesto que; no había necesidad, sin embargo esa persona siempre había desafiado las probabilidades y había creado sus propios resultados.
Y por ello, ese día en particular Seto Kaiba se encontraba en un expendio de comida rápida, vigilando desde una distancia prudente al hombre que reconoció como su igual; su rival.
Yugi Mutou, un chico que en un principio lo único que resaltó fue su apariencia por su peculiar cabello y peinado rebelde, se había convertido en una famosa figura en los medios cuando se adentró en el mundo de los duelos, sin embargo la cima de su existo fue cuando el hombre decidió incursionar como creador de juegos y creo el juego más popular de la temporada; Spherium.
El juego como tal revoluciono el mundo entero al conectar a multitudes de personas en un mundo que evocaba la conquista colonial, el sistema de juego permitía tanto el trabajo individual como de grupo al poder intercambiar items, como poder completar misiones en conjunto. Además de ello, el sistema del juego era fácil de entender, por lo que el rango de edad era una de sus fortalezas, era, tal vez en su sencillez lo fascinante del producto.
Yugi le afirmo a Kaiba, -cuando este le pregunto sobre cuál fue el motivante para crear semejante pieza, que estaba seguro Kaiba se volvería en un monstruo industrial si se afinaban ciertos detalles-, que solo lo había hecho porque deseaba compartir con el mundo su propia experiencia.
—¿Experiencia?
Yugi guardo silencio por unos segundos, su sonrisa se volvió más amplia y sus ojos más brillantes, su voz fue suave, amable y cálida, sin embargo no menos vibrante aunque su tono de voz siempre se mantuvo modulado.
—¿No crees que sería fantástico que todas las personas del mundo pudieran divertirse entre sí y hacer un montón de amigos?
Kaiba quiso refutar sus palabras carentes de sentido, pero antes de que pudiera decir algo Yugi Mutou prosiguió.
—Realmente deseo poder jugar con cada uno de ellos ¡Sera tan divertido!
A ojos de Seto Kaiba, Yugi Mutou parecía un simple niño, uno carente del ingenio que solía desplegar a la hora de batirse en un duelo, sea el juego, que fuese.
"Un juego para unir al mundo" murmuro Kaiba, en sus labios se perfilo una sonrisa irónica, Yugi Mutou, como de costumbre desafiaba sus propias estimaciones.
Solo él crearía un juego de ese tipo. Que a pesar de sus ingenuos deseos se había catapultado en la cima y con ello su nombre adquirió un nuevo título además del rey de los juegos, para convertirse en el creador más prometedor de ese año.
Yugi cumplió sus expectativas, lo demostró en base a números, de ahí que Kaiba Corp se comprometiera en firmar un segundo contrato para trabajar en conjunto cuando Yugi le mostro a Kaiba el diseño del segundo modelo de Spherium, Kaiba tuvo que admitir que el ímpetu de Yugi le sorprendió, apenas habían pasado unas semanas desde su lanzamiento oficial y Mutou ya había creado una lista de las pequeñas fallas a arreglar, como de las nuevas implementaciones que quería agregar en el sistema.
Durante ese lapso de tiempo, ambos se vieron envueltos en sesiones de trabajo que para cualquier hombre pudieron parecerle inhumanas, cuando ambos solo durmieron a lo mucho tres horas diarias ante sus apretadas agendas.
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Jealous 【Rivalshipping】
FanficSeto Kaiba no está celoso. Por supuesto que no está celoso. Él solo está cuidando sus propios intereses, así que, no, no está celoso, que alguien más tenga el atrevimiento de tocar a su socio Yugi Mutou.