Verdadero O Falso

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Patrick Hope
12 años

Los 12 años fueron una edad muy rara. Alice había cambiado mucho, para esos momentos había priorizado sus estudios, también se había dejado largo el cabello. Muchos granitos aparecieron por su rostro y yo me burlé de ella.
Mala decisión porque semanas después, a mí también me salieron muchos. Alice decía que era por comer chocolate.

Pero como venía diciendo, los 12 años fueron raros.
Alice tuvo su primer enamoramiento, André, un chico muy idiota. Mi amiga solo hablaba de él y lo mucho que le gustaba.

—Estás completamente obsecionada, Alice —, dije fastidiado en la cafetería, viendo cómo mi amiga se perdía viendo al chico flacucho —, ni siquiera es guapo.

—¡Cállate, Patrick! Es muy lindo —, respondió dándome un empujón —, además es rubio igual que yo. Es el destino.

—No es el destino, es una casualidad muy tonta —, dije a punto de perder la cordura.

Y Alice no fue la primera que tuvo un primer amor.
Una chica de otro grupo también se había obsecionado conmigo. Me envió una carta "anónima" asquerosa ente cursi.

—Tus ojos son tan cafés que me quitan el sueño, tus lindos rizos azabache son oscuros remolinos que me transportan a otro mundo. Tu sonrisa ilumina toda la escuela y tu voz es tan armoniosa como el canto de las golondrinas —, leyó Alice —, esto es muy dulce de su parte, Patrick.

—Es un asco, ¡ella no me gusta! —grité desesperado.

—¡No seas grosero! Jamás debes romper el corazón de una dama, Pat. ¿Por qué no te das la oportunidad?.

La respuesta a esa pregunta era sencilla. No quería darme la oportunidad. No quería tener novia, ni quería estar enamorado.

Los 12 son una edad rara. Pero los 13 son una edad aún más rara.

13 años

Por alguna extraña razón todos se habían obsecionado con el juego de "verdad o reto". Cada que el profesor salía del aula para ir a junta o al baño, todos se levantaban de sus asientos y corrían a jugar.

El jueves que pasó lo siguiente, no fue la excepción. Todos se levantaron para jugar, incluso Alice, que había conseguido otra amiga. Su nombre era Eleonor, una chica un tanto llenita de cabello marrón que llevaba gafas.

—Ven a jugar, Pat, será divertido —, insistió.

Tras unos minutos de presión y ese gesto de Alice en el que pone ojos tiernos y su labio inferior sobresale, acepté. Porque es mi mejor amiga y jamás puedo decirle que no. Así es con ella.

La botella giró un par de veces, las cuales algunas les tocaron a Alice, que por miedo a la severidad de los retos, siempre escogía decir una verdad. Cuando le tocó de nuevo a ella, quiso volver a escoger verdad, pero todos la presionaron para que lo cambiara por un reto.

—Te reto a que beses a Sam Sullyvan —dijo un niño.

Hasta ese momento de nuestras vidas, Sam Sullyvan era un tipo irrelevante. Un chico de cabello café grasoso y algo regordete. Todos sabían que era un idiota y que olía mucho a sudor siempre.

Todos rieron y miraron a Alice. Ella se negó inmediatamente.

—No quiero, mejor otro reto, vamos —insistió, roja de los nervios.

—¡Tienes que hacerlo!, ¡no pasa nada!, ¡hazlo rápido! —dijeron otros chicos que estaban ahí.

—¡Ella no quiere hacerlo, déjela en paz! —grité.

Alice estaba muy nerviosa. Incluso parecía que quería llorar y nadie se callaba. Había chicos empujando a Sam Sullyvan, quien se reía como el idiota que siempre ha sido.

Eso me hizo enojar, porque no quería que Alice llorara. Nadie podía lastimar a mí mejor amiga, de eso me encargaba yo.
Así que me avalancé sobre Sam, pero Alice se metió entre nosotros antesde que pudiera golpearlo.

—Déjalo así, Patrick, lo voy a hacer —, dijo firme pero con un rastro de miedo en sus ojos azules.

—No tienes que hacerlo si no quie... —, pero lo hizo.

Fue demasiado rápido pero para mí, pasó como si fuera en cámara lenta.
Alice tomó aire y suspiró, luego se dio la vuelta, tomó a Sam de los hombros y lo giró de forma que ambos estaban de lado y yo pude ver perfectamente lo que pasó después.

Alice lo miró y luego bajó a ver sus labios. Su rostro dejaba ver que en realidad no quería hacerlo pero la presión social del momento la incitó. Se acercó hasta dejar sus manos en el cuello del chico, quien no dudó ni por un segundo en acercar a Alice colocando sus manos regordetas en su cintura.

Lo besó. Fue un beso estúpido, de esos que los chicos dan cuando empiezan a experimentar lo que es el amor adolescente. Fue un pico, solo un roce de sus labios, pero para mí se sintió como el peor error de todos.

Un sentimiento incómodo me inundó, de repente me sentí molesto, triste y también decepcionado. Una sensación incómoda se dio lugar en mi estómago, no lo sabía, pero estaba muy celoso. La idea cruzó mi mente.

¿Y si yo estuviera en el lugar de Sam Sullyvan?. ¿Y si fuera yo quien besa esos rosados labios?.

Me sorprendió darme cuenta que pensar en la posibilidad me agradó, mi estómago se volvió una ola de cosquilleo y sonreí sin pensarlo.
Hace algunos años, pensar en Alice de forma romántica me hubiera dado asco, pero en ese momento, no.

Mierda. Me había enamorado de Alice.

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AAAAAAAH! Estoy gritando!

Yo sé, yo sé, me había olvidado de esta historia, pero al tener pocos lectores no le estaba dando tanta prioridad. Sin embargo, me entraron ganas de retomarla.

¿Qué piensan de los sentimientos de Patrick?.

He notado que muchos odian a Pat por sus malos consejos, que sólo hacen que todo se complique en Idle Town, yo lo sé, es desesperante, sin embargo Patrick es mi personaje favorito.

Espero que con esta pequeña novela puedan entender un poco más a Pat y a Alice y así tomarle cariño.

~Em 🪐

~Em 🪐

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THE KING//Idle Town 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora