8:00 a.m.
-Ya te puedes ir de aquí, maldito -le dijo su tío con repugnancia arreglándose la camisa y los pantalones para irse a trabajar.
-Bendición tía -Yoongi se dirigió a la señora que se encontraba en la sala de estar mirando televisión y haciéndose la sorda ante todo, ignorandolo.
Se colocó su mochila y salió de casa, hoy si se dispuso a ir a clases, era el segundo día de su último año de clases, entró al instituto, buscando su horario en una de las carteleras de la coordinación, "Aula F-21" FÍSICA.
Aún no habían llegado todos los estudiantes, el salón estaba medio vacío, se sentó en el tercer puesto de la fila junto a la pared que tenía una gran ventana que daba vista al jardín central, siempre solía sentarse allí, para recibir un poco de aire y evitar mirar al resto de los compañeros y no parecer un solitario.
A los pocos minutos ya estaban comenzando a llegar todos, algunos aprovechaban para comer antes de que llegara el profesor, otros se reían o caminaban de un lado a otro, pero ninguno hablándole a el, nisiquiera mirándolo, notándolo, y Yoongi se lo había buscado tras ignorar a todos los que trataron de acercarse cuando era el nuevo estudiante.
En su cabeza comenzó a sonar la melodía "Eigth fifteen" de Kyle Dixon & Michael Stein, cuando por aquella puerta apareció muy sonriente la persona más bella que sus ojos habían visto. Esas fueron las primeras palabras que pasaron por su mente al observarlo, palabras de las que nunca antes había hecho uso.
Se sorprendió de sí mismo al tener este tipo de pensamientos, algo ajenos a todo lo que el pensaba y su personalidad, pero es que era tan pero tan hermoso, jamás había visto a alguien así. Desprendía luz y enigma con cada paso que daba.
Su cabello castaño oscuro colgaba hasta las orejas, sobre su piel canela sus pobladas cejas eran el marco ideal para sus atrapantes y finos ojos marrones, en su nariz respingada reposaba un pequeño lunar y sus labios en forma de corazón se volvían rectangulares cuando sonreía.
Las chicas del salón se voltearon para ver al chico nuevo, era imposible no mirarlo, tenía una belleza que era hasta casi imposible, era magnético.
Las pupilas de Yoongi se dilataron, y su rostro se tornó rojizo cuando aquel chico se sentó justo a su lado, su cuerpo se tensó por los nervios, se pegó lo más que pudo a la pared y posó su vista a lo que se veía por la ventana para mirar la primera estupidez que apareciera para tratar de ignorarlo.
El chico sin darse cuenta, sin ninguna intención, sin decir nada más que solo aparecer y sonreír le había dado un poco de color a su pálida piel y brillo a sus ojos apagados. El corazón le iba a mil por hora.
¿Que te pasa Yoongi, que te pasa?
Notó el leve aroma de aquel chico, tratando de identificar el olor, no era un perfume fuerte, no parecía artificial, era incluso más rico que el olor a tierra mojada, ¿Qué era? No lo supo y tampoco se lo iba a preguntar.
-¡Hola Taehyung! -Lo saludó Yuqi muy sonriente, la chica que estaba sentada justo en el puesto delante del suyo.
-Yuqi, ¿Cierto? -hizo una cara pensativa y luego sonrió riendo un poco cuando supo que había acertado su nombre, era la misma chica que le había mostrado todas las instalaciones del instituto el día de ayer.
-¡Sí! -Ella pareció haberse emocionado, con el hecho de que recordara su nombre.
Taehyung -Yoongi, quién había escuchado la corta conversación repitió el nombre en su mente para no olvidarlo.
La clase dió inicio y ambos se mantuvieron en silencio, Yoongi hundiendo su rostro en sus brazos para tratar de dormir, la clase le parecía una total perdida de tiempo, no le interesaba la física y sabía que lo aprendido lo olvidaría con el tiempo para jamás volver a recordarlo o utilizarlo, y Taehyung anotaba absolutamente todo lo que había en la pizarra.
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•El pelinegro solo escuchaba el "bla, bla, bla" del profesor como un molesto ruido al que no le estaba poniendo atención.
-... Y quisiéramos saberlo todo, pero eso es algo poco probable.
hasta que su compañero de asiento interrumpió levantando la mano, el profesor le hizo una seña dándole la palabra.
-¿Profesor pero no cree usted que los humanos solo saben las cosas que son capaces de soportar saber?
-¿A qué se refiere joven? -Preguntó este.
-Mmm -Tae rascó su cabeza y volvió a hablar -El ojo humano no es capaz de ver lo que un telescopio puede y jamás lo hará.
Yoongi levantó la mirada observándolo, era la primera vez que alguien en la clase decía un comentario interesante.
¿Quien es Taehyung?
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•Al finalizar la clase el profesor, asignó una investigación en parejas con sus compañeros de puesto, por ende Yoongi había quedado con el chico nuevo, odiaba los trabajos en grupo, ya que nunca iba a las reuniones y prefería hacer su tarea por su propia cuenta, si estaba de ánimos claro, y la idea de que ahora estaba con Taehyung lo ponía tan nervioso.
No era bueno socializando, odiaba conocer gente nueva, no le gustaba hablar, nunca tenía tema de conversación, y nunca le había gustado un chico.
Ambos cruzaron miradas tras las indicaciones del docente, uno sonriéndole y el otro tragando grueso.
-Soy Kim Taehyung -Le extendió su mano con su preciosa sonrisa esperando el apretón.
-Min Yoongi -Unió su mano con la del contrarió y la soltó enseguida después observar la cara de horror y escuchar el grito que Taehyung había dado, como si hubiera tocado la cosa más asquerosa del mundo.
Miró como el castaño salió corriendo en dirección a los baños dejándolo en un estado de confusión y haciéndolo sentirse mal consigo mismo.
¿Acaso le dí asco? No me sorprende.
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La Criatura Perfecta
FanfictionEra poco lo que se sabía de Yoongi... y Taehyung era quizás más especial de lo que parecía ser. -temas sensibles. -contenido +18