Jungkook se le quedó mirando a Taehyung sin saber qué hacer, pidiéndole auxilio con sus ojos, esperando a que su primo hiciera algo.
El moreno se acercó hasta Yoongi para tratar de calmarlo, se agachó para colocarse a la misma altura en la que este se encontraba.
Los sollozos se escuchaban mientras miraba a un punto fijo inexistente y pasaba sus manos con cero delicadeza por su cabeza despeinandose y los ladridos de copito por tratar de ayudar a su amo se oían alterando mas la terrible escena.
-Yoongi... Yoongi, tranquilo -le hablaba Taehyung con una voz reconfortante -vas a estar bien sí, respira...
El pelinegro no lo miraba a la cara y seguía llorando perdido en su trance, Taehyung notó la pequeña herida en su barbilla, resultado de cuando cayó al suelo con copito.
-Estás herido -Acercó su mano al rostro del afectado para colocarle una bandita que había sacado de su billetera.
-¡QUE NO ME TOQUES! -le gritó con impotencia mientras lloraba levantándose del suelo -¡TE DOY ASCO! -le dió una horrible mirada a Taehyung y caminó hasta la escalera para desatar a copito, y se lo llevó consigo perdiendose escaleras arriba.
Jungkook aún seguía asustado y sin saber que decir, se sentía culpable por haber puesto a Yoongi así, primera vez que le sucedía esta situación y en su cabeza rondaban las preguntas ¿Qué le hice? ¿Que dije mal?.
-Tranquilo kook, no es tu culpa ¿Sí? -le dijo Taehyung como adivinando sus pensamientos.
-¿pero cómo sabes? ¡Viste como se puso cuando lo toqué Tae! -caminaba de un lado a otro con las manos en la cabeza.
-Solo lo sé, no te preocupes, esto es algo que no tiene nada que ver contigo, no te sientas mal, todo estará bien.
Jungkook se sentó en el mueble un poco más calmado.
• • •
Yoongi caminó lo más rápido que pudo, asustado de no estar en casa antes de que su tío llegara, Porque de lo contrario algo muy muy malo iba a suceder.
Las luces aún seguían apagadas, no había nadie en casa, le retiró la correa a copito viendo cómo este iba directo a su taza para tomar agua y luego entraba en la habitación de Yoongi.
Su estómago le pedía a gritos un poco de alimento, así que por instinto se sirvió una taza de cereal con leche, comiendola con fastidio sobre su cama, deseando nada más que dormir y nunca despertar.
Sus hombros dolían, su espalda dolía, a pesar de no haber recibido ningún golpe en ellos, sentía un saco de rocas sobre sí que era imposible de quitar, y ese saco de rocas tenía un nombre: "tristeza", a veces cambia de nombre a "Ira" o a veces simplemente no sentía nada.
Y sentir nada quizás era lo peor, no sentir nada era un infierno, y ya tampoco sentía nada cuando algunas mañanas antes de irse al trabajo, su tío abusaba de él.
No emitía sonido alguno o expresión facial mientras esté asqueroso hombre lo usaba, sólo lágrimas corrían mientras buscaba perderse en pensamientos vacíos para soportar lo abominable y ya habían Sido tantas veces que simplemente estaba acostumbrado al infierno.
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Yoongi era un muerto en vida que existía por existir, no quería ir a clases pero simplemente se arrastraba hasta allá como en modo automático, alguien que en su tiempo libre no tenía la capacidad de hacer algo, siemplemente estaba allí, viviendo pero sin vivir.
No había programa en la TV que le causara gracia, ni actividad que lo motivara o diera algún poco de esperanza, yoongi solo era un cuerpo con un corazón que desgraciadamente latía. Y que de vez en cuando explotaba con pensamientos suicidas.
Con la única fuente de amor de un canino, con eso sobrevivía, no hablaba con nadie, ni era escuchado, no tenía amigos porque simplemente establecer relaciones con otras personas no le interesaba, nada en particular le interesaba, nada nada nada ya no quería nada.
Por eso la primera vez que vió a Taehyung se sintió tan extraño que no supo cómo actuar, sin darse cuenta, lo hizo sentir vivo por unos minutos, aceleró su corazón, lo hizo sentir algo, algo distinto a lo habitual.
Hasta que notó que Taehyung pensaba que él era asqueroso, como suponía, todo el mundo pensaba lo mismo de él.
Se tiró en la cama boca arriba, escuchando ruidos en la cocina, luego en el pasillo, hasta que la puerta de su habitación fue abierta, dejando ver una vieja figura alta y robusta con un traje marrón elegante que lo veía con desprecio.
-Maldito -Pronunció el hombre y se volvió a ir cerrando la puerta con brusquedad.
Yoongi soltó el aire que había estado reteniendo sin saber, sacó una mano fuera de la cama, acarició la cabeza de copito y luego cerró sus ojos para tener un terrible nuevo amanecer mañana.
