Yoongi lloraba desconsoladamente mientras veía como el ataúd donde descansaba el cadáver de su primo se hundía en las profundidades del agujero.
A su lado un hombre alto de sombrero y traje se detuvo, posando su mano en el hombro del pelinegro, quien automáticamente sintió asco, miedo y escalofríos.
Este acariciaba su hombro con descaro, mientras todos lloraban alrededor del ataúd de Hobi, y nadie se daba cuenta del temor que inundaba a Yoongi justo ahora.
Hasta que un fuerte golpe se escuchó, haciendo gritar y caer al abominable hombre directo por el agujero, Yoongi volteó enseguida a mirar el rostro de su salvador.
Un chico alto le mostró su sonrisa cuadrada, mientras tomaba la pala, arrojando arena por el hueco donde cayó su tío.
-Taehyung... -Yoongi le sonrió.
-Que pesadilla tan fea, vámonos de aquí -le extendió su mano y Yoongi la tomó sin dudar.
De un momento a otro habían aparecido en la habitación de Yoongi. Pero no era su habitación, ni su casa actual, era la casa de su infancia, con todas sus cosas justo como las recordaba.
El pelinegro miraba la pequeña habitación con asombro y anhelo, en la esquina su pequeño televisor con su vieja consola, en la pared el póster del hombre araña, las estrellitas que alumbraban pegadas en su techo, la alfombra verde, y su peluche favorito de kukamon entre las almohadas.
Le brillaban los ojos al ver todos sus recuerdos nuevamente, tal cual como los había dejado, antes de que su casa hubiera sido vendida.
Se sentó en la cama haciendo sonar el viejo colchón, y por algún motivo comenzó a reírse.
-¿Dé qué te ríes? -Preguntó Tae también riéndose, había Sido contagiado por las carcajadas de Yoongi.
-No lo sé jaja, Yo... Solo... Estoy tan feliz de estar aquí... -Sé sentó en la cama y luego se acostó en ella con los brazos muy abiertos, enseñando sus encías al techo. -Gracias Tae.
-¿Por qué me agradeces?
-Sabes bien por qué -Respondió lanzando una almohada directo a su cabeza.
-¡Ayy! -Hizo una mueca fingiendo dolor.
-Gracias por salvarme de mi pesadilla -El pelinegro se volvió a poner serio al recordarla.
-No hay de que -Sonrió el castaño que estaba ordenando los carritos de colección que habían en uno de los estantes.
-¿Cómo lo haces?
-¿Cómo hago que cosa? -Tae se hizo el tonto.
-Pues esto... ¿Estamos en un sueño, no es así?
Taehyung asintió con su cabeza.
-¿Eres un ángel o algo así?
-¿Qué? No... Jajaja -Comenzó a reír ahora sentandose en el suelo frente a la pequeña y vieja T.V.
-¿Me vas a decir entonces? ¿Cómo haces todo esto? ¿Por qué eres tan raro? Me asustas sabes.
-¿Pero te gusta?
-¿Qué cosa? -Preguntó Yoongi sonrojándose no sabe ni por qué.
-Todo esto.
-Si. Quisiera quedarme aquí para siempre, no quisiera despertar. -Sonrió con nostalgia.
-Podría hacer que no despiertes... -Comentó Taehyung.
-¿Qué? ¿En serio? ¿Cómo? -Yoongi quería saber.
-Matándote jajaja... -Volvió a reír y Yoongi quedó tonto ante su bella sonrisa, luego entró en sí.
-Idiota.
Taehyung le saco la lengua.
-¿Qué eres Taehyung?
-Mmm soy un Taehyung jaja.
-¿En serio? No me había dado cuenta. -Rodó los ojos. ¿Tienes poderes?
-Creo que ya sabes la respuesta -Le guiñó un ojo - Ahora ven, ¡juguemos! -Habló cuál niño pequeño emocionado por jugar.
Yoongi sonrió, pensando en que se debería acostumbrar a lo raro que era Tae. Miró cómo este prendía la consola y ponía aquel viejo juego de carreras que más nunca volvió a jugar.
Pero no sintió ningún tipo de temor o mal recuerdo mientras estaba con Taehyung, todo lo contrario se emocionó tanto que corrió a sentarse a su lado, tomando el otro control para competir con él.
-¡Ponlo en él nivel difícil, en el difícil! -Exigió Yoongi.
-¡Pero eso es trampa! ¡Yo nunca he jugado este juego! -Sé quejó el castaño.
-¡No me importa! Ponlooooo...
-Meh, Ganaré igual. -Taehyung hizo una cara de sobrado.
Y efectivamente Taehyung le ganó en todas las pistas, incluso superó su récord en el nivel del dragón escupe fuego.
Yoongi no podía ni creerlo, era un mal perdedor definitivamente.
-¡Te lo dije! JA. -Sé burló Tae. Y Yoongi le dió un empujón que recibió de vuelta, parecían niños de 5 años peliándose y contentándose. Era muy lindo verlos así.
-Alguna trampa me hiciste -Sé cruzó de brazos.
-En realidad te mentí, Yo también jugaba este juego con Jungkook cuando éramos niños, sólo que él siempre me ganaba, pero tuuuuu Min Yoongi, eres demasiado malo -soltó una enorme carcajada burlándose.
Yoongi abrió la boca haciéndose el indignado por lo que acababa de oír.
-Kim Taehyung, eres hombre muerto.
-¡Nooo deja!
• • •
8:00 a.m.
Yoongi despertó muy enérgico de su cama, casi que saltó de esta y buscó su teléfono para hacer una llamada marcando al 0800-antisuicidios-00
-¿Hola? Línea Anti suicidios, ¿en qué podemos ayudarlo? -Le atendió desde el otro lado una voz femenina.
-Hola... Ehh... Disculpe ¿Se encuentra Namjoon?
-¿Namjoon? No, lo siento, este turno no le corresponde a él.
-Oh vaya, ¿Podría dejarle un mensaje de parte de Yoongi?
-Esto está fuera del protocolo pero se lo daré.
-Dígale que muchas gracias por ayudarme ese día y dígale también que encontré alguien que me hizo feliz, y que se llama Taehyung.
Colgó el teléfono con una sonrisita.
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