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Yoongi no había cumplido su promesa, lo había intentando, pero esto era demasiado importante. Era una inversión arriesgada y la empresa no iba colocarse a sí misma más obstáculos por un capricho. Los trainees y los idols pasan años sin ver a sus familias, él no iba a ser la excepción, sobre todo cuando su situación económica era peor. El alfa debía aceptar eso cuanto antes, porque era su realidad, debía entregar su sangre, sudor y lágrimas o no llegaría a ninguna parte. Así era la vida de un artista.

- ¿Es la primera vez que te subes a un avión?- asintió nervioso- Tranquilo, ¿quieres practicar japonés en el viaje para distraerte?- Sinceramente, ¿tenía opción?- Alegra el rostro, esto es un gran paso en tu carrera.

- Estoy feliz- respondió inmediatamente, Sejin le dejó en paz acostumbrado a su inexpresividad.

Y lo estaba, sin contar la parte de él mismo que sentía frustración y tristeza por haber fallado a su hija. Solo tiene tres años, ella no se da cuenta de esas cosas, mañana se le olvidará. ¿Y Jimin? Bueno, su omega era independiente, no necesitaba de ningún alfa y siempre conseguía salir adelante. Era lo que menos le preocupaba. Yeonjun además había retomado bien sus clases. 

Deja de pensar en eso debes concentrarte. Deja de pensar en eso debes concentrarte. Deja de pensar en eso debes concentrarte.

- Tienes que aprender a separar tu vida de artista- Bang PD le había citado en su despacho- No saber hacer eso es lo que destruye a la mayoría de personas que trabajan en el mundo del entrenamiento.

- ¿A que te refieres?- él y su jefe habían coincidido siempre con la dirección que tomaba su música, "sinceridad". Yoongi quería ser transparente, estaba harto de canciones vacías de amor, él quería conectar con su público. Brindar comprensión y confort a través de su canciones, porque sabía que no era el único en el mundo que se sentía tan perdido y solo- No voy a fingir una personalidad o una máscara.

- Lo estás haciendo ahora mismo- el CEO sonrió comprensivo- Todos tenemos máscaras Yoongi, las usamos constantemente, sobre todo en público. Es normal y natural. Pero cuando tienes cien focos señalándote, las posibles grietas que otros puedan ver en ti empiezan a consumirte. El personaje que creas en el escenario, al que aman, querrá matar a tu yo interior. Debes saber guardar las distancias, que la fama no se te suba a la cabeza, eso también es importante- el alfa bufó.

- Yo no finjo, soy rapero, no actor.

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- ¿Cómo sería tu novia ideal?- se inclinó hacia los lados indeciso, las armys en el público se alteraron por la pregunta. Esperando a que su respuesta se amoldara a ellas.

Oh, army, el nuevo término al que debía acostumbrarse. Cierta sensación de orgullo nació en su pecho cuando ese nombre salió elegido y sus fans lo acogieron inmediatamente, le hacía sentir acompañado que ellas parecieran tener la misma intención de luchar. Que escucharan sus letras y decidieran unirse a la batalla, creyendo en ella.

- Yo me fijo únicamente en la personalidad... no importa el género- le habían dado un poco de libertad sobre el tema mientras estuviera en el archipiélago, siendo las fans japonesas en gran parte fujoshis y amantes del fan-service. En otras palabras, personas que hacían de las relaciones homosexuales un fetiche.

- ¿Alguna preferencia en peso? ¿Color de cabello?- se cruzó de brazos como si realmente estuviera pensando en la respuesta.

- El peso es completamente irrelevante- Yoongi era consciente de lo importante que era en su cultura el peso, él mismo era sometido a dietas constantemente. Y aunque sabía que su cuerpo estaba perfectamente sano, siempre encontraba algún comentario llamándole gordo. Por suerte, en ese aspecto, su lema de no importarle una mierda no flaqueaba.

Las preguntas románticas continuaron, en busca de darle el momento de lucirse, de "conquistar" a sus fans haciéndose pasar por el posible novio perfecto. Posible porque estaba mal visto que los idols salieran con otras personas, siendo incluso prohibido divulgar sus relaciones al público. Algunas empresas lo permitían mientras fueran sutiles, otras no dudaban en despedir al idol. El alfa no quería ser utilizado para las fantasías de otras personas, su objetivo era transmitir un mensaje, no seducir a un público. Eso no le hacía un idiota, por supuesto, colaboró dócilmente. Y quizás, hasta disfrutó un poco de la reacción que provocaba.

- ¿Listo?- era un viaje de dos días. Llegaba al país en la mañana (debía dormir en el avión, el tiempo era caro), se presentaba a la entrevista, en la tarde era el ensayo y en la noche el concierto. A la mañana siguiente otra entrevista y volvía en la noche. Corto mas intenso.

El viaje fue bien, los aviones no eran rival para sus ganas de dormir, la entrevista también, hubiera preferido más preguntas sobre su música claro, el ensayo salió perfecto, las entradas se agotaron al mismo tiempo lo que le animó bastante. Debía subir al escenario en media hora, ¿y dónde se encontraba? Teniendo un jodido ataque de ansiedad en el baño.

- ¿¡Yoongi?!- Sejin golpeó la puerta en pánico- ¿Te encuentras bien?- el rapero vomitó en el retrete, su cuerpo completo temblaba de terror. Era demasiada gente. Los recuerdos de su adolescencia volvieron, los momentos en los que vivía encerrado en su habitación, la debilidad, el miedo, todo volvió.

- ¡No puedo hacerlo!

- ¡Ya te has presentado más veces!

- ¡Es distinto! ¡Ellos vienen a verme solo a mi! ¡Estoy en el escenario SOLO durante tres horas!

- ¿Quieres que llame a Jimin?

- ¡No!- el alfa era muy consciente de en cómo afectaba su salud mental al omega, un paso fuera de la línea y ya pensaría que se quiere suicidar de nuevo.

- ¡Empezamos en cinco minutos!- gritó el staff japonés desde la puerta.

- Yoongi esa gente ha venido únicamente a verte, ¿vas a abandonarles de esta forma?- el rapero se tiró de los cabellos desesperado- Son tus fans.

- ¿Y si les decepciono? ¿Y si no soy suficiente bueno?

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➷ 𝚃𝚘𝚘 𝚢𝚘𝚞𝚗𝚐 𝚝𝚘 𝚗𝚘𝚝 𝚋𝚎 𝚊 𝚍𝚛𝚎𝚊𝚖𝚎𝚛 ➹ [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora