9- EL MAGO Y LA ASESINA

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- Borja: ¿Todo bien señor? – preguntó.
El mago había estado agarrándole la mano más tiempo del esperado, había empezado a sudar y parecía un poco pálido.
- Zee: ¿Está todo bien papá?
- Giovanni: Sí hija todo bien – mintió – es que he olvidado uno cerrar la jaula de uno de los conejos y temo que se haya escapado, ¿podrías bajar y ver si encuentras algo cielo? – le preguntó a su hija.
- Zee: Por supuesto papá.
- Borja: ¿Quiere que la ayude?
- Giovanni: No, necesito que me ayudes con otra cosa aquí si no es mucha molestia.
- Borja: Faltaría más.
- Zee: No tardaré papá vuelvo enseguida – la chica fue al ascensor, cuando se cerró el chico se centró en el hombre.
- Borja: Bien, ¿qué necesita? – en eso escuchó un ruido detrás de él, y una especia de cadena morada bloqueaba el ascensor, puertas y ventanas – vale, ¿qué pasa aquí? – preguntó más a la defensiva.
- Giovanni: Eso me gustaría que me respondieras tú – dijo serio.
- Borja: Mire, si piensa que soy amigo de Zee por interés le aseguro que se equivoca, la aprecio realmente y es mi amiga de verdad.
- Giovanni: No me refiero eso, sino a tu secreto Borja.
- Borja: No sé de qué me está hablando – dijo tranquilo.
- Giovanni: No te hagas el tonto conmigo que no te va, sé cuáles son tus habilidades y que lo que llevas bajo la manga no es precisamente una carta.
- Borja: ¿Qué dice? – empezó a sudar por los nervios.
- Giovanni: En el momento en que nos dimos las mano vi tus recuerdos chico, y sé quién eres, o mejor dicho lo que eres.
- Borja: ¿¡Y por qué demonios ha hecho eso!?
- Giovanni: Quería saber tus intenciones con mi hija, pero no me esperaba encontrarme con que eres un miembro de la hermandad de asesinos.
Sus palabras sorprendieron al asesino.
- Borja: ¿Cómo sabe lo de…
- Giovanni: No sois tan secretos como os creéis – se puso frente a él – quiero que te alejes de mi hija, sé que también la quieres entrenar y no quiero que se meta en estos asuntos – dio un chasquido y las cadenas desaparecieron.
- Borja: ¿Qué?
- Giovanni: Márchate con tu credo a otro lugar.
Borja se quedó quieto en su sitio con el puño apretado y la cabeza baja, odiaba que pensaran mal de él, pero odiaba más que le faltaran al respeto al credo.
- Borja: No – dijo sin levantar la mirada.
- Giovanni: ¿Cómo dices?
- Borja: No voy a apartarme de su hija, ni voy a negarme a entrenarla.
- Giovanni: Tú no eres quien para…
- Borja: ¡Calle y escúcheme! – alzó su mirada y el mago vio la determinación que desprendía – usted no va a insultar a mi credo como lo ha hecho, y no pienso alejarme de ella, es mi amiga y la aprecio, y si quiero entrenarla no es porque quiera reclutarla para la hermandad, ¿seguro que conoce a los asesinos?, el credo no sirve para atraer personas como si esto fuera una secta, el credo defiende la libertad y el libre albedrío si estás dispuesto a aceptar sus consecuencias, y siguiéndolo he querido entrenar a Zee, no para que se una a la hermandad, sino porque lo necesita, necesita demostrarse a sí misma que también puede lograr lo que sus amigas han logrado, que no es menos que ellas y que es mucho más de lo que ha podido darse cuenta, y en mi decisión estoy dispuesto a aceptar las consecuencias, y esa es tener que  enfrentarme a usted verbalmente entonces lo haré.
En ningún momento sus ojos dejaron de mirarse, mientras Giovanni permanecía impasible, la llama de la determinación de los ojos del español aumentaba a medida que hablaba. Giovanni sonrió y se rió levemente, chasqueó los dedos y las cadenas aparecieron de nuevo.
- Borja: ¿Qué es lo que le hace tanta gracia, le parece que lo que le he dicho es un chiste? – preguntó molesto.
- Giovanni: Oh no me malinterpretes Borja, estoy completamente de acuerdo con todo lo que acabas de decir – volvió a mirarle, esta vez sonriendo – solo no esperaba ver a un auténtico asesino delante de mí y no a un necio diciendo mantras que no entiende.
Borja se sorprendió con la respuesta del hombre, aunque no sabía cómo tomárselo.
- Borja: ¿Qué quiere decir con que soy un auténtico asesino?
- Giovanni: He conocido a dos tipos de asesinos, los necios que dicen saber el credo y la importancia de su misión pero que es mentira, y los asesinos auténticos o de corazón, que sí comprenden tu credo, lo llevan por bandera y darían todo por cumplir con su misión, digo que tú eres de los segundos por como me respondiste cuando te hablé antes, pero sobre todo por esa mirada tuya, ese fuego en tus ojos solo lo he visto en una persona, una asesina, igual que tú, con esa respuesta sé que eres de fiar y te permito entrenar a Zee.
Borja vio que las cadenas seguían ahí, esto todavía no ha terminado.
- Borja: Me imagino que querrá decir algo más, no creo que mantenga las cadenas puestas por gusto – dijo – y tengo curiosidad, ¿cómo es que sabe tanto de la hermandad?
El hechicero caminó hasta la cocina y se tomó un vaso de agua, luego lo dejó en el lavavajillas y volvió a mirar al chico.
- Giovanni: Borja, lo que estoy a punto de contarte nadie lo sabe nadie, ni siquiera Zee, es mi mayor secreto, ¿puedo confiar en que no se lo dirás a nadie?
- Borja: Tiene mi palabra señor.
- Giovanni: Muy bien, Zee tiene cierto vínculo con los asesinos que va más allá de conocerte, me imagino que deberías de conocerla ya pero ¿te suena el nombre de Evie Frye?
- Borja: Por supuesto – contestó – fue una asesina británica del siglo XIX, encontró un fragmento del edén en Londres en aquel entonces, ella y su gemelo Jacob son los estandartes de la hermandad de dicha región, ¿pero qué tiene que ver ella con Zee?
Giovanni dio un suspiro y cerró los ojos.
- Giovanni: La madre de Zee es descendiente suya y asesina de esa hermandad.
- Borja: ¿Qué?
Decir que Borja estaba sorprendido era quedarse pronto, no solo su amiga era de familia asesina, sino que descendía de una de las mejores asesinas de la historia, esto era algo que no se esperaba.
- Borja: Y ella está…
- Giovanni: No, creo que sigue en Gran Bretaña, pero hace años que no la veo.
- Borja: Y ¿Cómo ocurrió?, si no es mucha molestia que le pregunta.
- Giovanni: Je, no claro que no – sonrió nostálgicamente – te lo contaré ponte cómodo.

(Flashback, barra Giovanni)

- Giovanni: Todo empezó hace veintidós años, seis antes de nacer Zee.
Un joven Giovanni paseaba por una oscura calle durante la noche lanzando una moneada al aire confiado.
- Giovanni: Por aquel entonces yo empecé a actuar como mago independiente por Inglaterra cuando…
Alguien por detrás le da un golpe a Giovanni y este cae desmayado, ahora la escena se traslada a un viejo almacén carcomido por la humedad y las ratas, donde el joven mago estaba atado a una silla y amordazado, con dos hombres delante suya, y unas cuantos detrás.
- Giovanni: Los templarios me secuestraron, me pidieron que me uniera a ellos, creyeron que mi poder les sería útil para su propósito, me dijeron que buscaban traer la paz al mundo a través del orden y el control, pero yo no me lo creí, y me negué. Estuve varios días cautivo cuando una noche se cansaron e iban a matarme, estaba amordazado y muy débil para defenderme, así que solo esperé el fin, pero entonces apareció ella.
Un hombre le apunta con un arma, pero entonces se escuchan gemidos detrás y cuando el hombre miró, todos sus hombres se hallaban muertos frente a él, y por detrás una figura encapuchada le clavó su hoja oculta en las costillas y cayó muerto. La figura liberó al hombre, se quitó la capucha y a la luz de la luna se descubrió a una hermosa mujer de cabello amatista y ojos azules, el chico se sonrojó al verla.
- Giovanni: Melody Frye, en su familia era tradición que las mujeres usaran su apellido materno, pero bueno, ella salvó mi vida.
- Melody: Acompáñame – respondió con una dulce y melodiosa voz.
- Giovanni: Me llevó a la sede de su hermandad, llevaban varios días buscándome, pasé allí un par de días, ella fue mi escolta.
Giovanni y Melody estaban sentados en un parque vestidos de civiles mientras la mujer hablaba y Giovanni la miraba embobado pero escuchándola.
- Giovanni: Me habló del credo de lo que hacían y yo disfrutaba con cada cosa que decía, poder tenerla cerca me hacía muy feliz.
- Borja: ¿Se enamoró de ella?
- Giovanni: Sí, me enamoré de ella, su hermosa sonrisa, su belleza natural, su elegancia felina, su gran corazón, ese carácter fuerte, su valentía, caí rendido, pero siguiendo con la historia, los asesinos dijeron que no estaría a salvo mientras los templarios siguieran buscándome, no me preocupaba eso, ahora que sabía quien me buscaba estaría atento y preparado, pero Melody se ofreció a acompañarme hasta que esto se calmara.
Giovanni estaba en un parque haciendo una fiesta infantil, un truco no le salió bien, pero Melody le aplaudió sonriente y él empezó a reírse.
- Giovanni: Desde el primer momento ella y yo nos entendimos muy bien, viajamos juntos durante mucho tiempo, no había mucho dinero, pero éramos felices así, de estado en estado nos peinamos el país varias veces, y un día me armé del valor que llevaba años reservando y le declaré mis sentimientos, ella los correspondió y nos besamos.
Se ve a la pareja en el borde de un mirador a unas cataratas en medio de la noche, muy juntos tomados de la mano, se miraron a los ojos y se besaron.
- Giovanni: Obviamente también hubo enfrentamientos con los templarios, pero siempre los vencimos.
Una noche en un aparcamiento, varios hombres armados con objetos contundentes atacaron a la pareja, Giovanni se defendía con hechizos defensivos y ataba a los hombres mientras que Melody se movía con suma agilidad, y usando una daga y sus hojas ocultas hería a los hombres y los inmovilizaba, luego cuando estaban todos juntos Giovanni les lanzó un hechizo y cayeron inconscientes.

- Giovanni: Para no levantar sospechas en lugar de matarlos sugerí borrarles la memoria, ella aceptó y así fue hasta que un día ocurrió lo más bonito que me ha pasado en la vida, Melody estaba embarazada de Zee.

Cuando el joven Giovanni se enteró de la noticia abrazó con cuidado a la asesina y lloró en su hombro, luego se arrodilló, pero la sonrisa de Melody se apagó, luego la suya.

- Giovanni: Le dije que nos casáramos, que no iba a dejarla sola y podríamos ser una familia los tres, pero ella dijo que no, le pregunté por qué y me dijo que su compromiso estaba con la hermandad, y que hacía pocos días le habían enviado una carta diciendo que los templarios habían cesado en mi búsqueda, pero que les mintió diciendo que estaría un tiempo más en los Estados Unidos buscando un templario peligroso. Ese tiempo fue el de embarazo, intenté convencerá de que no se fuera, pero fue inútil, en cuanto Zee naciera ella se iría, los meses pasaron como siempre, pero realmente no quería que Zee naciera, porque ganaría a un angelito, pero perdería a otro, pero el día finalmente llegó ella nació.
Melody descansaba en una cama de hospital, con una pequeña niña de cabello amatista y ojos violetas durmiendo en sus brazos y el padre a su lado tomándole la mano, ella abrazó el cuerpo de la bebé llorando.
- Giovanni: Cuando salimos del hospital, estuvimos un par más de días juntos, pero llegó el día del adiós.
Giovanni con Zee en brazos miró a la mujer, quien estaba triste y con lágrimas en los ojos.
- Melody: Lo siento Giovanni – dijo – pero esto es lo mejor para ella, podrían querer entrenarla para que sea una asesina desde niña o verse envuelta en una de mis peleas y en una espiral de violencia, y no quiero eso, quiero que ella viva libre, que tenga una vida normal y elija su propio camino, y si por azares del destino ese camino acaba en la hermandad, será su decisión – miró a la pequeña niña – mi querida Zee, espero que puedas perdonarme por esto – le dio un beso en su frente y miró al padre – adiós mi amor – le dio un amoroso beso, ambos lloraban, pero eso no la detuvo y se fue dejando al mago y a la niña solos.

(Fin del flashback)

- Giovanni: Esa fue la última vez que vi a Melody, por eso aprecio aún más a Zee, fue un regalo que ella me hizo para no olvidarla y para decirme que nuestro amor fue real, porque cada vez que la veo, veo algo de Melody en ella, y también he visto algo de ella en ti, en tu mirada, esa mirada de determinación era la misma que la de ella cuando luchaba.
- Borja: Debe ser duro haberla criado usted solo.
- Giovanni: Sí, lo fue, pero no lo cambiaría por nada – sonrió.
- Borja: Sé lo que es crecer sin padres.
- Giovanni: Lo sé, vi tus recuerdos ¿recuerdas?, vi lo que por lo que pasaste – el español bajó la mirada – Borja mírame – él obedeció – tú eres un guerrero, mucha gente se habría rendido en tu situación, pero tú no, luchaste por salir adelante casi desde tener uso de razón, y tus esfuerzos se vieron recompensados con aquello que llevabas tanto tiempo esperando – el chico empezó a soltar algunas lágrimas – eh, no me vengas ahora con lágrimas de cocodrilo que yo no lloré con mi historia.
- Borja: Perdón, es que este tema es algo sensible – se secó las lágrimas.
- Giovanni: No pidas perdón, está bien llorar, Borja, ¿te ves capaz de hacerme un favor?
- Borja: ¿El qué?
- Giovanni: Cuida de mi hija Borja, no dejes que le pase nada, ni como ella ni como superheroína.
- Borja: ¿Usted lo sabe?
- Giovanni: Es demasiado obvio, sé que es fuerte, pero sé que tú puedes darle ese apoyo que yo a veces no puedo darle, ¿lo harás?
La determinación de Borja se volvió a encender, aún más fuerte que antes, desplegó su hoja oculta y se la clavó con fuerza en la palma de la mano, la sacó y la sangre empezó a brotar.
- Giovanni: ¿¡Qué haces!? – Borja volvió a mirarle con la llama en su mirada - ¿eh?
- Borja: Giovanni Zatara – dijo con el puño herido apretado con mucha más fuerza que antes – juro proteger a su hija de cualquier mal, juro garantizarle bienestar y brindarle mi apoyo y amistad, y si es necesario mi experiencia, juro dar lo mejor de mí y juro anteponer su vida a la mía, lo juro sobre esta herida, lo juro por el credo.
Giovanni miraba asombrado al chico, por su mirada vio que era decidido, pero no esperó que tanto, llegó a asustarle un poco, pero no era la primera vez que veía tanta determinación.
- Giovanni: No tenías que hacer eso chico.
- Borja: Quiero que sepa que hablo en serio, y un juramento de dolor, no se toma a la ligera.
- Giovanni: Aun así, usaré mi magia para curarte.
- Borja: No, si lo hace el juramento no tiene sentido, la cicatriz de la herida servirá como recordatorio, eso sí, ¿no tendrá vendas verdad? – el mago rió y apareció vendas, alcohol y esparadrapo.
Una vez vendado, Giovanni desapareció las cadenas y poco después volvió Zee.
- Zee: Lo siento papi, no he encontrado al conejo.
- Giovanni: No te preocupes, ya aparecerá, espera ¿qué tienes ahí? – puso su mano en la oreja y sacó un conejo – anda, aquí estaba.
Los Zatara se rieron, y Borja fue hacia el ascensor.
- Giovanni: ¿Ya te vas Borja?
- Borja: Sí, tengo que volver pronto.
- Giovanni: Lástima, me hubiera gustado que te quedaras a cenar.
- Borja: Quizá en otra ocasión – miró a la bruja – nos vemos mañana Zee.
- Zee: Adiós – se fijó en su mano - ¿qué te ha pasado en la mano? – preguntó preocupada.
- Borja: Me clavé una punta mientras ayudaba a tu padre a mover un mueble – le guiñó un ojo al mago – en un para de días no tendré nada – se metió en el ascensor – nos vemos.
Cuando el asesino se marchó, padre e hija siguieron hablando mientras preparaban la cena juntos.
- Zee: Veo que se han llevado muy bien.
- Giovanni: Es un chico interesante.
- Zee: ¿No le habrás leído la mente verdad?
- Giovanni: Por supuesto que no, me recuerda mucho a alguien que conocí hace mucho.
- Zee: ¿Ah sí, a quién? – preguntó curiosa.
- Giovanni: Eso es historia para otro día – recordó la determinación en su mirada – hija – la mencionada le miró – ese muchacho vale oro, no lo dejes escapar.
La bruja se sonrojó por el comentario de su padre.
- Zee: ¡PAPÁ!
- Giovanni: Yo también he sido joven, y he tenido el brillo en la mirada que tienes cuando le ves – se quedó un poco callada – ¿o me lo negarás?
Zee sonrió y se sonrojó.
- Zee: No, ¿pero es malo sentir esto si solo lo conozco de un par de semanas?
- Giovanni: Yo me enamoré de tu madre en cuanto la vi y ese sentimiento nunca se esfumó.
La peliamatista abrió mucho los ojos, su padre rara vez hablaba de su madre, y cuando lo hacía se veía triste, él nunca le habló e que fue de su madre y tampoco quiso preguntar por cariño a su padre, pues odiaba verle triste, pero ahora se lo dijo como si fuera lo más normal del mundo.
- Zee: ¿Ah sí? – preguntó sorprendida.
- Giovanni: Solo tómate el tiempo para conocerlo y descubrir si tiene los mismos sentimientos, y ahora dejemos ya el tema que esto se quema.

En las calles, el español caminaba a su casa con el teléfono pegado a su oreja esperando a que contestaran de otro lado, no pasó mucho hasta que contestó una voz femenina.
- ???: ¡Hola, hacía bastante que no me llamabas!
- Borja: Hablamos hace pocos días.
- ???: Sí, pero no hablábamos fuera del “trabajo” – dijo feliz.
- Borja: Bueno, realmente te llamo por algo más o menos de “trabajo”, ¿crees que puedas hacerme un favor?
- ???: Claro, cualquier cosa para mi pequeño lobito.
Borja se agarró el puente de la nariz.
- Borja: Ya te he dicho que no me gusta que me llames lobito, ya no tengo diez años.
- ???: Siempre serás mi pequeño lobito, aunque tengas treinta, pero bueno, dime que necesitas.
- Borja: ¿Te suena el nombre Melody Frye?
- ???: Pues claro, es la mentora de la hermandad británica, somos bastante amigas.
- Borja: Genial eso facilita las cosas.
- ???: ¿Qué necesitas de ella Borja?
- Borja: ¿Crees que podrías convencerla de que venga aquí a Metrópolis?, podría solucionar algo pero solo si ella está presente.
- ???: Puedo hablar con ella, pero no te aseguro que acceda.
- Borja: Eso será suficiente, muchas gracias.
- ???: Llámame pronto querido.
- Borja: Je je je, adiós – colgó el teléfono – si esto sale bien podría unir a una familia, aunque sea solo un rato.

UN ASESINO ENTRE HEROÍNASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora