El Sueño

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La noche tenía un cielo brillante. Las estrellas habían salido alegres para iluminar toda la ciudad, de repente un esplendor alumbró todo. Era una noche tan hermosa  que intenté quedarme despierta para admirar el cielo, desafortunadamente el sueño me venció.

 Un par de horas después sentí que una mano sacudía mi hombro, yo no quería levantarme, hasta que una voz cantarina dijo mi nombre.

-¡Wendy! Despierta, tengo algo que enseñarte.- Abrí mis ojos y una niña, no, no creo que fuera una niña, posiblemente tendría unos dieciséis, me veía muy de cerca.

-¿Qué quieres? ¡Aléjate, estás muy cerca! - la pregunta se escuchó más irritante de lo que quería que fuera- todos decían que era una niña malcriada, a veces me portaba muy adorable, aunque no fuera mi intención.

-No creo que ese sea el modo de hablarle a las personas- me dijo ella de la manera más calmada posible y hasta con una sonrisa. ¡Madre mía! Esto no era normal, en mi casa la sirvienta ya me hubiera dado una reprimenda.

-Mmm… ¿Cómo te llamas?- le pregunté, porque me había caído bien.

-Mi nombre es Gabbe-. ¡Ven! En el camino podremos platicar, no hay tiempo que perder.

-¡Tiempo que perder! ¿Para qué?- pregunté confundida- odiaba cuando los adultos tenían algo entre manos, y yo no sabía que era.

-Mira a tu alrededor, Wendy ¿Notas algo fuera de lo común?- Estaba tan empeñada en mis pensamientos, que no me había dado cuenta que estaba en un… esperen, ¿Qué demonios era esto?

-Para que entiendas, estamos en tu sueño, y por lo visto en este momento todo está en blanco. Me gustaría que fuera más colorido, pero hasta que no me des permiso, todo va a ser del mismo  color.- Gabbe volvió a mostrar su sonrisa.

-Hasta donde tengo entendido, yo lo pensé, no te lo pregunté.

-Sí, y yo leo todo lo que piensa esa cabecita- dijo de manera divertida.

-Yo me quedé más confundida.- No es cierto, era una broma, lo dijiste en voz alta- Gabbe se comenzó a reír.

-No sé, ¿Qué te hace tanta gracia?- espeté de manera molesta y ella dejó de reír-. Si es mi sueño, ¿Puedo hacer lo que quiera?, ¿no?

-Sí, pero será mejor que me des permiso de manejar este sueño.

-Está bien- creo que si le puedo confiar a un ángel mi sueño.

-Eres muy lista para tener diez. ¿Eh?- Gabbe me sonrió.- Se supone que no lo sabrías hasta el final.

-¿Sorprendida?- dijo Gabbe.

-Me lo esperaba, pero un poco más adelante. ¡Comencemos!

En segundos todo lo blanco se había convertido en un bosque, nunca pensé llamar a un bosque hermoso, pero así lo era. Me rodeaban árboles enormes, sentía como me daban cosquillas las hojas caídas en la planta de los pies, los rayos del sol buscaban la manera de colarse entre tantas ramas y hojas, a lo largo del bosque también había arbustos con pequeños frutos; a lo lejos divisé unos cuantos conejos tratando de esconderse en su madriguera, la melodía que pronunciaban los pájaros era como una relajante música de fondo.

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⏰ Última actualización: Feb 27, 2015 ⏰

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