¿De Mundos distintos?

Prólogo

Desde muy pequeña mi madre, Andrea, me inculcó que debía prepararme para mis estudios y eso se había convertido en lo único que hacía durante estos 16 años de mi vida, teniendo en cuenta que al ser una niña tenía que tener algunos momentos libres, que la mayor parte dedica a leer libros y para dedicarme a jugar y estar con mis amigos, claramente todos tienen que ser aceptados por mi madre, la súper protectora. Y a pesar de estas reglas creo que soy una chica dentro de lo que cabe, con suerte y normal.

En cuanto a las amistades, resumiendo diría que tenía a dos grandes amigos. Sí, así es, en toda mi vida solo he podido disfrutar de la compañía de dos personas en el universo, pero no me quejo.
Aunque nos parecemos un poco no logro entender como mi madre les dio el visto bueno a Dana y a Javier que son simplemente alocados, casi opuestos a mi y a como mi madre le gustaría que yo fuera.
Dana no se preocupa en absoluto por sus estudios y se pasa todo el tiempo en fiestas y es una chica con bastante dinero, al igual que Javi. A él le encantan las fiestas aunque sí es casi igual de aplicado que yo con los estudios y a pesar de que ya ni siquiera vivimos en la misma ciudad, seguimos siendo igual de amigos.
Y por estas obvias razones son mis mejores amigos y los amo.

Este año acabo de terminar la ESO y no estoy muy segura de querer empezar las clases. Dana y yo tomaremos caminos diferente y no sé si quiero perder a mis dos mejores amigos.

Aunque tenía pensado pasar todo el verano con Dana, mis planes van a cambiar al conocer a la familia White, junto con el secreto que guardan todos y cada uno de los miembros de esta.
Conocí el significado de estar "locamente y perdidamente enamorada", por primera vez en mi vida pude conocer a más personas, y este chico que a pesar de nuestras diferencias me enseñó cosas maravillosas sin darse cuenta y otras por desgracia no tan bonitas.
Y aunque parezca que esté hablando sobre un cuento de princesas, unicornios y hadas, no lo es, hasta a mí en algún momento me pareció ser así de perfecto y mágico, pero por suerte o por desgracia es como me gusta a mi decir "no juzgues nunca a un libro por su portada".