Una parte de mi

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- Te puedes quedar en la habitación de invitados, sí quieres - habló Tony mostrandole la habitación, hace tiempo, decorada por el mismo rubio

- Gracias... - respondió Steve

- No te preocupes, después de todo, esta es tu casa y puedes quedarte aquí si te sientes comodo - habló Tony intentando retirarse lentamente

- Gracias Tony - respondió el rubio con una voz más suave de lo normal

[...]

Varias horas después, Tony se encontraba recostado en el sofá de la sala de estar, no quería dormir, a pesar de tener sueño por primera vez desde que Steve había desaparecido en medio de aquella misión, pasaba los canales en la televisión si ver realmente que programación había en cada uno.

El sonido del microondas lo sacó de su ensoñación, y ni si quiera tenía ganas de levantarse por su comida.

- Tony - escuchó a sus espaladas

- ¡Mierda, Steve! casi me matas de un susto - dijo poniendo su mano sobre el reactor en su pecho

- Lenguaje - habló el rubio con el seño fruncido

Tony no pudo evitar soltar una pequeña risa al mismo tiempo que recostaba hacía atrás su cabeza en el respaldo del sofá para poder ver a Steve

- ¿Qué haces en la sala a las dos de la mañana? - preguntó Steve sentandose en otro sofá

- Viendo televisión - dijo señalando con el control remoto

- Ya le diste dos vueltas a todos los canales -

- ¿Me haz estado observando? - preguntó Tony enarcando una ceja, y ver a Steve sorojandose en la oscuridad era lo mejor que había visto hace mucho tiempo - Además, la programación es mala - regresó al tema encogiéndose de hombros
- ¿Quieres que vaya por lo que tienes en el microondas? - preguntó Steve cambiando de tema

- No, déjalo, gracias... ¿Y qué hace despierto a las 2 de la mañana, capitán? -

- Solo... No podía dormir - habló el rubio encogiendose de hombros

- Mhmm, puedes quedarte a no ver nada en la televisión conmigo, y... Cambié de opinión ¿Puedes ir por lo que está en el microondas, por favor?- dijo Tony mirándolo de lado y con ojos de cachorro

- Claro - dijo Steve riendo por la actitud infantil del castaño

Steve fue a la cocina y halló un plato con panqueques de chocolate en el microondas, evitó mencionar los extraños y malos hábitos del castaño y regresó a la sala a darle el plato.

- Toma... - dijo acercándose, y notando que el castaño a penas vestía una camisa formal con los primeros botones desabrochados y un boxer negro que dejaba ver sus muslos a la perfección

Para Tony no pasó desapercibida la mirada de Steve - Lo lamento - habló encogiendose en su lugar y recibiendo el plato

¿¡Qué le ocurría!?, Se regañó al sentir sus mejillas calientes, Steve ya lo había visto sin alguna sola prenda y ahora se sonrojaba porque el mayor había dejado su mirada algunos segundos sobre su cuerpo

- E-Está bien - tartamudeó Steve, intentando dirigir su mirada a otro lado del lugar

- Cierto, ya no me dijiste que fue lo que recordaste - Tony rompió el silencio una vez Steve regresó a su sofá

- Yo... Te recordé a ti, al menos tu rostro. Estabas sentado al lado de la ventana y sotenías una taza de café, era temprano, creo, el sol cruzaba la ventana -

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