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Cap3

— ¡OIGAN! ¿QUÉ CREEN QUE HACEN?

Taehyun rápidamente empujó con éxito al castaño, quien se apartó algo asustado y enojado.

¿Por qué tenía que interrumpir cuando justamente tenía apresado a aquel guapo policía? Si no fuera porque era otro estúpido policía, ya le hubiera dado un gran golpe por interrumpirlo.

— ¡TAEHYUN, QUÉ CARAJOS HACES AQUÍ!? — preguntó el peli-azul, mirando con intriga al más bajo.

— Nada, yo solo estaba a punto de bajar a este problemático — se excusó Taehyun, bajando de la patrulla.

— Y se puede saber por qué ese problemático estaba encima de ti?

Beomgyu estaba por irse, pero ¿para qué se iba? Ser arrestado esta vez hasta le convendría. Podría sonar estúpido, pero por primera vez en su vida le gustaba que lo arrestaran.

— Mejor vete al carajo que el jefe Jackson llegará pronto — aclaró el más bajo, mientras miraba con enojo al de pelo azul

— Tú también toma en cuenta eso antes de acostarte con alguien en tu patrulla — Soobin se dio la vuelta y comenzó a caminar.

— ¡Cállate! — replicó Taehyun acercando su mano a su cara.

Cuando finalmente vio que ya no había rastros del peli-azul, volteó a ver al castaño con furia. De esta no se escaparía. ¿Quién se creía?

— Sera mejor que te lleve lo más pronto posible adentro — dijo Taehyun, a punto de salir de la patrulla.

Pero fue detenido por Beomgyu, quien volvió a tomarlo.

— ¡Agh! ¿Qué carajos quieres? ¿Por qué haces esto? — se quejó Taehyun, quien tenía los brazos sujetos.

— Porque me gustan mucho los hombres como usted — respondió Beomgyu con una sonrisa.

Taehyun se quedó estático, deseando no haber estudiado para policía. Ahora no estaría en esta situación, se hubiera ahorrado los malos pagos y el estar en medio de la calle vigilando que nadie hiciera nada indebido o en contra de las normas. Él solo quería acción, en el buen sentido, por supuesto. Quería capturar criminales.

— ¿Ahora vamos a divertirnos, oficial? — puchereó el castaño mientras se acercaba al más bajo.

— ¿Por qué a mí? — lloriqueó para sí mismo el policía. — Haré lo que quieras, pero por favor, suéltame de una vez — suplicó.

Bingo.

Justo lo que Beomgyu quería.

— ¿Hará lo que quiera? ¿Todito? — preguntó Beomgyu, a lo que Taehyun asintió varias veces. — Quiero una cita.

El oficial arqueó la ceja.

¿Una cita?

pensó que le pediría algo como...

Sexo desenfrenado por una semana en lugares públicos, considerando la situación en la que lo encontró y su comportamiento tan vulgar, el tipo tenía toda la cara de querer algo así. Pero bueno, por fortuna no era así.

— Está bien — Taehyun quito la mano del contrario, se puso de pie y salió del vehículo, viendo la gran cara de felicidad que cargaba el castaño.

Oh, lindo Kang, que Dios se apiade de ti.

♡

Eran las dos de la tarde y Beomgyu se preguntaba qué demonios hacía sentado en la comisaría, esperando a que su hombre dejara de hablar con aquel chico moreno y gruñón que lo llamó.