CAPÍTULO 2
UN MAL NECESARIO
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Sabaku no Gaara abrió la puerta de la habitación de forma repentina. No pasaron más de dos segundos antes de que tres pares de ojos se giraran rápidamente a observarlo. Cruzó los brazos sobre su pecho y recargó su espalda en el umbral de la puerta, mirándolos fijamente.
Uno...
dos...
tres...
Se preguntó cuánto tiempo pasaría antes de que se dieran cuenta de quién era él y salieran huyendo despavoridos del lugar. Una voz en su cabeza comenzó a contar los segundos transcurridos desde que entró a la habitación, pero el momento que tanto esperaba nunca llegó. Aguardó un par de segundos, esperando la reacción de su parte, pero ellos solo lo observaron con los ojos muy abiertos; no obstante, las expresiones en sus rostros delataban una emoción diferente al miedo.
Había sorpresa donde debería encontrar terror.
-Buenos días -los saludó.
A decir verdad, Gaara nunca imaginó que llegaría tan lejos.
Sari observó a sus compañeros de equipo de reojo, sintiéndose confundida ante la inexistente respuesta de ambos. Ittetsu no reaccionó, tenía la mirada fija en el pelirrojo y la boca entreabierta. Matsuri, por su parte, parecía debatirse entre contestar su saludo o no hacerlo.
¿Debería ella decir algo?
-Me llamo Gaara -continuó, al notar que los chiquillos no parecían tener intención de saludarlo-. Sabaku no Gaara.
La voz rasposa del muchacho hizo eco en las paredes y el silencio reinó en la habitación.
Los ojos de Sari se abrieron como platos y sintió su mandíbula desencajarse al escucharlo.
Ittetsu se levantó como resorte del asiento en el que había estado sentado y adoptó una posición muy recta, con los hombros erguidos y los puños apretados a los costados de su cuerpo.
-No-nosotros sa... -comenzó Ittetsu, atragantándose con su propia saliva-. sabemos q-quién es u-usted, señor.
-¡S-Sí! -Matsuri saltó a su lado, con las manos empuñadas sobre su pecho.
Sari, que durante todo ese tiempo había permanecido de pie, asintió con la cabeza efusivamente.
Una carcajada bastante familiar resonó en el interior de su cabeza.
"Están muertos de miedo", se burló. "Tienen tanto miedo que apenas pueden hablar".
En ese momento, Gaara lo entendió todo.
Durante su corta vida había sido testigo de diferentes manifestaciones de miedo. Había visto el miedo que te hacía gritar e intentar huir de lo que fuera que te estaba atormentando, en su caso, siempre solían huir de él. Había visto el miedo que hacía temblar de horror, dejándote paralizado, sin poder mover un solo músculo. Había visto el miedo que hacía que las personas suplicarán por su vida y, en el pasado, hubiese podido asegurar que era su expresión de terror favorita. El miedo era una emoción bastante peculiar y había dedicado gran parte de su vida a estudiar aquel sentimiento desconocido para él. No recordaba haber sentido miedo jamás, pero sí haberlo provocado y, sobre todo, disfrutar de ello.
Sabaku no Gaara, pensó Sari, observando al muchacho pelirrojo sin poder poner en orden sus pensamientos. Él es... es el arma definitiva de la aldea.
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La Sombra del Viento | Gaara Fanfiction
FanfictionTras la pérdida del 4to Kazekage, la Aldea de la Arena se encuentra viviendo una de las peores crisis económicas de su historia. El Consejo de Suna necesita encontrar una solución rápida y el nombre de Sabaku no Gaara se barajea como candidato a ocu...