Grandes cantidades de alcohol ingeridas, una gran tensión sexual entre ambos y melodías seductoras fueron el detonante de la bomba.
Una bomba llena de pasión, confesiones y amor puro, algo que solo uno de ellos es capaz de recordar al no haber bebido demasiado como para perder los cinco sentidos pero si para cometer una locura que quería hacer desde hace demasiado tiempo.
Comenzó con un beso que lentamente fue bajando hasta su cuello, mientras las manos del azabache tocaban sin descaro su suave piel por debajo de la parte superior de las finas telas que conformaban su ropa, las cuales al poco tiempo fueron despojadas de este con brusquedad y deseo.
—Helmut.. —susurro en su oído el mayor con voz ronca, cosa que hizo estremecer al menor y hacer que su corazón latiera con fuerza en ese momento.
Todo fue una maravilla, una noche que nunca podrá olvidar al tener a su amor secreto entre las sábanas, jugueteando y teniendo pasión, más este no lo recuerda, sabe que lo hizo con alguien por que al despertar fue evidente pero desconoce con quien fue, el menor fue muy cauteloso al no dejar nada que lo pueda evidenciar, ni siquiera su aroma estaba impregnado en alguna parte.
Porque es un hombre prohibido, por eso hizo lo que hizo, por eso al despertar se fue pero sin antes darle un beso de despedida en la frente al ex soldado quien seguía durmiendo profundamente.
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Goodbye James
Short Story-¡Helmut! -la voz del castaño sonó por la silenciosa habitación, haciendo que sus miradas conectarán, cayendo en cuenta de que había comenzado a llorar. -Por favor... -habló nuevamente Anthony a manera de susurro, uno audible para ambos y consolador...