3.

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Todo ha sido perfecto desde que se casó, ha tenido una vida tranquila junto a la persona que quiere –pero no ama–, aunque últimamente se ha sentido más vacío de lo usual, desde aquella noche en que no recuerda con quien lo hizo pero tiene sospechas de que fue con Zemo.

James. —el suave llamado de una mujer morena captó su atención total, logrando así salir de sus pensamientos aunque sea mientras ella está presente.

¿Si? —contestó el azabache con tranquilidad, giró un poco su cabeza en dirección a la mujer con una gran sonrisa, la cual desapareció al ver la preocupación de esta. —¿Sucedió algo? —pregunto comenzando a preocuparse, temiendo lo peor.

Al poco tiempo de que el silencio reino en la habitación, un moreno llegó, su rostro expresa tantas cosas pero sobre todo al igual que Sarah, preocupación. No logra entender el por que estan de esa manera pero en eso un flashback se viene a su mente, recordando el poco tiempo que vio a Helmut sonreír y ser feliz a su lado, una sonrisa tan pura, sincera y llena de amor hacia él.

Se levantó de la cama y giró todo su cuerpo en dirección a los contrarios, quienes no sabían cómo formular bien la oración, un nudo en la garganta de la morena lo impide mientras que Sam toma el valor para pronunciar las palabras tan temidas para James, unas que nunca quiso escuchar.

Zemo… —dio un respiro, aún temía por las palabras y la reacción que puede provocar en el azabache pero tiene que hacerlo. —Ha muerto.

Su cuerpo se tensó, dejó de reaccionar a los sucesos del momento, su mirada se clavó en las blancas paredes de la habitación, recordando nuevamente los pocos momentos que pasó con Helmut y este se veía demasiado feliz con una sonrisa capaz de encantar a cualquiera, tiempo antes de ser rechazado.

Tenía que ser un verdadero imbécil para rechazar a un ser tan puro como él, con la excusa de que es más joven en cuestión de edad; sus ojos se humedecieron sin darse cuenta, solo escuchaba murmullos por parte de ambos morenos, sin prestar atención realmente.

Su cuerpo poco a poco iba sintiéndose pesado y débil, hasta el punto en el que terminó de rodillas en el suelo, comenzando así con un llanto silencioso, cargado de dolor y ahora con la culpa de que gracias a él se quitó la vida él castaño.

El remordimiento de sus errores llegó, algo que no será capaz de dejarlo hasta el final de sus días ya que.. Está enamorado… demasiado tarde para aceptarlo llevando consigo tales consecuencias.

La familia Wilson se vistió de negro, dando comienzo al luto, uno que Barnes hará eternamente en silencio.

Se que.. A quien amaste fue a Helmut todo este tiempo… y acepte la derrota por parte de este, porque cariño y amor no se pueden comparar. —habló Sarah mientras miraba a James, quien no puede ocultar lo devastado que se siente.

Lo lamento… —fue lo único que pudo decir y lo que aquel nudo en su garganta le permitió decir aunque con un hilo de voz, cubrió su rostro con ambas manos, se siente tan miserable por no haber aceptado sus sentimientos a tiempo y también por no dar el amor que se merece Sarah, ya que es una gran mujer.

Sin previo aviso, sintió unos brazos rodearlo por cuestión de segundos y escuchar un leve susurro. —Estoy bien…

Al dejar de cubrir su rostro para ver de quien se trataba, no vio a nadie, Sarah había salido de la habitación para darle su espacio ya que lo entiende, porque perdió al padre de sus hijos, su gran amor que al igual que James con Zemo, no se podrán igualar pero ella si lo dejó ir; también para darle tiempo ya que tienen que asistir al funeral.

Al llegar quería que todo fuera una pesadilla retorcida jugando con su mente, Zemo parecía dormir plácidamente en aquel gran cajón y no pudo con eso.

Salió de la iglesia comenzando a llorar sin ocultarlo, gritando por su gran dolor, viendo como los que pasan le miran extraño pero ya no puede evitarlo más. El mayor de los Wilson salió en su búsqueda y más al escuchar tal grito de dolor, se hinco a su lado, abrazándolo en el proceso y brindándole consuelo aunque sea por un rato, también haciéndole saber que no estará solo en su duelo.

Lo amo maldita sea, ¡¡lo amo!!

A veces la vida es muy injusta y caes en cuenta de lo que sientes demasiado tarde.

Si tan solo Tony hubiese llegado diez minutos antes, ahora solo sería un susto pero seguirían, afrontando lo que uno siente por el otro y podido haber formalizar algo sin ocultarlo.

Goodbye JamesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora