Bucle

¿Realidad o sueño?

Frió a través de mis manos, un leve dolor en mi cabeza y mareos tan fuertes que me impiden respirar correctamente, giro mi cabeza hacia mi compañero de cama, detestaría tener que despertarlo por tercera vez en la noche, sonrió sudorosamente al ver que aún sigue durmiendo, intento respirar lo más lento posible para calmar mis latidos, esta oscuro pero no lo suficiente como para evitar notar a mi compañero de cuarto.

-Maldición- susurro entrecortadamente, ya perdí la cuenta de las veces que eh soñado con aquello, me estremezco de solo recordar el infierno en esa celda, con cuidado me deslizo al borde la cama, tomar asiento se vuelve una tarea difícil pero afortunadamente logro hacerlo, los mareos comienzan a disminuir, aun así mi boca seca y el zumbido en mis oídos me advierten que dormir será un caso perdido, paso mi mano por mi frente no me sorprende el sudor frio en mi rostro.

-¿Wolf?- escucho mi nombre, su voz esta adormilada, giro mi visión, me siento terrible al ver tus ojeras

-Estoy bien- mi voz sale un poco ronca producto de la resequedad en mi garganta- Solo tengo sed- debí quedarme callado, en un segundo te has levantado y antes de que pudiera detenerte estabas a mi lado con un vaso de agua, al levantar la mirada sentí un nudo en el estómago, gracias a la luz de la luna pude ver de cerca tu preocupación acentuada por los vestigios de noches en vela.-Lo siento...- bebí el contenido del vaso antes de dejarlo junto a la mesa de noche, a lo lejos te escuche encender uno de los candelabros, entonces me di cuenta que el frío en mis manos, el rápido palpitar de mi corazón y el dolor punzante de mi cabeza se desvanecían, sonreí un poco, no importa que tan oscuro este mi camino solo tengo que volver mi mirada y Yuuri iluminara cada rincón con su sola presencia, caminaría por el mismo infierno siempre y cuando el sostuviera mi mano.

-Esta es la cuarta vez en una noche- le escuche murmurar mientras se acercaba junto a mí

-Es la tercera-Afirme

-Wolf-

-Estoy bien, ya pasara...-

-Has dicho lo mismo los últimos tres meses está claro que no "pasara"- su mano en mi hombro es tan agradable como una bolsa de agua caliente, mi cansancio es adsorbido por la punta de tus dedos- Llamare a Gisela-

-Yuuri-

-ES UNA ORDEN-su voz furiosa me paraliza por un momento, su determinación y preocupación me hacen dudar de replicar- Si no piensas hablar sobre lo que pasa en tus sueños entonces... por lo menos déjame ayudarte a descansar-

-Entiendo...hablare con ella después del desayuno-

-Wolfram-

-¿Si?-

-No vuelvas a decir que estas bien-sus dedos aprietan suavemente en un intento de dar fuerza a sus palabras, mi corazón se envuelve de dulzura ante su preocupación

-De acuerdo...volvamos a la cama-

-¿Estás seguro?-

-Mañana vendrá el magistrado de Cavalcade, como rey deberás mostrar una mejor apariencia de la que posees-

-Sigo pensando que lo mejor sería que esperaras en pacto de sangre-

-¿Y dejarte aquí solo en Bielefeld? ¿Con mi tío? ¿y todas esas sanguijuelas? Ni hablar-

-Es tu familia de quien hablas...Me preocupas, no has podido dormir desde hace tiempo-

-Todos tenemos nuestros propios momentos de debilidad, solo...solo necesito tiempo para vencer cada una - mi sonrisa pareció convencerlo aunque sea un poco, la promesa de ir con Gisela mañana pareció traerle un poco de tranquilidad, Yuuri se levantó y volvió a su lado de la cama, con un movimiento de mi mano la luz se esfumo y nuevamente la oscuridad nos rodeó, sin embargo ya no me sentía mareado y tampoco había miedo, solo calor y ese agradable olor a hogar, una sensación agradable paso por mi espalda al sentir dedos fríos presionar a mi cabeza con un pecho cálido, me sentí un poco culpable, Yuuri no solía mostrar este tipo de afecto de inmediato, normalmente esperaría un poco antes de permitirme tener algún tipo de contacto, en otro momento estaría aprovechando la situación y me aventuraría hacia los limites no dichos, sin embargo estaba demasiado agotado no arriesgaría esta dulce calidad por un momento de diversión.

-Buenas noches Wolf- sentí un frió en el pecho al recordar esas palabras, por un momento me vi nuevamente en aquella celda, involuntariamente acerque el cuerpo de yuuri, su calidez y calmante olor me ayudaría alejar aquellos recuerdos, cuando escuche el palpitar de su corazón pude soltar el aire que no sabía que había retenido hasta ese momento, fue tan liberador.

-Buenas noches Yuuri-Tal vez si podría dormir un poco más antes del amanecer o bien antes de que la pesadilla se repitiera.

Desafortunadamente a la mañana siguiente con los rayos del sol del mediodía supe que Yuuri tenía razón cuando mi pesadilla se volvió realidad, lose porque ni siquiera el dolor causado por el frasco roto con el medicamento de Gisela logro despertarme.

-Con gran placer me alegra presentar a el magistrado sir Robert Hazet- veo a Yuuri moverse en dirección de aquel hombre, sin embargo mis piernas no se mueven.

El tiempo se detiene en cuanto escucho ese nombre y mi mirada se topa con la de aquel hombre, no puedo respirar.

-Es un honor conocerle su majestad-

¡Por Shinou! ¡Es él!, una vez más soy succionado por la oscuridad de aquellos ojos bermellón y solo puedo rogar porque todo esto sea una retorcida broma del destino, mis dedos tiemblan de dolor y ansiedad, la luz de Yuuri me ha abandonado.