D R A B B L E

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disclaimer; HP no me pertenece :'(

advertencia; me siento un poco triste. Y qué mejor que que escribir estando triste? Sacto, nothing. Historia no veteada, y la escribí en el celular, así que probablemente haya muchos errores. Gracias.

La verdad, el el pasado ya varias veces me he sentido como Harry aquí, no lo suficientemente fuerte como para hacer otra cosa a parte de respirar y dormir. Y como siento que está por venir otro de esos malditos episodios, quizá así pueda evitarlo, o algo. En fin, no me odies.

Setecientas setenta y ocho palabras sin títulos ni n/a's. Disfruta!

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WAITING
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La depresión puede ser un asunto complicado, pensó Tom. Bueno, personalmente nunca había pasado por algo así, pero se imaginaba que si. Fue un asunto muy difícil.

Los sentimientos, se corrigió un segundo más tarde, eran, de hecho, asuntos muy complicados. Todos. Pero especialmente cosas como la tristeza, la decepción, la desgana, el amor. Y otras tantas.

Habían sido dos meses desde que Harry arribo a Riddle Manor, y el muchacho había dicho apenas cuatro frases. No hubo poder sobre la tierra que le hiciera dejar el complejo de habitaciones que se le había asignado, tampoco, y solo comía poco y rara vez, como algunos pequeños trozos de fruta, o un bocado de pescado.

Harry, de dieciséis años, no hacía mucho más que dormir. Tom pensó que eso debía ser algún grado de depresión.

Y Harry continuaba respirando solo porque fue un impulso inconciente, porque cualquier otro esfuerzo se sentía demasiado grande.

El ojos verdes se había metido en una especie de disociación de la que no tenía ni ganas ni motivos para salir (tal vez un agujero de alguna sensación entre aburrimiento e indiferencia, pensó Tom), y el ojos verdes aún no sé había aburrido de pretender que nada pasaba, así que estuvo bien con eso.

¿Tal vez solo quería paz? Harry había vivido unos dieciséis años duros, muy duros. Tom también debía considerar eso.

El muchacho se despertaba a intervalos irregulares e imprevistos, podía quedarse un segundo o dos mirando la nada y luego volver a dormir, o, si daba la casualidad de encontrarlo despierto durante en día, vagaba un poco por el cuarto y se volvía a quedar dormido en algún parche de sol.

Tom se encargó de que el complejo de Harry tuviera mucho sol luego de la primera vez que el joven lo hizo, y también se aseguró de que las ventanas fueran muy grandes y fácilmente abiertas, con balcones y cornisas y vaporosas cortinas de algodón sedoso, y dieran al bosque que colindaba la propiedad.

Pero ahora Tom empezaba a preocuparse, porque Harry había dejado de comer lo poco que comía, y no volvió a levantarse ni de día ni de noche ni de tarde. Ahora, Harry solo seguía respirando porque la profunda magia arraigada a su núcleo le impedía dejar de hacerlo, pero fue un enorme esfuerzo para Harry, uno para el que ya no tenía fuerzas.

Entonces Tom visitó a Harry una mañana. Y esperó. Los días pasaron, y Tom siguió esperando por algo. Lo que sea. Tom luego decidió un día que tal no era suficiente, así que ese día no volvió a salir de la habitación de Harry. Harry se había acostumbrado al hombre en la mañana, pero estaba cansado, así que lo ignoro y siguió durmiendo.

Tom espero a que Harry despertara en la tarde, y siguió esperando aún en la noche. Cuando, al otro día, Harry aún no había abierto los ojos, Tom se acurrucó a su lado y siguió esperando.

Harry se despertó a media mañana del día siguiente. Y Tom aún estaba allí, esperando.

Tom logro que Harry comiera fruta, pacientemente le acompaño en busca de parches de sol y un lugar mullido y suficientemente cómodo como para acurrucarse, y cuando el sol empezó a caer se ofreció tiernamente a tomar un baño.

Hubo mucho sol moribundo de primavera en el baño, el agua estaba tibia y olía bien.

El cuerpo de Harry no era bonito; tan flaco por meses sin apetito, tan pálido por meses sin salir, tan lleno de marcas y cicatrices por todas partes, tan lleno de traumas por años de horror, tan hundido y muerto y cansado, sin embargo, a Tom le pareció bonito de una forma especial.

Una que solo los sentimientos podían hacer. Extraño, se dijo Tom.

A Harry particularmente no le interesaba.

Mientras no hubiera dolor, mientras no hubiera que hacer nada, que este hombre que le había quitado todo hiciese lo que quisiese. Ya no importaba.

Mientras lejos, muy lejos de aquella burbuja, el mundo ardía, pero la rutina se repitió los siguientes días.

Dormir, comer, buscar sol, comer otra vez, baño tibio, dormir. Tal vez salir al balcón. A Tom parecía gustarle que corriera aire.

Harry pensó entonces que tampoco le importaba si Tom seguía respirando el mismo oxígeno que sus propios pulmones, mientras siguiera sin doler, mientras Tom hacía arder a todos los sucios traidores y le daba trozos de fruta al sol, penso que la tristeza tal vez podría menguar. Y, desaparecer.

Tal vez, Harry no tendría que desaparecer él, y tal vez podría seguir viviendo con Tom.
Tom se aseguraría de ello.

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N/a: gracias por llegar hasta aquí, please déjame saber lo que piensas de esto!

Realmente, salió de la nada 😊😊

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