Escrito por: Attila
Traducido por: peoniesforLan
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Lan WangJi se levanta a las cinco de la mañana y recuerda que Wei WuXian quiere verlo. Él come su desayuno, y recuerda que Wei WuXian quiere verlo. Él les dice a los estudiantes que llegaron tarde a la clase que copien las reglas cinco veces en lugar de diez, porque Wei WuXian quiere verlo. Lan XiChen sigue observándolo y sonriéndole, y Lan WangJi sabe que es porque está actuando un poco atolondrado (nadie más parece darse cuenta de eso, por si acaso), pero no le importa, porque Wei WuXian quiere verlo. Wei WuXian quiere hablar con él. Anoche quería que Lan WangJi se quedara un poco más con él y quería que Lan WangJi volviera hoy.
Lan WangJi trata de cenar al mismo ritmo de siempre, y cuando finalmente termina de comer, sigue a su hermano a la habitación, se cambia, y mediante el vórtice regresa a Muelle de Loto. La carretera está tan llena como ayer. Camina en silencio mientras escucha a las personas hablando. Todo es bastante placentero, pero luego escucha aquellos viles rumores que el mensajero había dicho la semana pasada sobre Wei WuXian, quien aparentemente tiene que casarse porque embarazó a una mujer.
—No es cierto—él dice en voz alta. Siente tanta ira que, cuando el grupo de jóvenes se voltea hacia él, palidecen cuando ven la expresión más gélida y matadora en el rostro de Lan WangJi—No repitan difamaciones.
El chico mejor vestido resopla, pero uno de sus amigos lo jala hacia él para susurrarle algo en el oído. Lan WangJi nota cómo el hombre vacila al observar el vestido de seda que Lan XiChen había escogido para él. Tal parece que la diferencia de riquezas es obvia, pues el hombre le sonríe con hipocresía y le dice—Ah, caballero, no quiero ofenderlo, pero ¿qué usted sabe al respecto? Eso lo escuché de alguien quien trabaja directamente en el palacio. Además, todos han escuchado las historias del bribón de Wei WuXian. ¿Quién se sorprendería al saber que volvió a causarle problemas a la familia real?
Todos escuchan historias, y las cuentan, y a pesar de ser entretenidas, son falsas. Lan WangJi odia a este hombre por decir cosas como esas, por contar esas historias, por creerlas, y por dejar que otros piensen que Wei WuXian es ese tipo de hombre. Lan WangJi desea llevarse a este hombre difamador a la Profundidad de las Nubes para sentarlo en la librería y hacer que copie miles de cosas sobre la lealtad de Wei WuXian y la dedicación que este le tiene a su familia.
—No sabes nada—él dice rotundamente. Se imagina a Wei WuXian escuchando estas cosas, por lo que tiene que apretar sus puños para contenerse las ganas de golpearlos en la cara— Nada. Eso no es verdad y nunca lo será.
La sonrisa hipócrita del hombre desaparece—Escúchame bie–
El compañero más sensato se ríe forzadamente mientras jala el brazo del hombre—Ah, no peleemos, es un día de celebración después de todo. Ninguno de nosotros podremos saber con certeza, ¿cierto? —Luego, le murmura a su amigo para tranquilizarlo— Vamos, vamos. Me sigues contando allá.
Lan WangJi también lo odia. Los odia a todos. Él sí sabe con certeza. Puede que no sepa la razón por el cual Wei WuXian tiene que casarse, pero definitivamente no es porque hay una mujer por ahí cargando a su hijo en su vientre. En caso de que realmente hubiera una mujer, entonces no habría necesidad de hacer un baile de máscaras, pues ella sería la futura esposa. Todos creen que Wei WuXian es un bromista y travieso, y si bien es cierto que él es un hombre imprudente por naturaleza, su sentido del honor va más allá que cualquier otra cosa. Si Wei WuXian ha embarazado a alguien, entonces su responsabilidad es hacerse cargo de la mujer y de la criatura, y lo cumpliría sin dudarlo. El que diga lo contrario es un completo mentiroso que merece disciplina. Sin embargo, con este antifaz puesto, Lan WangJi es solo un extraño que se cree sabedor de la familia real.
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тodα тυ νιdα ѕoñαráѕ cση eѕтo ʷᵃⁿᵍˣⁱᵃⁿ
FanfictionLan WangJi debe decir que no. Debe decirlo. Vuelve a mirar el antifaz y, debajo de ella, está el papel suave color cremoso de la invitación. Él podría presentar esta invitación, colarse en el palacio y- -Ve a verlo, WangJi-Lan XiChen dice en voz baj...