20. Rescate

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Un mes, un mes justo ha pasado desde que nació Valeria.

Ha llegado el momento de ir a buscar a Ingrid las últimas visiones sobre ella , no nos han dejado buen sabor de boca está demasiado débil, no sabemos si conseguira terminar la semana. Dejo de comer hace varias semanas.

Me dirijo hacia la sala Robert acaba de dormir a la bebé y la acuesta sobre la pequeña cuna que tenemos en la sala.

- Tenemos que hablar, digo en un tono serio. Digo mientras me acerco un poco más a él.

El frunce el ceño, sabe lo que le voy a decir y no le gusta nada.

- Ha llegado el momento, Ingrid no resistirá más. Tengo que ir, no pongas esa cara, voy a volver y si por alguna razón no lo consigo prométeme que cuidaras de Valeria y la protegerás con tu vida...

No me deja continuar. Se abalanza sobre mi, me abraza tan fuerte que no me deja respirar.

- no es necesario que vayas. Dice en un susurro.

- si, si lo es se lo debo a mis padres. Necesito cerrar este capítulo de mi vida. Digo mientras dejo caer un largo suspiro.

- Está bien, te esperare aquí, se que no te voy a detener. Pero recuerda que nosotros siempre te estaremos esperando. Termina de decir mientras soy absorbida por un apasionado beso cargado de un millón de emociones.

Con todo el dolor de mi corazón, me separo de él. Me acerco a la cuna y dejó un dulce beso sobre la frente de mi pequeña.

Llegó a la casa de Margaret, todos me están esperando. Margaret abre un portal y poco a poco todos lo cruzamos.

Nos encontramos a escasos metros de la fortaleza es una edificación muy grande, de piedra , fortificada y cercada de murallas, fosos y otras obras, antiguamente debió de servir para defenderse de los ataques del enemigo.
Esperemos que en esta ocasión no pueda protegerles.
Han encontrado un punto débil en ella hay una pequeña entrada en uno de los laterales, no está protegido creo que ni siquiera saben que existe. Poco a poco comenzamos a entrar.
A medida que vemos a alguien un hechizo es lanzado sobre él.

No queremos más muertos de los necesarios.

Llevamos varios minutos recorriendo pasillos, subiendo y bajando pasadizos.

-Esto es un laberinto, siento como si ya hubiera pasado antes por aquí. Digo confundida.

- Creo que tienes razón. Dice Margaret

Yo la miró confundida, ella comienza a agitar sus manos en alto y a repetir unas palabras.

Illusio uocabatur, Illusion eius. Ostende mihi, quid me abscondam et vide.

Ilusión desaparece, Ilusión desaparece. Muéstrame lo que ocultas y déjame ver.

Una fina capa de cristal se rompe diminutos cristales caen a nuestro alrededor.
Nos encontramos en la zona de las mazmorras. Estamos cerca puedo sentirlo. El hedor es insoportable se mezcla con la humedad. La atmósfera está muy cargada. Al final del angosto pasillo se alza una puerta de metal.

-Ahí está la puedo sentir, digo mientras avanzo a la puerta.

- Para!! Dice Margaret.

Me detengo en seco y volteo mi cabeza en la dirección del sonido de su voz.

- no puede ser tan sencillo, aquí algo no huele bien.

Una rata corre entre mis piernas, avanza hacia la puerta. Antes de poder llegar una fina red roja la corta en pedazos.

- Jajaja, jajaja.

Una risa estruendosa, llena los pasillos donde nos encontramos.

- en serio creíais que os iba a permitir salir de aquí con vida, después de todo lo que me hicisteis. Dice mientras sale desde un rincón oscuro.

Estoy en silencio solo observó la figura que tengo delante, tiene una cojera bastante pronunciada, sus manos están apretadas, su cara es cruzada por una enorme cicatriz que parte de la cuenca de su ojo vacía.

Se posiciona a unos pocos metros de mi, veo como mira el anillo de mi dedo sus ojos están encendidos por la rabia.

- Tu, maldita!! Por tu culpa la reina no podrá regresar jamás. Tenía que haberte matado el día que nacistes. Nada de esto habría pasado.

Lanza un rayo contra mi, muevo mi mano la que lleva el anillo y lo repelo. Impactando contra él.
No se como lo hago pero cada ataque que recibo no impacta en mi.
Sino que de algún extra manera consigo que impacten contra él. A cada impacto el retoce.
Cuando está apunto de lanzar otro de sus rayos.
La fina red roja aparece dejando su cuerpo partido en mil pedazos. La imagen es dantesca. Un ojo rueda hacia mis pies. Retrocedo con expresión de asco.

Margaret pone una mano sobre mi hombro dice unas palabras y lanza una pequeña piedra hacia la puerta, la red no aparece, ha logrado deshacerse del hechizo.

Se acerca lentamente hacia la puerta intentando no pisar ningún resto humano o animal.
Abre la puerta y se adentra en el interior de la mazmorra.
Minutos después aparece con una Ingrid demacrada, apenas si se puede sostener de pie, está en un estado lamentablemente.

Varias de las personas que nos acompañan, la ayudan a salir de las mazmorras.
Salimos al patio de la fortaleza ya comienza a anochecer, Margaret abre el vórtice y uno a uno lo vamos cruzando.

Han pasado unas horas desde que volvimos Ingrid ha mejorado bastante gracias a los hechizos de sanación a los que ha sido lanzados sobre ella. Aunque su cuerpo está mejor, su mente tardará más en sanar que su cuerpo.

Me acerco a ella, le sostengo una de sus manos y le pregunto -Ingrid que pasó? Perdoname por no haberme dado cuenta algo de que algo no estaba bien.-

Esboza una pequeña sonrisa y me responde:

- no te atormentes pequeña, aveces el pasado te persigue. Si no cierras bien las puertas puede volver a tu vida. Sus ojos se cierran y su voz está apagada.

- Amalia, necesita descansar ha pasado por mucho. Ya hablaras con ella cuando se encuentre más fuerte. Dice Margaret.

Me alejo hacia la puerta yo también necesito descansar. Unas palabras hacen que me quedé parada sin poder apenas respirar

- Tienes que estar preparada. Ellos los que se enconden en la oscuridad, los que se alimentan de la esencia vital. Vienen a por ti. Estan cerca!! Dice Ingrid para después caer inconsciente.

Mi cara es un poema, no salgo de una para meterme en otra. No puede ser que se refiera a los vampiros, solo con pensarlo un escalofrío recorre mi espalda. De verdad que esos seres me asustan. Margaret se acerca a mí.

- niña, no le tomes importancia está delirando por la fiebre. Dice mientras me intenta tranquilizar.

Yo asiento y esbozó una pequeña sonrisa falsa.

Le dejo un beso en la mejilla y me me dirijo a mi casa

De camino a casa todo está tranquilo ya oscureció hace unas horas. Me adentro en casa y cierto la puerta.

Al otro lado ocultos entre las sombras unos rojos brillan en la oscuridad

Amalia Reina de las Brujas ( TERMINADA )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora