¿Pequeña? ¿Quién se cree este para llamarme así?
- H-hola- Mierda ¿Acabo de tartamudear? ¡Estúpida!
-¿Estas bien?- pregunta barreándome con la mirada, idiota
- Si, estoy bien, gracias- afirmo poniéndome roja por su atenta mirada ¿Qué mierda me pasa? ¿Por qué reacciono así? Nunca me había sonrojado con nadie de carne y hueso, siempre fue con Ares Hidalgo, Christopher Morgan, etc. Pero nunca con alguien real.
-Tenes que tener mas cuidado, podrías matarte un día de estos- Me miro con una sonrisa divertida mientras se peinaba el pelo con los dedos.
-Hago lo que quiero, además de algo tengo que morir- respondí levantando el mentón para poder mirarlo a los ojos, era muy alto y fuerte, tenia visibles músculos en los brazos y una espalda muy ancha, sin olvidar que me llevaba una cabeza y media por la altura.
-Oh, la pequeña tiene carácter- me dijo detallando el apodo lamiéndose los labios y el piercing que lleva en el inferior.
-No me llames así, no soy ninguna "pequeña", tengo 17 ¿Y vos? señor adulto- me burlo de el exagerando los movimientos con mis manos.
-Tengo 25, así que para mi, si eres una pequeña- susurro por ultimo el apodo en mi odio, con voz ronca y un acento argentino mezclado con español.
-Pues podría afirmar que soy mas madura que vos idiota- digo entre dientes mientras lo miraba a los ojos con furia, el se había agachado así que tenia su cara frente a la mía.
- ¿Madura?- pregunta riéndose mientras se enderezaba y volvía a ser una jirafa. Arranca el libro de mis manos alzándolo para que no pudiera alcanzarlo, no había nadie alrededor. - ¿Cómo podes denominarte madura leyendo y adorando a Raquel Mendoza?- Me quedo petrificada al escuchar su pregunta retorica. ¿Había leído el libro? ¿O solo conocía a los personajes?
-Al menos Ares Hidalgo no es tan idiota como vos- Le esculpí saltando para lograr alcanzar el libro- ¡YA DAMELO!- Le grito exigiéndole que me lo devuelva.
-¿Cual era esa frase que el decía? - Pone su mano en su mentón simulando pensar para luego volverse a agachar a mi altura y susurrar en mi oreja nuevamente - "Puedo ser tu Christian Grey cuando quieras brujita pervertida" - un escalofrió me recorre de pies a cabeza al sentir su aliento en mi oído.
No se si fue una indirecta o solo recordó la frase y quiso ponerme nerviosa, si esa era su intención... Funciono porque estoy casi temblando y con la piel de gallina.
- Córrete idiota- susurro con la voz hecha un hilo.
-¿En tu boca o en tu coño?- Su termino de España hizo que me ponga como tomate. Empuño su pecho para distraerlo y lograr alcanzar mi futuro libro poniéndolo en mi espalda. -Eres rápida pequeña- me mira de arriba a abajo con una sonrisa y dos hoyuelos en sus mejillas.
-Déjame pasar para pagar mi libro e irme - le pido mientras intento pasar por su lado y el se pone frente a mi haciendo imposible mi tarea.
-Serian $1500- me dice ¿Dónde lo leyó? en el estante no dice el precio
- ¿Como- interrumpió mi pregunta volviendo a hablar.
-Soy el dueño de la librería, me se los precios y también los cobro en la caja- Explica dejándome petrificada. Creí que era alguien que venia a comprar... Como yo.
- Ah bueno, entonces lo dejo, me voy a otra librería. Con permiso-
Golpeo su pecho con el libro pasando por su lado, antes de que pueda alejarme lo suficiente agarra mi muñeca no dejándome escapar de la boca del lobo.
-Vamos- dice tirando de mi brazo llevándome a la caja. Al llegar la fila estaba enorme ya que el que la atendía estaba ocupado despertando hormonas en mi, nos saltamos toda la fila y al toparnos con el mostrador pasamos para el otro lado de este.
-Hey, tengo que hacer la fila como cualquiera- le digo escondiendo la felicidad de saltarme la fila.
-Si claro y yo soy feo- dice con naturalidad buscando una bolsa.
-Que humilde- le digo con sarcasmo sacando el efectivo que me había dado mamá.
-Soy sincero- y si que lo era, era totalmente sincero, era literalmente un dios griego. ¿Ariana, te inspiraste en este ser para crear a Ares Hidalgo? Porque parece.
Guardo el libro en la bolsa y le doy la plata. Lo coloca en la caja registradora y extiende su mano para que agarre a mi nuevo bebe pero antes de que pueda recogerlo lo aleja nuevamente.
- Ya te pague, dame mi libro- le exijo.
El gruñe y me lo da, salgo de la librería sin decir gracias. Camino por la calle yendo a casa, Feliz con mi nuevo libro y extrañada por la nueva persona que acabo de conocer.
Nota De La Autora:
HEYY!! ¿Cómo están? Yo bien e inspirada (como pudieron notar xd) Doble actualización!!!! me merezco un premio.
Espero que les haya gustado y díganme, ¿Qué les parece Mark?
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Mas importante que mis libros.
Teen FictionMar pensaba que sus ultimas vacaciones familiares iban a ser de lo mas aburrido, nunca imagino que al entrar a una librería toda su idea de aburrimiento daría un giro de 180 grados.