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Ahí estaba... Ese tal Mark y don surfer. No se si hacia surf pero tenia todo el estereotipo. 

Porque la vida me tiene que odiar tanto como para hacerme esto. Ellos dos, mirándome de arriba a abajo, sonriendo como dioses griegos y encima el sonrojo en mis mejillas. Definitivamente me odia.

Me di la vuelta para dejar de mirarlos y ponerme mas roja. Nunca me había sonrojado con nadie y esto es nuevo para mi. Tan solo pensar que sus ojos seguían en mi me daban ganas de que un tiburón saliera del mar y me comiera. Cosas imposibles obvio.

La canción ya había terminado y solo escuchaba las gaviotas, el viento y las olas. Relajante pero me daba ansiedad esos pares de ojos en mi. Necesito ayuda. Pensé en mandarle mensaje a Mile para que me llamara y así fingir que tenia que irme rápido. Por alguna razón no quería que me vieran irme mirando hacia abajo por lo avergonzada que estaba.

¡¿Que estoy diciendo?! Un par de idiotas no van a hacer que me avergüence o intimide. Además ¿De que? ¿De que me avergüenzo? ¿Por que me intimidan? No hay razón. Así que caminare hacia mi familia con la cabeza bien en alto, toda diva y empoderada. Para que vean que un par de chicos no pueden conmigo, nadie puede.

Con la intención de empezar a caminar pongo una canción en el teléfono para sentir la escena. Mi sueño es ser actriz así que no me juzguen por pensar en todo. Boss Bitch de Doja Cat empieza a sonar en mis oídos. Espero el estribillo para empezar a caminar como si estuviera en una pasarela modelando ropa.

I don't wanna row, row, row the boat
Wrist full of rocks and I hope I float
Big up yourself 'cause you know they don't

I chew, chew, chew 'cause they hope I choke (Hey) 

Comienzo a caminar cuando el ritmo del estribillo me lo dicta y meneo mis caderas de un lado al otro mientras sonrió moviendo mis brazos "relajadamente". Pensando en cada movimiento veo como don surfer entreabre sus labios con cara sorprendida mientras Mark sonríe de lado mostrando sus colmillos tan bien limados y perfectos. Un pequeño hoyuelo se forma en su rostro y es cuando yo dejo de respirar con mi sonrisa intacta.

Faltaban unos treinta pasos para llegar hacia mi familia, todavía tenia a ese par de ojos mirándome. Estaban a unos quinse pasos de distancia hacia adelante, a un lado de donde seria mi camino.

Aun sonriendo un mechón de mi pelo se había apoyado en mi hombro, lo corrí exageradamente con mi mano. La escena pasaba como en cámara lenta, como de película, yo toda diva y deseada mientras mas que ese par de ojos se clavaban en mi. Porque si, habían mas chicos mirándome.

A unos diez pasos de pasar por al lado de el bibliotecario y el surfer un niño a mi costado pateo una pelota haciendo que se atreviese en mi camino. Estaba tan concentrada en esos ojos azules tan profundos y en esa sonrisa tan hipnotizante que no lo note y en mi caminar pise la pelota. Esta me hizo tropezar mientras que a su paso se me torcía el tobillo y caía al suelo de arena ensuciándome toda y con todas las miradas en mi.

Maldito niño si te agarro te mato.

Odio a las "bendiciones" de todo el mundo.

Me había caído. Todo estaba saliendo de maravilla, había dejado a personas con la boca abierta por mi belleza pero tenia que venir un niño malcriado con una puta pelota. Me caí, en frete de esos dos y de muchos mas. Que vergüenza, ahora si tenia de que avergonzarme. Cerré los ojos esperando el golpe que esta vez no podría ser evitado por unos fuertes brazos ni por un sexi chico. En el momento que caí abrí los ojos esperando encontrar a toda la playa riéndose pero en cambio pude ver a los dos chicos corriendo hacia mi. No reaccione, solo agarre mi tobillo con fuerza por la torcedura.

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